Con el crecimiento urbano y el aumento del tráfico ha incrementado considerablemente la contaminación acústica en la ciudad de Tarija. Uno de los principales actores de este problema ambiental es el transporte, o al menos eso indica el secretario de Medioambiente de la Alcaldía, Carlos Baldivieso.
Son “cientos” de personas que se exponen diariamente a niveles de ruido prolongados que resultan perjudiciales para el bienestar de las personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Después de la contaminación atmosférica, el ruido es la segunda causa ambiental de problemas de salud.
El centro de la ciudad de Tarija ocupa el 5 % del espacio urbano, pero concentra a más del 50 % de las actividades, albergando escuelas, oficinas de administración, servicios, mercados, equipamiento y salud, entre otros.
“Esta aglomeración de actividades conlleva al incremento de niveles de ruido ambiental que afectan de manera directa a la calidad de vida de las personas, cuyos efectos son la disminución de la capacidad laboral, estrés, dolor de cabeza, irritación, pérdida de sueño y de la audición a largo plazo entre otros”, según señala el artículo científico: Evaluación de los niveles de ruido ambiental en el casco urbano de la ciudad de Tarija, publicado en 2017 en la revista de ciencias y tecnología Acta Nova .
Esta investigación es considerada uno de los pocos trabajos que hace énfasis en las causas de esta amenaza invisible para la salud.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que el límite permisible es de 70 dB (decibeles) y la Ley de Medio Ambiente N°1333 en su Reglamento en Materia de Contaminación Atmosférica (RMCA) indica que el máximo permisible es de 68 dB.
La OMS recomienda una máximo de 70 decibeles.
En esa razón, las investigaciones concluyen que los límites de ruido son sobrepasados, pues los valores máximos de ruido oscilan en mayor porcentaje dentro del intervalo de 87 dB y 96 dB, los que se dan en horas picos que inician de 7.30 a 8.30, en la mañana; de 12. 00 a 12.40 en el mediodía y de 18.00 a 19.30 por la noche.
El secretario municipal coincide con la investigación al indicar que el transporte es la principal fuente de contaminación acústica.
Baldivieso indicó que al asumir la cartera, se han sostenido conversaciones con funcionarios de la Secretaría de Movilidad Urbana para incrementar los controles de ruido en la urbe tarijeña, porque en esta época de fin de año tiende a incrementar, pues se suma la pirotecnia.
Baldivieso prevé coordinar antes de finalizar el año un encuentro con funcionarios de la Secretaría de Movilidad Urbana y representantes del transporte para abordar la problemática de la contaminación acústica.
El funcionario municipal asegura que hubo a lo largo de este 2020 operativos encabezados por la Alcaldía, donde entregaron “amonestaciones” a propietarios de automotores que superan el límite de ruido permisible, pero no se llegó a una sanción.
¿Por qué no existen sanciones? La respuesta del secretario es porque los amonestados “subsanan” las recomendaciones que les hacen los funcionarios municipales.
La investigación de la evaluación de los niveles de ruido ambiental de la ciudad, señala que las motocicletas con escape libre representan el 36% de la emisión de ruido de la ciudad, las bocinas de vehículos el 34%, la publicidad auditiva (parlantes y música de vehículos) el 7%, motor de vehículos antiguos 7%, alarma de vehículos 5%, frenos, 4%, sirena 3%, vuelo de avión 2%, otros (llanto de niños, risas, marchas y bandas) 2%.
El Centro de Revisión Técnica Vehicular (CRTV) contrarresta los datos e indica que un 82 % de motocicletas exceden los límites permisibles con un nivel de 92 dB aproximadamente y solo un 18 % de estos motorizados llega a 80 dB.
Conclusiones
Las conclusiones del trabajo investigativo indican que las principales fuentes generadoras de ruido son las motocicletas que circulan con el escape libre, el uso de bocinas en vehículos particulares y micros del servicio público.
También afecta la publicidad auditiva ya sea móvil o fija, además, cierto porcentaje pertenece al motor de vehículos antiguos, especialmente los microbuses.
Indica que el 39 % de los nodos medidos excede los 68 dB establecidos por el RMCA y el 61 % es permisible.
Los valores que exceden oscilan entre 65 y 75 dB, estos intervalos producen impactos en la población como ser comunicación extremadamente difícil y pérdida del oído a largo plazo, además de hipo acústica marcada y severa.
El valor máximo registrado durante la medición en la ciudad de Tarija es de 100.9 dB, que es del nodo 38 ubicado en la calle Bolívar y Colón a las 18.00, que sería la “hora pico”.
Como resultado secundario de este trabajo de investigación se descubrió que las calles con mayor tráfico de vehículos livianos son: Ballivian, Corrado y Colón.
Ballivian debido a que es el conector de la zona central con la zona comercial del Mercado Campesino.
Las calles Corrado, Ballivian y Colón del centro de la ciudad respectivamente tienen mayor afluencia de motocicletas, que son la principal fuente generadora de contaminación sonora en el cuadrante de estudio.
La mayor afluencia de microbuses del servicio público es en las calles Domingo Paz y Bolívar, donde se registraron elevados valores, debido a que son la cuarta fuente emisora de niveles elevados de ruido, indica el estudio.
Se registraron valores elevados de niveles de ruido en las calles Domingo Paz y General Trigo, debido a la concentración de actividades económicas y flujo vehicular.
En la calle Bolívar también se dan elevados niveles de ruido, generados por la congestión vehicular ocasionada por la afluencia de micros y motocicletas.