Esta investigación fue realizada en el marco del Fondo Concursable Spotlight XII de
Apoyo a la Investigación Periodística en los Medios de Comunicación que impulsa la
Fundación Para el Periodismo.
Virginia tiene 63 años. Con la piel marcada por los años, asegura que hace dos décadas no hubiera sido capaz de imaginar que la tecnología sería tan necesaria para su día a día.
Lejos está de los milenials y más lejos aún de la generación Z, pero Virginia ha aprendido a dominar la aplicación de su banco y hace pedidos de restaurantes a través de su teléfono celular, como lo harían los jóvenes de aquellas generaciones que nacieron con la tecnología en las manos.
“Una vez que aprendes no es tan difícil, el desafío es acordarse”, dice entre risas, evidenciando que su memoria ya no es la que tenía hace dos décadas, cuando el tiempo aún no había marcado su piel y la tecnología no era parte de su vida.
A lo largo de su historia, Bolivia se ha caracterizado por ser un país explotador. Desde tiempos coloniales, su riqueza ha dependido de los minerales y de los recursos naturales.
Con los años, el país consolidó su modelo extractivita, generando dependencia de este último para el crecimiento económico y generación de empleo.
Un informe de la Fundación Jubileo publicado el año 2017, expone que, aunque las estructuras de comercio de algunos países han cambiado, en promedio, América Latina continúa dependiendo de las materias primas como hace 40 años.
Bolivia es considerado como uno de los países de la región que menos ha avanzado en diversificación o dinamización de su economía.
Informe Fundación Jubileo
Los recursos se agotan, pero el talento es infinito.
La diversificación a nivel internacional en el siglo XXI, ha sido marcada por la revolución de las tecnologías de la información; un espacio donde los emprendimientos dinámicos han mostrado tener la capacidad de transformar la industria de la tecnología y los servicios, al mismo tiempo que transforman la economía de los países en base al talento humano.
En esos casos, la articulación con el Estado ha derivado en mejores condiciones para la innovación y el desarrollo.
Sin embargo, Bolivia continúa anclada en la diversificación productiva a base de las riquezas naturales y no del recurso humano, el cual ha demostrado tener la capacidad de generar tantos recursos para los países, como los que son explotados de la tierra.
“En el futuro, los recursos naturales que tenemos van a seguir siendo importantes, pero el gran poder que tienen las tecnologías de información y comunicación –TIC-en general, es que su recurso básico es el cerebro de los bolivianos. Esto va a cambiar la visión de nosotros mismos, con un producto intelectual”, asegura Rolando Sahonero, quien lleva años de trabajo en materia de startups y analizando el ecosistema de emprendimientos dinámicos en Bolivia.
Entonces, ¿cuál es la situación del país en materia de emprendimientos dinámicos?
Gracias a su esencia innovadora, hoy Bolivia ha empezado a consolidar un ecosistema emprendedor que de manera especial en los últimos cinco años se ha nutrido y ha crecido gracias a los diversos actores que en él intervienen: incubadoras, aceleradoras, inversores, instituciones de apoyo, academia, instituciones gubernamentales y, en el centro de todo, las startups.
Para Gonzalo Castellanos Ramallo, quien trabajó en el desarrollo de incubadoras a nivel local y nacional, además de ser consultor en políticas públicas en emprendimientos e innovación, el ecosistema emprendedor ha crecido de manera orgánica a pesar de que las condiciones para emprender son complejas, debido a los altos costos y tiempo que conlleva crear una empresa en el país.
Según el informe Doing Business, elaborado por el Banco Mundial de manera anual desde 2004, Bolivia se encuentra entre los cuatro países sudamericanos en los que resulta más caro abrir una empresa, con un costo promedio de $1293, equivalentes a Bs 8999.
Crear una empresa de cualquier tipo en el país es desafiante, algo que según Castellanos, en muchos casos, es un factor que incide en la informalidad, pero al mismo tiempo, según otros analistas, es un factor que desalienta la inversión en el país y por ende, en sus startups.
