La nueva exposición del artista visual Erich Conzelmann surge como una manifestación íntima de sus sentimientos más profundos. A lo largo de dos años, Conzelmann ha plasmado su experiencia vital en una de sus colecciones más personales hasta la fecha. Desde el lunes 10 de junio, Los Altos del Marqués lucen en sus muros la obra del artista tarijeño.
Intruso se define como una conversación entre el espectador y el creador, donde Conzelmann se presenta como un intruso en la mente de quienes observan sus obras. Esta propuesta invita al público a considerar y reflexionar sobre cada pieza, ya sea emitiendo una crítica positiva o negativa. Como expresa el propio artista: «Me imaginé como si fuera un personaje, yo como autor siendo un intruso ante aquellos que contemplan mis obras, dejando una impresión duradera en esos minutos».
Cada lienzo es una ventana a diferentes etapas emocionales del artista, donde purga sentimientos atorados y expone estados de ánimos y facetas suyas, que se manifestaron en el transcurso del tiempo después de la pandemia. Conzelmann confiesa que no busca inspiración luminosa al pintar, rechazando la noción romántica del artista impulsado por una musa. Más bien, encuentra en la pintura una forma de terapia, un medio para liberar emociones.
Se denomina a sí mismo como introvertido y autocrítico, apasionado por plasmar en lienzo sus pinturas mientras disfruta del aroma del óleo. Desde 2006, ha iniciado su carrera artística exponiendo por primera vez en la Casa de la Cultura, participando en alrededor de 50 exposiciones hasta la fecha. Muchas de estas exposiciones son colaborativas; en estas colaboraciones, ha presentado tanto pinturas como fotografías, ya que también es fotógrafo y ha expuesto en varias galerías y espacios artísticos.
Desde una temprana edad, Erich Conzelmann ha estado inmerso en el arte. Recuerda cómo su familia lo impulsaba: “Mi familia me hizo creer que tenía talento, se veían maravillados por mis dibujos”. Entre sus obras favoritas se encuentra una calavera, en la que destaca la técnica que empleó para lograr un contraste cautivador entre colores cálidos y fríos.
Erich también se ha desempeñado como docente de Arquitectura, Diseño Gráfico y Fotografía. A pesar del enfoque predominantemente teórico y técnico de estas disciplinas, siempre logró infundir su sensibilidad artística, mostrando un lado más humano y creativo. Ahora, en su nueva etapa como profesor de Artes Plásticas en las aulas escolares, experimenta una libertad aun mayor. “Aquí, los estudiantes tienen la oportunidad de explorar y expandir su imaginación en un entorno de formación que resulta ser más dinámico y fresco que la universidad”. Este contexto les permite estar más abiertos a nuevas ideas y enfoques, lo que brinda al docente la posibilidad de nutrir y fomentar su creatividad de manera más visible.
Erich Conzelmann continúa desafiando las fronteras entre la realidad y la creatividad, invitando al público a sumergirse en su mundo intrínseco a través de sus obras.