Conjugar en un solo lugar un buen café y vino de altura ya es un arte al que se suman expresiones artísticas, según relatan Lorena, Horacio y Valentina sobre Lindu, el emprendimiento que encabezan los tres jóvenes.
Esta iniciativa ha logrado fusionar el arte con experiencias culinarias.
Lindu es un proyecto impulsado por Lorena Burgos, Horacio Burgos Morales y Valentina Ferrufino Lema, quienes a pesar de tener diferentes gustos, comparten la pasión por el arte y la idea de ofrecer algo nuevo.
Lo que comenzó como una charla de café entre amigos se transformó en una serie de actividades y talleres artísticos abiertos al público.
Su propuesta es simple pero efectiva: llevar el arte más allá de los museos, creando experiencias vivenciales que incluyen desde cerámica, pintura hasta maridajes de vino y café, siempre acompañados de buena gastronomía.
“Lindu nace de la necesidad de compartir lo que nos apasiona con los demás ¿Por qué limitar estas actividades a ocasiones especiales cuando pueden ser una experiencia continua para todos?”, cuestiona Valentina.
La propuesta de Lindu se adapta a todos los gustos y edades, ofreciendo experiencias para disfrutar en familia, con amigos o en pareja. No importa la edad, el arte es universal y en Lindu se busca que cada participante encuentre su espacio.

Las actividades son tan variadas como su público. Desde cerámica, pintura, dibujo, hasta eventos con una oferta gastronómica que varía entre cafés, vinos y menús gourmet.
Cada edición es organizada en diferentes lugares como cafeterías, centros culturales y restaurantes, lo que permite a Lindu colaborar con otros artistas y emprendedores.
“Lo mejor de todo es que cada evento es diferente, por lo que nunca se sabe qué esperar, pero siempre es una experiencia única”, dice Horacio.
Las actividades no siguen un calendario fijo y son adaptadas a momentos especiales como el Día de San Valentín, Santa Anita, la primavera u otros, lo que mantiene la oferta fresca y emocionante.

La primera actividad de Lindu fue en mayo de 2024 en la cafetería Ocaso, donde se combinó el arte sobre cerámica con la degustación de cafés. Desde entonces, el proyecto ha crecido, visitando diferentes locaciones, pero especialmente abriéndose camino en los diversos pasajes de la cultura del arte.
El último evento fue realizado en febrero en el restaurante El Marqués con la combinación de tres elementos: amor, gastronomía y pintura en cerámica. Art Valentine fue el nombre de la actividad efectuada en ocasión de la celebración de San Valentín o Día de los Enamorados.
El valor agregado de la iniciativa es que los visitantes se convierten en sus propios artistas. Al pagar un determinado monto por su material, cada participante pasa a realizar su propia obra de arte, ya sea pintura en óleo, un collage o un tallado en cerámica, dependiendo la actividad.

Gracias al apoyo de la comunidad local y la buena coordinación con los dueños de los establecimientos, el proyecto se posiciona como una innovadora opción para los amantes del arte y del buen sabor.
«Nos sorprende la conexión que hemos logrado con la gente. Nos piden más actividades, lo que demuestra que estamos haciendo algo que realmente disfrutan”, resalta Lorena, una de las cofundadoras. Cada taller es anunciado en las páginas oficiales de Lindu.Tja en las redes sociales.
Tallado, pintado en cerámica, pintura en óleo y collage, son parte de las actividades artísticas realizadas en diferentes cafés de la ciudad y en sitios emblemáticos como la Casa Dorada, donde el usuario se convierte en el protagonista o mejor dicho: el artista.
“¿Arte?, ¿pareja?, ¿vinito?, ¿amigos?, ¿comida?”, son las tentadoras preguntas que deja Lindu para sus seguidores, a quienes invita a vivir una experiencia diferente.
Este joven emprendimiento pretende revolucionar los tradicionales formatos de percibir el arte y la cultura en la región.