Bolivia figura en el puesto número 150 de 190 países analizados, en cuanto a países con mayor facilidad para hacer negocios, mientras que ocupa el puesto 175 respecto a la facilidad para iniciar un negocio.
En una lucha contra el reloj, crear una empresa puede tomar 39 días o más, mientras que en países como Puerto Rico o Panamá, el trámite puede tomar menos de una semana.
En el área impositiva, Bolivia se encuentra en el puesto 186 a nivel global en cuanto a facilidad para pagar impuestos, siendo superado únicamente por Venezuela dentro los países de Latinoamérica y Caribe, cuyo puesto es el 189; el penúltimo del ranking global.
Mientras el tiempo promedio destinado a pagar impuestos en la región es de 317.1 horas al año, en Bolivia se destinan 1025 horas, siendo el segundo país de la región que más tiempo requiere destinar a este requisito administrativo.
En Bolivia se destinan 1025 horas a pagar impuestos
Banco Mundial
Respecto a las condiciones para emprender en el país, el director general de Tecnologías de la Información y Comunicación del Viceministerio de Ciencia y Tecnología, Danilo Ariel Chambi Camacho, destaca que “ya existen algunos beneficios para los emprendedores”.
A modo de ejemplo, explica que en la ciudad de El Alto los emprendedores están exentos de pagar el IUE, también conocido como impuesto a las utilidades, durante las dos primeras gestiones.
Sin embargo, según el análisis de Castellanos, en los últimos diez años no se ha priorizado en la agenda la creación de políticas públicas que favorezcan a los emprendedores y que permitan que estos atraigan capitales de inversión al país.
“En la política impositiva no hay ningún beneficio real para emprendedores”, resalta el experto.
Pero el panorama no es tan negro como se pinta. Para Salomón Eid, presidente de la Asociación de Emprendedores, en Bolivia hay un “mundo” de oportunidades para emprender, ya que el mercado no está saturado.
“Si bien Bolivia tiene dificultades, hay muchas oportunidades y un mercado amplio que no se ha consolidado para empresas de tecnología y emprendedores que quieran darle algo diferente al público”, asegura.
Con la misma visión de Eid, cientos de emprendedores apuestan por innovar y generar oportunidades en el país, logrando importantes resultados no sólo para sus empresas, sino para el país, gracias a los empleos que generan.
Esfuerzos realizados desde diferentes sectores han aportado a la consolidación del ecosistema emprendedor en Bolivia; uno que se ha triplicado en los últimos cinco años y cuya capacidad de generar empleo en el país, con el tiempo, ha llegado a duplicarse.
Un mapeo del complejo entramado del ecosistema de tecnología digital en Bolivia realizado por Funda-Pró, Fundación Solydes, Fundación Emprender Futuro, BIM e ICCO Cooperación, expone que Bolivia tiene alrededor de 155 startups o emprendimientos dinámicos.
Si bien la cifra es alentadora por tratarse de un ecosistema tan reciente, para los expertos en la materia resulta aún más alentador que en los últimos dos años han empezado a aparecer más actores en materia de financiamiento, lo cual evidencia una evolución en el ecosistema, porque estos se ubican al final de la cadena.
De acuerdo al Mapeo TIC, Bolivia pasó de tener tres actores de inversión en 2020, a cinco en 2021.
En los últimos cinco años, el escenario se fue consolidando gracias a iniciativas como las aceleradoras Pista 8, Fundación Solydes e Innova Up, entre otras, llevando a que entre 2017 y 2022 el número de startups se triplicara en el país, en relación a los 14 años anteriores.
“En los últimos años se ha visto el surgimiento de más actores. Según el Mapeo de Actores Impulsores del Ecosistema de Emprendimiento e Innovación de Bolivia, alrededor del 35% de las instituciones que impulsan al emprendimiento tienen menos de cinco años de funcionamiento”, explica Fernando Chávez Gomes da Silva, coordinador de Ecosistema e Innovación de Santa Cruz Innova
Una encuesta realizada de manera independiente por Verdad con Tinta a 32 startups del ecosistema de emprendimientos dinámicos, evidencia que entre 2002 y 2016, solo siete habían sido creadas, mientras que las 25 restantes, fueron establecidas entre 2017 y 2022, siendo el año 2020 el de mayor registro, con ocho.
