Su relación con Hugo Bánzer, la admiración que tiene a Víctor Paz, los recuerdos de su gestión y su percepción sobre el contexto actual, así, “Tuto” intercambia una serie de conceptos con el equipo de Verdad con Tinta.
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Mercedes Bluske Moscoso y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta/mayo 2017) “Cuando no había democracia y Hugo Bánzer (1926-2002) era militar yo tenía 12 años y Evo 13”, recuerda Jorge Quiroga Ramírez, más conocido a nivel nacional como “Tuto”, respecto a los cuestionamientos sobre su relación con el expresidente, especialmente de sectores afines al partido gobernante, el Movimiento Al Socialismo (MAS).
Con un apodo que heredó de un tío desde muy pequeño, quién sabe porqué, él lo toma ya como parte de su nombre.
El hombre de jean, una camisa y una campera se acomoda en uno de los asientos en el patio del hotel Viñas del Sur, aprovechando el templado clima del atardecer tarijeño para hablar con el equipo de Verdad con Tinta, siendo la elección judicial su principal preocupación, temiendo que una consecuencia inmediata resulte en la inhabilitación de los candidatos opositores. “De forma que tengamos como candidatos a Evo contra un Tribilín”.
Ingeniero industrial de profesión, pero político de vocación y rápidamente uno puede constatar aquello al escucharlo hablar. Quiroga es una de esas personas con las que conversar es tarea fácil, ni siquiera el equipo de prensa inicia las preguntas y él ya comienza a verter una serie de opiniones sobre diferentes temáticas, empezando obviamente por la realidad tarijeña, estando muy al tanto del contexto regional, pero al mismo tiempo, es cauto con temas de los que cree no debe ahondar, por ejemplo, la gestión del gobernador tarijeño, Adrián Oliva Alcázar, el problema de las autonomías regionales o su posible postulación en el 2019.
Elecciones judiciales
Entrando en el tema de elecciones, es imposible no preguntarle sobre su posible candidatura para el 2019, pero la respuesta es por demás de cauta. “Primero tenemos que atender lo que dice en ese documento de salvar la democracia y de esta elección judicial que se avecina”.
Quiroga se refiere al documento firmado por los líderes de la oposición que alerta sobre el peligro de la democracia.
Según el expresidente, es importante hacer seguimiento a las elecciones judiciales para no permitir que ingresen al Tribunal Constitucional afines al partido de Gobierno que puedan cambiar la Constitución de forma que permitan una nueva reelección de la dupla Evo Morales-Álvaro García Linera.
Además, si ingresan partidarios del Gobierno a los otros poderes judiciales, advierte que pueden venir una serie de procesos en contra de los opositores como una “receta venezolana”, que termine por inhabilitar a todos los posibles candidatos que tengan posibilidades de hacer frente a la candidatura de Evo Morales.
“Que te dejen como única opción para votar entre Evo y un Tribilín”, recalca sarcásticamente. “Estamos explicando a Bolivia lo que está en juego”, afirmando que la mayoría de los pobladores no se está dando cuenta de la importancia de las elecciones judiciales que van a ser realizadas el próximo 22 de octubre.
Bánzer
Volviendo a su relación con el expresidente, Hugo Bánzer Suárez, recuerda que lo conoció en la época de la democracia, destacando que supo hacer acuerdos a favor del país.
Valora que el expresidente cortó brechas con políticos con los que ni se hablaba para favorecer la democracia, tal el caso de Jaime Paz Zamora en 1989 o con Víctor Paz Estenssoro en 1985.
Fácilmente comparó la última gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada como presidente el 2002 que no supo hacer acuerdos que fortalezcan la democracia con Bánzer, que pudo dar gobernabilidad.
Pero algo que llama la atención es su admiración por el expresidente tarijeño, Víctor Paz Estenssoro (1907-2001), del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), a quien considera el “hombre más grande de la historia de Bolivia”, porque cambió al país dos veces. La primera con las reformas y la segunda con la estabilidad económica ante una fuerte inflación.
Sobre las críticas de la gente afín al MAS por su relación con Bánzer, respondió que sólo son discursos, pues en el actual Gobierno está Juan Ramón Quintana de embajador en Cuba y que fue ministro de la Presidencia, quien en la última gestión del general estuvo trabajando en los cuatro años.
Algo similar ocurre con la exlegisladora oficialista Bety Tejada, que incluso fue presidente de la Cámara de Diputados. Tejada además de la afinidad política que tuvo en el pasado con Bánzer, también fue muy cercana al expresidente militar por su relación afectiva y familiar.
“Son sólo discursos políticos, caso contrario, ellos no formarían parte de este Gobierno”.
Algo que siempre recalca en sus presentaciones o conferencias de prensa es de la bonanza económica que vivió Bolivia y que desaprovechó la gestión de Evo Morales Ayma, calificando como un Gobierno del despilfarro.
