A mediados de septiembre, los devotos de la Virgen de Guadalupe se engalanan con sus coloridos trajes folklóricos para demostrar su fe bailando a lo largo de la ciudad, hasta llegar a los pies de su patrona, en la plaza 25 de Mayo.
Según versan los escritos históricos, la fe a la Virgen de Guadalupe o Virgen
“Morena” se remonta a los reyes católicos españoles, Fernando II (1452-1516+) e
Isabel I (1451-1504+), fieles devotos de María.
La devoción llegó al continente junto con la Santa María, la Niña y la Pinta,
las embarcaciones utilizadas por Cristobal Colón (1451-1506+) es su expedición
al Nuevo Mundo, pues había sido apoyado en su pericia por Isabel I, pidiendo a
la Virgen de Guadalupe que los amparara en sus campañas colonizadoras.
Una vez que América fue ocupada, los colonos, de predominante devoción a la Virgen
de Guadalupe, mandaron a levantar altares en su honor en diferentes ciudades, llegando a la entonces Real Audiencia de Charcas,
siendo Potosí y Sucre las ciudades de mayor interés para la propagación de la
fe.
La devoción a la Virgen de Guadalupe se celebra en Chuquisaca desde 1601, pero desde 1987 se incluyó en los festejos la Entrada Folclórica.
- Otras creencias
Otra versión respecto a la devoción a la Virgen de Guadalupe, dice que un burro cargaba una caja en su lomo por los pastizales de la ciudad, sin dejar que nadie se asomara a él.
Tras varios intentos fallidos de los habitantes por asomarse al animal, llegaron los sacerdotes, logrando acercarse mansamente.