El estreno en todo el país de este film es el 19 de abril. En Tarija, será en las salas del Megacenter. Para los actores, es importante contar con el apoyo del público en la primera semana de estreno
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Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-abril/2018) Una joven de clase media que vive en Tarija, quien se encuentra en una relación quebrada, por lo que decide separarse de su esposo, empezar una nueva vida en Cochabamba y enfocarse en ella, a través de un viaje interior, “muy particular y emotivo”, describe Andrea Camponovo Gamio, la actriz tarijeña que da vida a este personaje.
Rápidamente, surge la pregunta si el guion está basado en su vida, pues ella es tarijeña y luego decidió irse a Cochabamba junto con su esposo. “Sí, hay muchas cosas con las que me identifico como mujer con Eugenia, sobretodo, porque la película toca la temática de género, que me interesa”.
Pero al mismo tiempo, hay aspectos que la diferencian bastante. “También veo que Eugenia no es Andrea y somos muy distintas”.
Puso como ejemplo que Eugenia es “muy introvertida” y le cuesta expresar sus sentimientos, mientras que Andrea es “todo lo contrario”.
La joven actriz tarijeña de 35 años, cuenta que esta fue una película que fluyó sin mayores complicaciones, por la forma en la que fue filmada, “con un espíritu muy colaborador, entre amigos”.
Y precisamente, el director del film es su esposo, Martín Boulocq, con quien parece entenderse a cabalidad y si de entendimiento se trata, otra de las actrices es su madre, Alicia Gamio, con quien también las ideas fluyen fácilmente.
Alicia hace el papel de la madre de Eugenia, por ende, la relación madre e hija se ve con tal naturalidad, que rápidamente el espectador puede quedar compenetrado. El personaje de la madre también tuvo un divorcio, reflejando en esta historia de ficción, una realidad.
“Creo que la complicidad que tenemos, hace que nos fluyan los diálogos y se tornen creíbles. Siempre dije que es una excelente actriz”, opinó respecto a la compañera de trabajo con la que más se conoce, su madre.
Sobre el director de la película, quien al mismo tiempo es su esposo y compañero de vida, no esconde la admiración que tiene hacia él, misma que con el tiempo se hace más fuerte.
“Admiro mucho el artista que es; me siento muy cómoda y segura trabando con él. Nos conocemos tan bien, que casi te podría decir que me puede dirigir con la mirada”, admitió.
Pero en el mundo de las artes no todo es oro; más si se produce en Bolivia. “La mayor complicación fue el hacer cine en un país que no brinda a los artistas las herramientas, o políticas estatales y sustento a las artes; concretamente al cine”.
El esfuerzo privado empieza a dar sus frutos, con nominaciones internacionales, aunque el costo todavía sigue siendo elevado, quedando un largo trecho por caminar como país en este sentido. El estreno de esta película en todo el país es el 19 de abril; en Tarija será en las salas del Megacenter.
Realidad o ficción
Hay una realidad por detrás que se filtra en esta película, según explica Andrea, especialmente al tocar la visión de género, pero no exclusivamente desde la violencia, sino con comportamientos o acciones comunes que no son tomadas en cuenta, pero que sí, pueden generar daño, por eso es que esta cinta, llama a un debate sobre la visión actual que se tiene en esta temática.
Al mismo tiempo, las escenas de exteriores como en las plazas o los mercados, se nota que las situaciones suceden por sí mismas, sin ningún tipo de intervención.
“Los extras son personas que estaban ahí, haciendo sus cosas y eso hace que la película tenga un cierto realismo en contraposición con la ficción”, explica.
Y esos lugares fueron filmados en Tarija, en el Mercado Central improvisado, antes de la entrega del nuevo edificio y en la antigua terminal de buses Agustín Morales, despertando también nostalgias a quienes pasaron recuerdos inolvidables por esos lugares.
Si bien el personaje de Eugenia, no es similar a la personalidad de Andrea, ella consiguió influenciar en la producción, para ponerle el toque perfecto en ciertas escenas como sus platos favoritos.
“De hecho, yo influencié bastante para que en la escena del mercado en Tarija, Eugenia esté comiendo sopa de maní”, dice la bella actriz entre risas.
El rodaje tardó unos dos años en ser producido, si bien el tiempo fue largo, la artista cuenta que le ayudó bastante estar ligada con otros proyectos paralelos.
“Si no estoy actuando, estoy produciendo alguna publicidad, o haciendo el estilismo de moda para alguna sesión fotográfica, armando mi proyecto de cocina o haciendo dirección de arte”, cuenta.
La joven actriz, que inició en este campo el año 2005 con la película Espíritus Independientes de Gustavo Castellanos Echazu, en el primer largometraje tarijeño, tiene una carrera ascendente, demostrando que su vocación por la actuación no era una casualidad, llegando a un personaje reflexivo que hará reflexionar a todos los bolivianos.
“El hacer me mantiene activa”, finaliza tras responder el cuestionario al equipo de Verdad con Tinta, mostrando una artista madura y cada vez más completa.
Los datos
La película boliviana ya estuvo presente y nominada en los siguientes festivales:
Mostra Internacional de Sao Paulo
Festival Internacional de cine de Mar del Plata
Festival Internacional de Cine de Guadalajara: Nominada al Premio Mayahuel al mejor guión
Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay