Con un contexto complejo para el ejercicio pleno del periodismo en Bolivia, en Tarija se debatió el pasado 29 de noviembre sobre los casi 100 años de vigencia de la Ley de Imprenta, una de las pocas normativas que protege el trabajo de los profesionales en la comunicación.
“La lucha para la promulgación de la Ley de Imprenta fue muy grande, no solo para lograr su aprobación, sino también para que entrara en vigencia” dijo el actual premio nacional de periodismo Pedro Glasinovic Villafán, quien recordó las dificultades de hacer cobertura en tiempos de dictadura.
El seminario fue realizado el 29 de noviembre en el salón principal del hotel Innova, el cual fue organizado por la Asociación de Periodistas de Tarija (APT).
En este encuentro participaron como expositores la abogada y académica especializada en Derecho Constitucional Gisela Derpic Salazar y el actual premio nacional de periodismo Pedro Glasinovic.
Si bien la Ley de Imprenta tiene casi 100 años de vigencia, hay todavía miles de periodistas en el país que no conocen los alcances de la norma.
¿De qué trata la Ley de Imprenta?, ¿cuáles son sus alcances?, ¿por qué es importante cuidarla y defenderla? fueron las principales directrices del seminario.
El presidente de la Asociación de Periodistas de Tarija Humberto Vargas Fuentelzas destacó que es “fundamental” aclarar que dicha normativa no actúa como un escudo que ampara de manera absoluta a los periodistas, ya sea en forma de imagen, palabras o escritos. “Muchas personas en la sociedad creen erróneamente que esta ley protege indiscriminadamente todo tipo de expresión, pero esto no es así”.
La vigente Ley de Imprenta fue promulgada el 19 de enero de 1925 por el entonces presidente Bautista Saavedra Mallea.
Esta ley establece que todo ciudadano boliviano tiene el derecho de publicar sus pensamientos en la prensa sin previa censura, salvo las restricciones previstas por la normativa legal. La norma también respalda a los periodistas ante presiones para revelar la identidad de sus fuentes.
La ley no solo protege la libertad de prensa, sino que también establece los tribunales de imprenta, con el fin de tratar y juzgar faltas o delitos cometidos por periodistas o medios de comunicación en el desarrollo de su trabajo.
El seminario puso énfasis en la responsabilidad de los periodistas de clasificar y verificar la información antes de publicarla para no dañar su credibilidad profesional. También se discutió la corresponsabilidad de los editores y periodistas en la transmisión de la información, reconociendo que ambos actores juegan un papel fundamental en la protección de la verdad.
“La libertad es el poder de elegir”, refirió Gisela Derpic citando a la destacada periodista Lupe Cajías. La abogada realizó una crítica a los actores políticos. “Existen leyes de acceso a la información, pero no hay acceso real a la información”.
Derpic criticó que todos los gobiernos “sin excepción” controlan los medios de comunicación, al asegurar que desde la instalación de la democracia -en 1982- han intentado “destruirla”.
La abogada recalcó la importancia de defender la Ley de Imprenta como un pilar de la libertad de expresión. Dijo que el ejercicio del periodismo debe fundamentarse en la información confiable y precisa, estableciendo una clara distinción entre hechos y opiniones.
Entre sus conclusiones, Gisela Derpic recordó que el mayor tesoro de los periodistas es su credibilidad y lanzó un llamado a la acción: “hay que estar listos”.
Pedro Glasinovic destacó la importancia de la ética y la autorregulación en el ejercicio de la comunicación, subrayando que los profesionales deben ser responsables al difundir información. Instó a los presentes a continuar formándose y educándose de manera constante.
El evento contó con una participación por encima de los 50 periodistas, quienes debatieron junto a los expositores hasta pasadas las 22.00. También se habló sobre la vigencia e importancia del Código Nacional de Ética Periodística.
El debate se extendió sobre las propuestas de actualización de la citada ley, la instalación de los tribunales de imprenta y la ética periodística.
Algunos participantes pusieron casos concretos de ejemplo, donde se cuestionó el trabajo periodístico en coberturas que violaron la privacidad de las personas; sobre el particular, Humberto Vargas de la APT recalcó que la Ley de Imprenta no pretende vulnerar otros derechos, sino que protege la libertad de prensa. Explicó que en estos casos es importante la autorregulación.
Entre los temas prioritarios para los participantes estuvieron la instalación de los tribunales de imprenta y la protección de esta ley.
El seminario fue realizado por la APT con el apoyo de la Cooperación Española, la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia y la fundación Construir. Este evento está siendo efectuado de manera paralela por las asociaciones de periodistas en las principales capitales del país.
Las manos levantadas y las ganas de seguir debatiendo marcaron la jornada, en la cual primó el ejercicio de la democracia.