No es casualidad que el aumento de startups haya tenido un salto tan importante en 2020, pues la mayoría de las aceleradoras empezaron a trabajar entre 2019 y 2020.
Santa Cruz, La Paz y Cochabamba respectivamente son las ciudades que lideran el proceso de creación de startups, aunque se han empezado a ver esfuerzos fuera del eje central, desde Tarija y Sucre principalmente, donde pequeños programas de aceleración a nivel subregional han promovido este proceso.
Para el presidente de la Asociación de Emprendedores de Bolivia, Salomón Eid, si bien el fenómeno de las startups ha cobrado un carácter nacional, el hecho de que la mayoría se centren en Santa Cruz se debe a que es un mercado lo suficientemente grande y dispuesto a adoptar este tipo de modelo de negocio, al margen de tener disponibilidad de capital como diversidad demográfica.
En cuanto a creación de empleo, el 66% de las startups al menos duplicaron su personal desde que empezaron sus operaciones, hasta la fecha, generando nuevas oportunidades para los bolivianos.
Tal es el caso de Orden Ya, una startups de servicio de entrega rápida creada en Tarija el año 2017 y que pasó de tener más de cinco empleados el año de su creación, a más de 20 en la actualidad, generando empleos en un departamento cuya tasa de desempleo es del 10%, según estimaciones.
Uno de esos trabajadores es Horacio Soruco, de 28 años. Horacio cuenta que en Orden Ya encontró un empleo que le permitía combinar el trabajo con sus estudios en medio de la pandemia, cuando muchas empresas optaban por los despidos.
Otro ejemplo de la capacidad de generar empleo que poseen las startups es tuGerente, lanzada el año 2018 a la cabeza de Freddy Arredondo Calero, Omaira Saucedo Bendek, Carlos Rodríguez, Javier Román Roig, Juan Miguel Román Roig y Diego Martínez Ferreira, bajo la premisa de proporcionar una herramienta administrativa en línea para las pequeñas y medianas empresas.
tuGerente empezó el 2018 con seis trabajadores, que eran los fundadores. Para finales de año, la startup cerró con un equipo de diez personas. Cuatro años después, la empresa cuenta con alrededor de 40 colaboradores en diferentes áreas, atendiendo demandas que surgen de sus más de 650 clientes, y se preparan para expandirse a otros países.
Generar empleos, para la empresa es un compromiso y las circunstancias no siempre fueron fáciles. “Durante la pandemia tuvimos un desafío muy duro, porque decidimos que no habría despidos. Dimos esa confianza a nuestro equipo”, explica Freddy Arredondo, ejecutivo de la startup.
Aunque el número de empleos generado por las startups aún no es comparable a los empleos generados por otras industrias o por el propio Estado, Gonzalo Castellanos resalta que se trata de un empleo de calidad, sostenible, para profesionales jóvenes, con salarios medio a medio alto y que tienen los efectos secundarios en la economía que son “muy interesantes”.
“Puede aportar hacia la evolución de la economía hacia actividades más intensivas en conocimiento y tecnología, que también es clave para la sostenibilidad de nuestro modelo económico a largo plazo”, asegura.
Coincidiendo con Castellanos, el coordinador de Ecosistema e Innovación de Santa Cruz Innova Fernando Chávez, asegura que las startups tienen un alto componente tecnológico y de innovación, lo que genera nuevas necesidades en recursos humanos como en oportunidades de empleo especializado, de alto valor.
“Si bien no es tan masivo como otros rubros productivos, el valor que genera tiene un efecto económico importante”, concluye.
Aunque el ecosistema emprendedor en Bolivia no ha logrado una articulación con el Estado como otros países, el director general de Tecnologías de la Información y Comunicación del Viceministerio de Ciencia y Tecnología, Danilo Ariel Chambi Camacho, destaca el trabajo que se viene realizando en cuanto a formación, precisamente reconociendo el potencial de las mismas para contribuir a la economía del país como a la generación de empleo.
