Con más de 8 años en el mundo del baile, la tarijeña poco a poco se consolida como bailarina en la industria norteamericana.
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Mercedes Bluske Moscoso
‘Despacito, suave suavecito’, así fue el andar de María del Rosario Avilés Guzmán en la danza. Como buena chapaca, fue lento, pero con paso seguro.
“Me gustaba bailar en las presentaciones del colegio, pero no me imaginaba hacer de esto mi profesión”, cuenta María del Rosario en entrevista con Verdad con Tinta.
Todo cambió en Francia, lugar en el que se encontraba de intercambio en el penúltimo año del colegio, cuando decidió tomar clases de ragga dance, con una amiga.
Minina, como le dicen sus amigos y familiares, cuenta que en la presentación final de aquel curso que había tomado, en medio del show escuchó una voz que le dijo: “esto es lo que vas a hacer el resto de tu vida”.
“Mientras bailaba se me puso la vista en blanco y no llegaba a escuchar bien los sonidos, pero sentía la música dentro mío; ahí fue cuando escuché aquella voz”.
Al llegar a Tarija le contó a su familia que quería ser bailarina, pero su mamá y su hermano le pidieron que analizara otra opciones, puesto que no veían un futuro profesional en el baile.
Minina decidió probar suerte en Nueva York, Estados Unidos, en una escuela de diseño de interiores, pero en sus ratos libres no perdía la oportunidad de seguir su sueño y tomaba clases de baile.
“Encontré una clase de street jazz en el Broadway Dance Center de Nueva York y al ingresar al lugar reviví lo que había sentido en Francia mientras bailaba”, cuenta la joven de 25 años. “Ahí supe que lo mío era bailar”.
María abandonó el diseño gráfico y le avisó a su familia que había decidido dedicarse a su pasión: el baile. Ellos, desde ese momento, no dudaron en ser su pilar fundamental y apoyarla en cada decisión que tomó.
A partir de ese momento su vida fue una vertiginosa aventura, llena de obstáculos, pruebas y personas maravillosas que hicieron que el camino fuera más llevadero.
“Dana Foglia fue un gran apoyo para mí, es como mi mamá en el Baile”, dice respecto a su mentora, quien es coreógrafa de Beyonce y bailó para artistas de la talla de Rihanna y Janet Jackson.
Los últimos dos años los pasó en distintos lugares del mundo recuperándose de heridas del cuerpo y del alma, pero finalmente este 2018 decidió retomar con fuerza el baile, probando suerte en el industria de Los Ángeles. “Ahí están los grandes de verdad”, dice respecto al nivel y la competitividad que hay en la ciudad.
Pero una vez más, la vida le probaría que, despacito, se llega más lejos. Y así fue. Cuando menos lo esperaba y su peregrinar para ingresar a la industria en California se volvía agobiante, un amigo bailarín la llamó para decirle que había mandado sus fotos para un trabajo.
Lo que María no sabía, era que aquella posibilidad de abriría las puertas a un nuevo mundo.
“No supe de qué se trataba el trabajo hasta que me llamó la semana pasada”, cuenta aún emocionada.
“Vas a bailar en una presentación de Luis Fonsi”, fueron las palabras que pronunció su amigo desde el otro lado del teléfono, dejando a Minina sin saber qué decir.
Como si fuera poco, la boliviana participará junto a otras tres personas, en la coreografía del hit mundial: Despacito.
“Cuando me mandaron el video para aprender la coreografía, recién supe que bailaría Despacito”, explica.
El evento será realizado en California, pero al parecer, se trata de un show privado.

Minina en Bolivia
La bailarina se encuentra actualmente en Bolivia y realizará dos talleres de baile en Santa Cruz. El primero será el día lunes 16 de abril de 19:00 a 20:30 horas y enseñará street jazz. El segundo taller será el mismo día, de 20:30 a 22:00; los alumnos podrán aprender a bailar con zapatos de tacón.
Para poder ser parte del taller, pueden enviar un mensaje a su cuenta de Instagram, mininachica o a su cuenta de Facebook, mininalaboliviana.