En base a este discurso, la pregunta que salta va en esa dirección ¿Qué hubiese realizado en caso de ser quien esté al frente del Gobierno en esta época de la bonanza?
Quiroga se sonroja un poco y sonríe ante la pregunta, respondiendo “¡qué no hubiese hecho!”.
Aseguró que la industrialización ya sería una realidad, “hubiéramos realizado una inversión sostenible”.
“La oportunidad que tienes de industrializar es cuando se abren ventanas como las que hemos tenido desde el 2008 hasta el 2014, cuando tienes el gas a 10 dólares el millón de BTU (unidad de medida)”.
Recuerda que en su gestión gubernamental (2001-2002) el precio del gas estaba por debajo de los 3 dólares el millón de BTU. “Con los precios altos tú puedes vender a una petroquímica en Tarija, no en el Chapare; en Puerto Suárez, no en el Chapare, para hacer polietileno, para hacer petroquímica, ahí le puedes vender más barato”, explicó.
Según Quiroga, la zona del Chapare en Cochabamba es la única beneficiada económicamente en esta última gestión de gobierno.
“Si el precio –del gas- está bajo es muy difícil justificar el desarrollo de una industria petroquímica en un lugar mediterráneo y anclado para competir con los mercados grandes”.
Sin embargo, cree que pese a la baja de los precios internacionales, todavía hay oportunidad en el campo de la industrialización.
Sobre el proyecto de Bolivia como corazón energético, rememoró que en su gestión promulgó una ley con un nombre similar, la cual daba las condiciones para fortalecer la industria.
Esta norma fue realizada para hacer los corredores de exportación, los puntos de conexión con los países vecinos, las líneas de telecomunicación de fibra óptica, los gasoductos y las líneas eléctricas. “Esa ley es vieja, pero ellos creen que descubrieron la pólvora”, dice entre risas.
Refirió que el seguro de salud universal ya sería una realidad en todo el país como la construcción, por lo menos, en las principales capitales de hospitales de tercer y cuarto nivel, más estructuras para la educación. “Pero todo ese dinero se despilfarró”, aludiendo a los ingresos por más de 6500 millones por la venta del gas.
Su Gobierno
Como vicepresidente, le tocó asumir de improvisto como presidente el año 2001 tras la enfermedad del entonces mandatario, Hugo Bánzer Suárez, encontrándolo en un momento tenso del país. “Fue la media década perdida según la Cepal y yo la sufrí”.
Esta media década fue de 1998 al 2003 en base a los informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“No la escribí, teníamos que hacer planes de empleo porque la gente estaba despedida”, rememora los primeros días de su Gobierno, donde empezaron a captar recursos de financiamiento barato de organismos internacionales. “Exportábamos 1200 millones de dólares, importábamos 2200 millones”.
Destaca que en su gestión liquidaron la deuda internacional que agobiaba a Bolivia, además de abrir carreteras. “En cinco años el Servicio de Caminos abrió más carreteras que en los 50 años anteriores”, dice al destacar el trabajo del ingeniero José María Bakovic, que era el presidente del extinto Servicio Nacional de Caminos (SNC).
“Luego, el Gobierno le persiguió hasta romperle el corazón”, lamenta al tener todavía presente la muerte de este funcionario que fue uno de sus principales apoyos durante su gobierno.
También destaca la exportación de gas al Brasil como la realización de gasoductos que hasta ahora mantienen la economía nacional.
Otro de los puntos que matiza es la anulación del pacto de la cerveza para percibir más recursos por medio de los impuestos.
¿Qué se arrepiente de su gestión? Hay un nudo en la garganta del expresidente sobre los sucesos que ocurrieron tras su Gobierno, que quizás pudo evitar.
“Hay un dicho del expresidente del Perú, Alan García, de que el mandatario saliente no puede decidir quién entre a la casa de Gobierno, pero sí puede determinar quién no debe llegar a la presidencia”, resaltó aquel pensamiento del líder peruano.
En aquella oportunidad, García logró evitar que el escritor Mario Vargas Llosa, pese a su popularidad no consiga ganar las elecciones de Perú, cuando casi todas las encuestas lo ponían en 1990 como el vencedor.
Según esta teoría, el presidente saliente puede hacer notar las desventajas que tenga la gestión con el ingreso de determinado candidato al Gobierno.
“Nunca pensé hacerlo, hoy viendo lo ocurrido en todos estos años, me digo de lo que nos hubiéramos salvado si era otro el resultado”, explica al viajar imaginariamente a la elección del 2002 que dio como ganador con un margen mínimo a Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR.
“En mi época me dediqué a gobernar, no había reelección, entonces nos brindamos a trabajar ese año por 18 horas al día”, dejando de lado la justa electoral que se venía, cuando debió darle mayor atención.
Pies de fotos
Jorge Quiroga en entrevista con el equipo de Verdad con Tinta.
El expresidente Jorge Quiroga Ramírez.
Jorge Quiroga durante su gestión de presidente del 2001 al 2002.