“Se está trabajado una formación complementaria desde el Ministerio de Educación, como parte del Plan de Desarrollo Económico y Social”, asegura la autoridad, quien acota que también esta gestión se está actualizando el plan de estudios del sistema educativo, bajo la idea de impulsar desde el bachillerato el aparato productivo con el emprendimiento.
“La idea es que los bachilleres ya salgan con un nivel técnico humanístico con énfasis en emprendimiento tecnológico, con este abordaje que le estamos dando en ciencia y tecnología, pensando en las startups también”, agrega.
Además, la autoridad asegura que hay un acercamiento con el Viceministerio de la Micro y Pequeña Empresa para trabajar en mejorar las condiciones para las startups.
Para esta gestión también están previstas una serie de “hackatones”, donde los emprendedores puedan mostrar su talento y canalizar recursos.
“Estamos viendo mecanismos para fomentar las startups”, concluye Chambi.
Con todas las limitaciones impositivas y burocráticas, el sistema emprendedor en el país empezó una carrera que no pretende frenar.
(Este reportaje fue elaborado en colaboración entre Verdad con Tinta y la Red Ambiental de Información-RAI)
Todo empezó alrededor del 26 de abril, cuando el caso del puma (Puma concolor) llegó a un veterinario de la ciudad de Sucre bajo la custodia de dos jóvenes del municipio de Icla, ubicado en la provincia Jaime Zudáñez del departamento de Chuquisaca.
El animal fue trasladado para que atendieran una lesión en su pata, pero el veterinario, al notar que no tenía los conocimientos necesarios para atender un caso como tal, decidió contactar con la organización Protectora de Animales S.A., la cual en el último tiempo tuvo una participación activa en el rescate de animales silvestres.
Los miembros de la organización remitieron el caso a un veterinario especializado en traumatología y dieron parte a las autoridades departamentales.
Según el relato de quienes poseían al felino, éste habría llegado a su poder luego de que lo rescataran de la comunidad de Rodeo, cercana a Icla, donde los pobladores estaban teniendo conflictos con los pumas que se comían a sus animales.
“Quienes tenían al animal en custodia cuentan que trabajan en la zona de Icla y que conocen a los comunarios de Rodeo, por lo que les habrían dicho que cuando hayan problemas con alguno de estos animales, les avisaran para poder rescatarlos”, nos relata Mauricio Peñaranda, biólogo especializado en grandes mamíferos, quien fue contactado por Protectora de Animales S.A. cuando el puma llegó a Sucre.
Los comunarios de Rodeo habrían alertado al par de jóvenes de la presencia de un puma que se estaba comiendo sus animales, por lo que fueron para “ahuyentar” al animal, según lo que éstos habrían relatado a Peñaranda y al resto del equipo que se hizo cargo del animal.
La puma tenía dos meses cuando fue sacada de su hábitat por motivos que a la fecha, no están claro.. Foto gentileza Laura Lagrava.
“Ellos decían que el puma estaba con sus crías y que una de ellas se habría quedado atrás, que es la que tenían en su poder”, agrega Mauricio.
Una de las grandes interrogantes es, por qué los jóvenes no dieron parte a las autoridades correspondientes sobre la tenencia del animal antes, pues lo habrían tenido en su poder durante dos semanas antes de trasladarlo al veterinario en la ciudad de Sucre. ¿Su intención era devolverlo a su hábitat, venderlo o conservarlo como si de un animal doméstico se tratara?
Laura Lagrava, quien estuvo a cargo del caso por parte de Protectora de Animales S.A., agrega que uno de los jóvenes habría comentado sobre la existencia de otro puma; un cachorro de esa misma camada que habría sido vendido por los comunarios de Rodeo. Sobre la madre… se desconoce qué pasó realmente con ella.
“Hay muchos vacíos en la historia”, insiste Peñaranda, quién cuestiona cómo llegó realmente el animal a su poder, cuál es su relación con los comunarios de Rodeo, o qué pasó con la mamá del puma.
