Una idea, una clase y un acalorado debate, dieron pie a uno de los proyectos comunicacionales que pretende dejar huella, no solo en el curso que lo vio nacer, sino en la comunidad universitaria, como un aporte en las diferentes áreas que engloban las ciencias de la comunicación, ese es “El Balcom” de la Universidad Católica Boliviana (UCB).
El docente promotor de este proyecto, Eduardo Ávila Sánchez, explica a Verdad con Tinta que el nombre es sencillo, pero con un significado particular para los estudiantes de la Carrera de Comunicación Social de la UCB-Tarija.
“Com” viene de comunicación y “bal”, por el primer laboratorio audiovisual de esta universidad, que precisamente tiene “su balconcito”, dice el docente con una picaresca sonrisa.
“Cuando estábamos en el centro –de la ciudad-, teníamos el balcón de la cafetería –de la universidad- y de ahí nació la idea de ponerle El Balcom”, cuenta el docente.
El académico explica que en las nuevas instalaciones de esta carrera universitaria que se encuentran frente a la iglesia Catedral, su laboratorio audiovisual también tiene un “balconcito”, por lo que sigue relacionándose con el nombre.
Este emprendimiento nace hace aproximadamente dos años y medio, en una de las aulas de la Universidad Católica Regional Tarija, cuando los estudiantes de Comunicación Social cursaban la materia de Prácticas Guiadas, donde debían poner en marcha un proyecto que englobe las diferentes áreas de la carrera.
En primera instancia, surgió la idea de crear una revista digital, cuya finalidad sea desarrollar proyectos de comunicación para la universidad y también convertirse en un espacio, en el que, los estudiantes de Comunicación Social puedan ir explorando de manera práctica las diferentes áreas de la carrera.
Docente y alumnos, se tomaron una clase para debatir y elegir el nombre de la revista.
Uno de los estudiantes, Carlos Kúncar Villena, sugirió que la revista se llamase “El Balcom”, quien explicó el motivo del nombre que “a todos les gustó”, relata Eduardo Ávila.
“A todos les pareció interesante, llamativo y fuera de lo común; realizaron una votación en la que estaban de acuerdo”, recuerda el docente.
El primer intento de la revista fue “bueno”, tuvo aceptación de la comunidad universitaria, en el segundo “mejoró” y creció “un poco más”, asegura el impulsor.
Eduardo Ávila afirma que la revista está “lista” para volverse en un medio de comunicación para la universidad y comenzar a experimentar en otros contenidos que no sean solamente multimedia como reportajes, audiovisuales o podcast, sino también, realizar transmisiones en vivo, subir videos a YouTube, lanzar programas de radio y habilitar sectores de televisión en donde se puedan tener diferentes invitados, ya sean dentro o fuera de esta casa universitaria.
“La idea es generar contenido que tenga que ver con la universidad o sus actividades, pero que no necesariamente se opte por una visión institucional o de marketing”.
Según los estudiantes de Comunicación, este proyecto pretende mostrar historias de personajes de la UCB, iniciativas en arte, música, teatro y deporte, entre otros.
“Conocer un poco más allá de las carreras y vida universitaria”, dice Guillermo Loayza, uno de los jóvenes impulsores del proyecto.
Los estudiantes de la Carrera de Comunicación Social volvieron a retomar el proyecto de la revista digital, de forma que no sea “una simple práctica de una materia”, sino convertirla en una opción para que los demás puedan consumirla.
“El Balcom” es un proyecto netamente académico, en donde los estudiantes ponen en práctica todo conocimiento teórico avanzado, de forma que se vayan adaptando en el manejo y administración de un medio de comunicación.
Una de las reglas importantes que se estableció dentro de este proyecto, es que, si se llegase a promocionar publicitariamente algún producto o servicio, será “totalmente gratis”.
La idea es promocionar los diferentes emprendimientos de estudiantes o de la comunidad universitaria que surgieron y que requieren de los medios de comunicación para llegar a más personas ¡Una mirada única! desde uno de los balcones de la UCB, aquel que ocupan los comunicadores.