Bautizada como Blend, el artista visual Erich Conzelmann Castellanos inauguró una nueva exposición en la Casa de la Cultura de Tarija. Se trata de una colección de óleos que, si bien no reúnen una temática en común, representan lo más íntimo creado por el artista tarijeño hasta la fecha.
La carrera de Erich Conzelmann tiene un inicio claro: la infancia. Ya de niño sentía el llamado tanto de la pintura como del dibujo, áreas que fue explorando en soledad hasta la universidad. Tras elegir a la Arquitectura como su camino profesional, se topó en las aulas con talentoso compañeros que nutrieron su aprendizaje artístico. La fotografía también se sumaría como una expresión artística que sigue explorando hasta hoy.
Aunque explica que estudiar Arquitectura fue una decisión consciente, también señala que “hace años” faltaban espacios de formación artística en Tarija. “Había -instituto- Bellas Artes y algunos cursos cada tanto”, recuerda. Sin pensarlo dos veces asegura que si hubiese existido una carrera de arte puro en las universidades tarijeñas la habría tomado como primera opción. En los últimos años se sintió tentado a cursar la Carrera de Diseño Gráfico.
El tiempo lo llevaría a una primera exposición en el año 2006, y desde entonces ha mantenido exhibiciones anuales tanto individuales como colectivas.
“No hay un hilo conductor en cada cuadro, pero si hay algo que comparten, es que se trata de mi exposición más íntima y personal hasta ahora”.
A inicios de 2023 comenzó a trabajar en Blend, su actual exposición. Esta parte de un conjunto de cuadros trabajados al óleo en lienzo y paneles de algodón. Blend cuenta con una variedad de cuadros que no repite ni conceptos ni elementos más de dos veces, al respecto, el artista explica que “no hay un hilo conductor en cada cuadro, pero si hay algo que comparten, es que se trata de mi exposición más íntima y personal hasta ahora”.
Es justamente por la variedad de representaciones —que van desde retratos hasta calaveras, pasando por el Illimani— y el carácter ecléctico de las obras que Erich eligió el nombre. “Blend es una palabra francesa que se usa para referirse a la mezcla de los vinos cuando se busca combinar sabores, aromas, texturas”, apunta.
Sobre lo que espera de quienes visiten Blend, dice que “es el espectador el que da la pincelada final” para señalar que algunos de sus cuadros tienen “guiños” ocultos que no siempre son descubiertos, pero que suele sorprenderse por las lecturas e interpretaciones que el público hace de su obra.
Blend es una palabra francesa que se usa para referirse a la mezcla de los vinos cuando se busca combinar sabores, aromas, texturas”.
Una de las preguntas que suele recibir de quienes se acercan a su arte es por qué no suelen haber temáticas folclóricas o tarijeñas. Si bien las hay de una forma sutil, Erich explica que entiende el porqué de la pregunta. Todo parte de su visión del arte y de la intención por buscar lo auténtico. “Soy tarijeño y tal vez algún día me gustaría pintar algo más folclórico, pero por ahora busco cuadros que no tengan un arraigo cultural”, afirma.
Junto a los cuadros, Erich expone una variedad de souvenirs como imanes para heladeras y tazas, estos tienen reproducciones de sus cuadros en miniatura. Este giro comercial de su trabajo es una manera en la que el artista busca diversificar tantos los lienzos en los que plasma su obra como la formas en que el público la consume. Una de sus metas a futuro es imprimir su trabajo en textiles.
“Soy tarijeño y tal vez algún día me gustaría pintar algo más folclórico, pero por ahora busco cuadros que no tengan un arraigo cultural”.
Blend fue inaugurada la noche del lunes 11 de septiembre y la asistencia, con alrededor de 70 personas, duplicó las expectativas del artista. Todos los cuadros están a la venta con precios que oscilan entre los Bs 700 y Bs 2000. La entrada es gratuita y los visitantes son recibidos por el autor.
La exhibición está abierta hasta el viernes 15 de septiembre.
Blend no solo es una exposición creada desde lo íntimo, es una miscelánea de conceptos en una búsqueda por la autenticidad desde una mirada universal del arte, una exposición que se escapa de las modas y de lo repetitivo.