Uma, nombre con el que bautizaron al animal los especialistas que la atendieron, presentaba un cuadro complejo, pues al margen de tener la pata fracturada, estaba desnutrida, deshidratada y tenía parásitos en el estómago.
Si bien los jóvenes aseguraron que se dieron cuenta de la fractura recién dos semanas después de haber supuestamente rescatado al animal, Peñaranda insiste en que aquello no es posible, pues la pata se encontraba totalmente fuera de lugar, con una fractura evidente aún para quienes no tienen experiencia.
Lagrava compartió con nosotros un video que fue publicado en redes sociales por algún miembro de la familia de éstos jóvenes, donde se ve a Uma jugando con una lana, como si de un gato doméstico se tratara, y con un yeso en la pata.
Dado que el animal nunca salió de la custodia de la organización de Lagrava una vez que llegó a Sucre, el video es anterior a que el felino fuera trasladado a la capital. El yeso sería evidencia de que tenían conocimiento de la fractura.
Por su parte, el felino tenía las garras cortadas como un gato doméstico. Por las características del corte y la altura del mismo, los expertos aseguran que fue hecho por humanos y no porque el felino las hubiera rasgado sobre alguna superficie, como argumentaron los jóvenes.
Quienes atendieron a Uma describen su estado como “lamentable”. A sus escasos dos meses de vida, tenía la pata fracturada, deshidratación, desnutrición, al mismo tiempo que presentaba un cuadro de diarrea y vómitos. “Era realmente crítico”, describe el biólogo.
Los animales silvestres deben ser entregados a las autoridades, para ser devueltos a su hábitat o ser enviados a centros especializados en su atención.
Los especialistas en gatos silvestres explican que sustituir la leche para un felino de este tipo, es muy difícil. Ante el descuido de quienes lo habían “rescatado”, el animal no estaba recibiendo los suplementos que necesitaba y que los veterinarios suelen utilizar en estos casos.
Según relata Lagrava, el animal había sido alimentado por sus supuestos rescatistas con leche y sopa de arroz, como si se tratara de un gato doméstico.
Esta alimentación le habría provocado diarrea y desnutrición, pues una cría de puma necesita la leche de su madre al menos hasta los tres meses, tiempo en el que la madre empieza a proveerles alimento sólido de sus presas. Sin embargo, el amamantamiento puede continuar hasta los seis meses, tiempo en el que los felinos ya son capaces de capturar pequeñas presas por cuenta propia.
Durante cuatro días el grupo de rescate, el veterinario y el biólogo, intentaron poner al puma en la mejor condición posible, pero el tiempo apremiaba y había que operar antes de que la fractura hiciera callo.
El primero de mayo Uma fue intervenida. Si bien el animal sobrevivió, salió más debilitado de lo que estaba.
“El veterinario salió en media operación para decirnos que sus huesos eran como arena, que se deshacían”, cuenta Lagrava mientras explica que debido al estado de sus huesos, no fue posible ponerle una placa de platino como inicialmente estaba previsto, ya que ésta no requiere ser extraída posteriormente.
“Luego entendimos que todo eso fue por la desnutrición”, lamenta.
Uma después de la cirugía. Foto gentileza Laura Lagrava
Los días siguientes su cuadro empeoró, y el tres de mayo el felino silvestre tuvo que ser internado, pues había dejado de comer por cuenta propia a causa de su debilidad.
“Lo alimentábamos con jeringas”, relata Peñaranda. La rutina de turnarse para monitorear al animal, mantenerlo en temperatura y alimentarlo cada dos o tres horas, duró hasta el 10 de mayo; día en que el animal murió por fallas en su organismo, pero principalmente por el estado deteriorado de su aparato digestivo.
“La mala alimentación que recibió después de ser separado de su mamá le hizo mucho daño”, coinciden Lagrava y Peñaranda.
“Referimos el caso a la Gobernación”, asegura Laura Lagrava. Sin embargo, ellos ya tenían conocimiento, puesto que inicialmente los dos jóvenes habían acudido a ellos y a Pofoma en busca de ayuda.
