Risueña, alegre y determinada a hacer de su vida un camino lleno de experiencias, y no de excusas, la joven diseñadora de indumentaria apuesta por las arenas del entretenimiento.
Si bien el mundo del diseño y el de la comedia son harina de diferente costal, la cruceña Natalia Añez Vera Campos lleva el stand up en su espíritu, pues quienes la conocen, saben que ella vive para sacar una sonrisa-o una risotada- a quienes la rodean.
Pese a su característico espíritu jovial, no fue hasta hace unos años que decidió explorar el mundo de la comedia a través del stand up, un desafiante formato de entretenimiento caracterizado por ser un monólogo en el que el comediante le habla de manera directa al público.
“Yo siempre consumí stand up, especialmente de comediantes americanos”, cuenta en entrevista con Verdad con Tinta.
“Un día me entraron ganas de probar, pero me dije a mi misma ‘ya estas vieja para eso”, continúa la joven, quien pronto se dio cuenta de que estaba cometiendo un error al pensar que la edad era un impedimento, sobre todo, porque cabe resaltar que solo tiene 29 años.
Desde entonces, Añez dio un giro a su filosofía, llenando su vida de nuevas experiencias y alejándose de las excusas. “Realmente eran solo excusas o miedos”, asegura.
De esta manera, un taller de stand up llevó a otro y, sin darse cuenta, pronto estaba en el escenario de alguna noche de micrófono abierto, dando rienda suelta a su chispa e imaginación.
“En Santa Cruz se están abriendo cada vez más espacios para los comediantes, a través de movidas como el micrófono abierto o concursos de stand up”, cuenta Natalia, enfatizando en que el tener esos espacios es bueno para fomentar la movida artística, sobretodo abriendo las puertas a nuevos talentos.

Más allá de lo cómico del espectáculo, Natalia no puede evitar ver que son pocas las mujeres que se animan a incursionar en el mundo del show, y cuando lo hacen, son medidas por la vara del “ser señorita”.
De los 24 participantes del concurso nacional de stand up, denominado El Comicón, solo 6 son mujeres.
“Creo que las mujeres tenemos más miedo a ser juzgadas, porque muchas veces lo somos”, dice al respecto Natalia, quien se encuentra dentro de las pocas que hacen a la cifra.
“Muchas veces se me acercan señoras a decirme que fingir un orgasmo en el escenario no es de señorita”, agrega la joven comediante entre risas, pero haciendo énfasis en que la mayoría de las veces son las propias mujeres las que juzgan a las mujeres.
Desde el escenario, Natalia busca hacer un humor sin estereotipos, pues para ella, no hay “reglas” para ser mujer.
Así, su propuesta en el mundo de la comedia viene cargada de espontaneidad, reflejando diferentes situaciones y vivencias de su vida cotidiana para proyectarlas desde el plano del humor, pero también visibilizando problemas que le toca afrontar como mujer.
El acoso callejero, los piropos y el sexo, desde el punto de vista femenino, son realidades que la joven expone dentro de sus monólogos.
La autocrítica es otra fuente inagotable de inspiración para ella, pues asegura que el exponer sus defectos y maximizarlos frente al público la hizo sentirse más segura de ella misma más allá del escenario. “Tener la capacidad de reírse de uno mismo, es un plus”.
Aunque ya lleva un tiempo considerable en el mundo del monólogo, Añez asegura que hasta que no escucha la primer risa del público, no pasan los nervios y la adrenalina. Subirse al escenario y entretener a una audiencia con el micrófono como tu único aliado, sin duda alguna es un desafío.
- Sabor Sónico
Aunque no en el escenario, Natalia ya estaba acostumbrada a estar frente a una audiencia, pues junto a su amigo y socio, Rafael Canedo Ortuño, en 2018 crearon Sabor Sónico una propuesta que busca mostrar emprendimientos gastronómicos a través de las redes sociales y, por supuesto con mucho humor.
Sabor Sónico es una página de Facebook a través de la que los dos comediantes muestran diferentes emprendimientos y destinos gastronómicos en la ciudad de Santa Cruz.
Como es de esperar, los videos tienen un toque cómico que le aportan espontaneidad a su contenido. La diseñadora de indumentaria, que además tiene una fábrica de ropa de trabajo y uniformes, espera dedicarle más tiempo a este proyecto que combina sus dos pasiones: la gastronomía y el humor.
Que grande, Natalia!! Tu padre está muy orgulloso de vos. Y algo, seguramente, heredaste de él, amaba el humor como medio de vida. Aprendimos juntos, a darle color a nuestra adolescencia a través de la ocurrencia espontánea. El humor no te hace más superficial, todo lo contrario, te da un punto de vista mucho más transparente de cada situación o persona a la que tienes que determinar. Tu viejo ya no está, pero que vos lo estés, hace que se lo tenga cerca. Abrazo y que sigas haciendo lo que te apasiona y divierte… creo que es lo mismo.