En el mundo se gastan más de cuarenta mil millones de dólares al año, en mandar mil trescientos millones de toneladas de basura orgánica a vertederos o basurales a cielo abierto, donde generan entre el ocho y diez por ciento de los gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Latinoamérica se generan más de quinientas mil toneladas de basura al día, lo que representa el 10% de la basura producida a nivel mundial, y se espera que para 2050 la cifra supere las seiscientos cincuenta mil toneladas. Un tercio de esa basura termina en basurales a cielo abierto, constituyéndose en una amenaza para el medioambiente y la salud.
Para la ONU, a gestión de la basura en América Latina y el Caribe es uno de los mayores retos para la sostenibilidad de la región.
Ante esta realidad, un grupo de científicos chilenos y un empresario de origen boliviano, plantean una solución económicamente viable y eco sustentable para la gestión de residuos orgánicos. ¿Cómo?
El proyecto empezó a germinar en Gridx, un Venture Capital especializado en biotecnología, orientado a transformar ideas científicas en startups exitosas.
GridX reúne 20 proyectos científicos de Latinoamérica con 20 perfiles de empresarios de la región, bajo el objetivo de “incubarlos” en un proceso de tres meses, buscando que los proyectos y los empresarios encuentren las piezas faltantes para impulsar los proyectos los unos en los otros, dando paso a la formación de sólidos equipos tanto en lo empresarial como en lo científico.
En términos científicos, la química entre el empresario boliviano Gerardo Bluske Moscoso, actual Chief Business Officer y Cofundador de la empresa, y sus socios, los chilenos Daniel Troncoso, Rocío Espinosa y José del Solar, fue inmediata.
ByBug encontró en Bluske el soporte que necesitaba desde lo comercial, mientras que Bluske se vinculaba con un proyecto que se alineaba con su propósito de vida: generar un impacto positivo en el mundo.
“Hay un concepto que ha sido bisagra en mi vida, que es la definición de éxito”, dice Bluske sobre sus motivaciones para dejar el mundo corporativo, y pasar al mundo startup.
“Para mí, él éxito es vivir en congruencia con tu potencial. Yo consideraba que mi potencial se iba a explotar en algo que trascienda y cambie el status quo de algo para mejor”, explica el boliviano de 33 años, quien encontró todo aquello en ByBug.
Creada el año 2022, el propósito de ByBug es transformar la forma en la que se gestionan los residuos orgánicos, promoviendo una mirada hacia éstos como un producto con valor agregado. Para ello, la empresa ha desarrollado dos tecnologías: ByBug Sinthetics y ByBug Farms.
ByBug Synthetics utiliza insectos editados genéticamente para transformar los residuos orgánicos en proteínas recombinantes, como vacunas para animales o enzimas industriales, mientras que ByBug Farms utiliza una tecnología modular desarrollada por la empresa, que le permite trabajar en el lugar donde se generan los residuos orgánicos y, a través de insectos genéticamente modificados, convierten aquellos deshechos en sub productos de alto valor agregado, como fertilizantes y proteínas.
Un kilogramo de insectos, permite tratar hasta 30 toneladas de residuos
El hecho de poder trabajar los residuos insitu, es un factor de suma importancia, dada la accidentada geografía que presenta Latinoamérica y el elevado costo que representaría el desplazamiento
En los módulos, los insectos se alimentan de residuos orgánicos de manera natural, transformándolo en fertilizantes, a través de su excremento, o en proteínas, gracias a los nutrientes que retienen en su organismo.
“Viendo lo que sucede en la naturaleza, replicamos el proceso a nivel industrial, utilizando insectos en los módulos donde ingresa el residuo orgánico”, explica el ingeniero industrial especializado en administración de empresas por el IAE Business School de Buenos Aires.
Durante aproximadamente diez o doce días, los insectos modificados por ByBug se alimentan de los residuos orgánicos que son depositados en las bandejas de tratamiento junto con los huevos de insecto, transformándolo en fertilizante, mientras que la larva viva, que es la larva de la mosca Soldado Negro, se convierte en proteína que, entre otras cosas, es utilizada para la alimentación de animales.
“Nuestro proceso es carbono negativo, porque por cada tonelada que nosotros tratamos, estamos evitando la liberación de 2,9 toneladas de CO2 a la atmósfera”, dice el joven nacido en la pequeña ciudad de Tarija y radicado en Córdoba, Argentina, hace quince años.
Si bien a nivel mundial existen otras alternativas para tratar los residuos orgánicos, como el compostaje, ninguna es tan eficiente, sustentable y rentable, como la que plantea la empresa, con el respaldo de evidencia científica. Prueba de ello es que, con un kilogramo de los insectos modificados genéticamente por ByBug, se pueden tratar 30 toneladas de residuos, ocupando un espacio de aproximadamente 100 metros cuadrados en los predios de los clientes, donde se instalan las denominadas “ByBug Farms”, capaces de tratar una tonelada de residuos diaria.
Por su parte, ByBug permite a las empresas convertir su basura en ingresos, pues tanto los fertilizantes como las proteínas de insecto resultantes del proceso, son bienes de alto valor en el mercado. Cada tonelada procesada por ByBug, se traduce en 600 kilos de fertilizante y 70 kilos de proteína de insecto, al margen de que el tratamiento se realiza in situ, eliminando el costo de transporte a vertederos.
La startup también busca trabajar proteínas recombinantes, que puedan ser utilizadas para inmunizar animales a través de la alimentación, aumentando aún más el valor del producto.
El trabajo de la empresa le ha merecido sumar a su junta de asesores e inversionistas, a dos perfiles de alto calibre en el ecosistema Latinoamericano, como Pablo Zamora, fundador de NotCo; Ariel Gringaus, cofundador de Colegium y Alan Farcas, renombrado inversionista con participación en Lab4U y Betterfly, entre otras.
Además de participar en eventos como eMerge Américas y haber pasado por el proceso de aceleración de Start-up Chile y Halcyon House: Climate Resilience in LatinAmerica and the Caribbean, ByBug ha sido elegida por la revista Life Science como una de las 10 startups más prometedoras de Latinoamérica.
ByBug promete volar alto en el ecosistema emprendedor de la región.