“Ellos querían trasladar al felino al Bioparque de Tarija, pero no se encontraba estable de salud como para hacer ese viaje”, agrega Laura. Puesto que el Bioparque de Tarija trabaja con animales silvestres, entre los que se encuentran los felinos, aquel sería un refugio temporal hasta que Uma mejorara, pero en su estado, no era viable que realizara un viaje de esas características.
Lagrava explica que dado que la Gobernación no contaba con los recursos para ocuparse del animal, la institución estuvo de acuerdo en que Protectora de Animales S.A. se hiciera cargo de los gastos y de su cuidado.
Dado que Sucre no cuenta con refugios temporales ni permanentes para vida silvestre, estos casos suelen ser atendidos por organizaciones como Protectora de Animales S.A., que en el pasado se hizo cargo de cuatro cóndores envenenados, monos, tortugas y zorros, entre otros.
Iván Vera, quien en principio estuvo a cargo del caso por parte de la Gobernación, asegura que la mayoría de casos de animales de vida silvestre se atienden a través de organizaciones como Protectora de Animales S.A.
“Tenemos algunas partidas que nos permiten hacer traslados a lugares donde puedan estar en mejores condiciones”, agrega Vera.
El funcionario explica que si bien no tienen recursos para hacerse cargo de la totalidad de los gastos, como cirugías, sí pueden cubrir una parte, y pueden hacer gestiones ante otras instancias que pueden cooperar.
Sin embargo, Lagrava reclama la ausencia de los funcionarios de las entidades correspondientes. “No vinieron a ver al animal hasta un día antes de su muerte”, dice sobre la participación de la Gobernación.
Respecto a la procedencia del felino, Vera asegura que “quedó la duda de que hubiese ocurrido como los jóvenes habían manifestado. Sin embargo, agrega que “es un proceso complicado para averiguar”.
Uma superó la cirugía en la pata izquierda, pero su débil estado a causa de la desnutrición acabó con su vida. Foto gentileza Laura Lagrava.
Hasta la fecha, la Gobernación no ha iniciado una investigación sobre el caso y tampoco presentó una denuncia para que sea la justicia quien determine cómo llegó realmente el animal al poder de aquellos jóvenes.
El argumento de Vera es que “no tenían los datos para hacerlo”. El funcionario asegura que están coordinando con la Policía Forestal y de Protección al Medioambiente (Pofoma), para poder tomar la medidas necesarias en casos que se llegaran a presentar a futuro.
Se prepara una demanda
El caso llegó a oídos del abogado especialista en medioambiente, Rodrigo Herrera, quien analiza que hay suficientes elementos como para presentar una demanda penal contra quienes mantuvieron al animal en su poder.
“Ha habido personas involucradas en la tenencia irregular de este espécimen y como consecuencia de esa tenencia irregular el individuo habría fallecido”, explica el abogado.
Protectora de Animales S.A será parte de la demanda, que esperan que sea presentada el día lunes 23 de mayo en la ciudad de Sucre bajo la figura jurídica de biocidio y destrucción o deterioro de bienes del estado y la riqueza natural, según lo establecen los artículos 350 y 223 del Código Penal Boliviano.
La pena en estos casos va de 2 a 5 años de cárcel en caso de biocidio y de 1 a 6 años en caso de destrucción del patrimonio natural
El Día Internacional del Jazz no es solo una fecha paracelebrar a este género musical, su importancia radica en que es una celebración de la música como un motor para la paz, el diálogo y la comprensión mutua; es un género cuyos ritmos y diversidad han reforzado la lucha contra todas las formas de discriminación y de racismo.
Bajo esa premisa, la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha declarado en 2011 al 30 de abril como el Día Internacional del Jazz con el objetivo de sensibilizar sobrelas virtudes de este género musical como herramienta educativa y de integración.
Así, esta celebración se ha extendido a más de 190 países alrededor del globo, y Bolivia no es la excepción.
El 30 de abril es el Día Internacional del Jazz.
