El interés comercial frente a la preservación del medio ambiente entra en el debate mundial por el uso de esta técnica
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Mercedes Bluske Moscoso y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-mayo/2018) La técnica de fractura hidráulica para la extracción de hidrocarburos generó posturas a favor y en contra a nivel global. Los principales motivos: el medio ambiente, la economía y la alta demanda de combustibles fósiles
Argentina, Canadá, China y Estados Unidos se encuentran entre los países que abanderaron esta técnica, a pesar de las críticas de los ambientalistas y de algunos países de la comunidad internacional.
Los cuatro países son los únicos que producen suficiente gas de esquisto, el que se obtiene a través del fracking, como para comercializarlo.
En el caso de Argentina, el gas de esquisto fue como un vaso de agua en medio del desierto, debido a la crisis energética que afrontó entre 2012 y 2014.
En Canadá y Estados unidos, este método también es utilizado, aunque no en la totalidad de su territorio.
Vermont, Estados Unidos, en 2012 se convirtió en el primer Estado en prohibir el fracking en su territorio.
Meses después, Nueva Jersey y Carolina del Norte siguieron por el mismo camino, al igual que otras ciudades del Estado de Nueva York.
Recientemente, Maryland y otros Estados se sumaron a la prohibición de la explotación de gas de esquisto, y la lista sigue creciendo.
Aunque hay Estados o provincias que rechazan la actividad, la postura de los cuatro países persigue fines comerciales, más que medioambientales.
En el bando contrario, la lista de países que prohíben y repudian esta técnica, es más extensa.
Francia encabeza el escalafón, ya que en el año 2011, se convirtió en el primer país en prohibir el fracking, tras una votación de la Asamblea Nacional Francesa.
El entonces presidente Nicolás Sarkozy, aprobó la medida, y el actual presidente François Holland, la ratificó.
En Escocia, está vigente desde el 2015 una moratoria indefinida que impide el fracking en todo su territorio.
La petroquímica Ineos, considerando que la moratoria era ilegal, pidió al Tribunal de Edimburgo que la examinara. El Tribunal fallará en los próximos días, pero la opinión pública espera que la moratoria se mantenga.
Tras años de disputa sobre los pros y contras del fracking, Alemania prohibió la actividad en su territorio en 2016.
Tras una serie de protestas en la calle y presión social, Bulgaria prohibió el fracking y el Gobierno se vio obligado a rescindir un contrato con la empresa petrolera Chevron.
En Bulgaria no solo está prohibida la explotación, sino también la exploración.
Por su parte, Reino Unido rechazó el gas de esquisto como una posible solución a sus problemas de abastecimiento energético, ya que sus gobernantes consideraron que los perjuicios y daños que ocasionaría la extracción, serían mayores a los beneficios.
Italia, España, República Checa son otros países en los que no se permite esta actividad petrolera.
En Sudamérica, Uruguay prohibió el fracking durante cuatro años, en 2017, tras presentar un proyecto de ley que fue aprobado el 5 de diciembre de dicho año por el Senado.