“Venimos preparando esta fecha desde hace unos cuatro años”, refiere el violinista y coordinador de la celebración en Bolivia Gustavo Orihuela.
Bolivia se ha sumado a esta plataforma mundial, celebrando la fecha con músicos de alto nivel, promoviendo un diálogo entre el jazz y la música boliviana, según explica Orihuela.
“Esta versión 2022 se ha denominado ‘las lenguas del jazz’, justamente por ese diálogo que estamos generando con los ritmos de los diferentes departamentos”, agrega el violinista.
Las celebraciones de este año tendrán lugar en las ciudades de Tarija, Cochabamba, La Paz y Santa Cruzrespectivamente, iniciando con la primera presentación el 16 de abril a las 19:00 en la capital tarijeña.
Como parte de las actividades del festival cultural “Abril en Tarija”, el Teatro de la Cultura se engalanará con la participación de: Jazz toy yendo quintet, Duo Souvenirs, Gustavo Orihuela Quartet y Big Band Mario Stenssoro.
Además, esta versión del Día Internacional del Jazz, se une a la larga lista de actividades que van a ser desarrolladas a lo largo del año para celebrar los 35 años de vida del Bolivia Festijazz Internacional, un espacio desde el cual diferentes músicos bolivianos pudieron alzar vuelo en este género musical.
Proyecto Fénix es una iniciativa al interior de Misión Internacional de Justicia, cuyo objetivo es darle voz y apoyo a los sobrevivientes de violencia sexual.
Fruto de este trabajo que inició el año 2019, ProyectoGNS Fénix ha encarado diferentes iniciativas que buscan generar cambios en la sociedad y visibilizar la violencia sexual. Así, el año 2020 crearon el podcast “Sin Vergüenza”, mientras que este 2022 hacen una apuesta por la literatura en primera persona.
“Jamás tuve la culpa” es el nombre del libro escrito y publicado por los miembros del Proyecto GNS Fénix Bolivia con el apoyo de Misión Internacional de Justicia Bolivia.
Son aproximadamente 22 miembros de proyecto, que a lo largo de los años han sido capacitados en hacer incidencia pública y generar cambios a partir de su experiencia. Así, nace la idea de escribir un libro en el que cada uno de ellos pudiera compartir su historia.
“Más o menos en junio del año pasado se ha comenzado con el trabajo que ellos habían soñado de contar sus historias, pero no solo lo trágico, sino su proceso de resiliencia, de lucha y de valor”, explica Alejandra Cámara, directora nacional de Misión Internacional Justicia.
El libro cuenta con dieciséis relatos escritos en primera persona por las víctimas y está ilustrado con dibujos trabajados especialmente para cada texto.
“Todavía no es tan fácil para los sobrevivientes ponerse delante de la gente en general, porque vivimos en una sociedad que todavía tiene muchos prejuicios y tabúes”, agrega Alejandra, quien explica que la idea del libro nació del grupo, como una forma de hacer incidencia a través de sus historias.
De hecho, escribir forma parte de algunas de las terapias que algunos de los miembros del grupo han realizado para superar la violación, mostrando tener efectos positivos en ellos a la hora de resignificar su vida, reconociendo que si bien la violencia sexual es una parte de ellos, no su vida entera.
De alguna manera, este trabajo está inspirado en el libro “Jampikuna”, que cuenta el proceso curativo y sobrevivencia ante la violencia sexual de la que fue víctima Emma Rada, escrito por la pluma de Karen Gil. “Muchos de los chicos han leído su libro”, asegura Alejandra.
Solo en 2021 se denunciaron 2078 violaciones a niños y adolescentes a nivel nacional.
Los autores de Jamás tuve la culpa esperan que otros sobrevivientes se animen a develar y denunciar los abusos que sufrieron, ya que un número importante permanece en el silencio, afectando la vida de las víctimas de diferente manera. También busca ser el espejo de una realidad que muchas personas creen que no pasa, porque no la ven, pero que sí existe.
Según datos de la Fiscalía General del Estado, solo en 2021 se denunciaron 2078 violaciones a niños y adolescentes a nivel nacional; un promedio de 6 violaciones denunciadas al día, aunque se estima que un número similar nunca llega a formalizarse en una querella.
El factor común en todos estos casos: el sentimiento de culpa que el agresor, o el entorno, genera en las víctimas.
“El agresor siempre va con la idea de ‘esto es tu culpa’, ‘tú me buscabas’, ‘tú has salido de noche’, ‘tú me has hablado’, tú has venido a tomar conmigo’”, explica Alejandra.
Así, desde el título, el libro pretende reforzar la idea de que la víctima nunca es culpable de la agresión, pues la realidad es que nadie tiene derecho a tocarte sin importar las circunstancias.
Los interesados en el libro pueden adquirirlo a través de la página de Proyecto GNS Fénix Bolivia o Misión Internacional Justicia Bolivia, sin embargo, este primer lote está destinado a las personas que los miembros del proyecto creen que deben tenerlo por algún motivo en particular.
Aquella noche del 20 de febrero parecía una más de verano en el territorio indígena, cuando las intensas lluvias se habían presentado desde hace días, incluso semanas atrás, y aquella parecía una noche más en la que el agua lloraba sobre el suelo del Itika Guasu.
A las 23:00, cuando el pueblo dormía y se cobijaba de la lluvia en sus casas, la tragedia comenzó. Una mazamorra, producto de la intensa lluvia, burló el cause de la quebrada Ñaurenda, arrasando con ella todo lo que encontró a su paso: cultivos, sendas, ganado, casas y personas.
Las casas, los refugios en los que los pobladores buscaban refugio, pronto se convirtieron en parte de la mazamorra, provocando la desesperación de los habitantes y magnificando el desastre.
Las comunidades guaraníes de Tomatirenda, Filadelfia, Palmarito, Ñaurenda, Saladito de Ñaurenda, Moko Mokal, Itayuru y Timboy, amanecieron irreconocibles a la mañana siguiente. Hombres, mujeres y niños, entre el pánico y la desesperación, buscaban a sus desaparecidos entre los escombros.
Los niños, fueron los principales afectados. “Llegamos a trabajar en la zona el 23 de febrero”, relata Carmen Molina, coordinadora de proyectos de Aldeas Infantiles, quien forma parte del equipo de programa de emergencia que se instaló en el Itika Guasu desde aquel entonces, empezando a trabajar con 100 cien niños de las familias más afectadas.
“Cuando llegamos, mientras recorríamos la zona, una señora que lavaba el lodo de un bebé de uno seis meses con una botella de agua, me preguntó si ella iba a recordar lo que había vivido, si iba a recordar que estuvo atrapada en el lodo”, relata Carmen, marcada por aquel momento.
Según relata el gerente de Aldeas Infantiles Tarija Marcelo Vargas Amás, los principales afectados fueron los niños, no solo porque perdieron sus espacios, sino porque fueron las principales víctimas del desastre. “La mayoría de los fallecidos y desaparecidos, son niños”, lamenta.
Según explica Vargas, 7 de 10 fallecidos son niños, mientras que 2 de 3 desaparecidos pertenecen al mismo grupo. Ese hecho, los impulsó a trabajar de manera inmediata y con un “compromiso incondicional”.
Una de las características de los pueblos del Itika Guasu, es que tienen una organización comunitaria muy marcada, tienen espacios de encuentro en comunidad y todas las casas conforman una gran familia.
El paso del aluvión destruyó también aquellos espacios, afectando la vida en comunidad especialmente los primeros días y los niños fueron los que más lo sintieron.
Muchos habían perdido su casa, su colegio, su cancha y también los espacios de encuentro con la comunidad.
Sin embargo, de alguna manera, los centros infantiles de cuidado instalados por Aldeas Infantiles, se han convertido en un nuevo espacio de encuentro para la comunidad, permitiendo que allí que congreguen grandes y chicos para compartir, mientras reconstruyen sus espacios.
“Hemos instalado cuatro centros donde garantizamos la nutrición, salud, educación y estimulación y la parte psico-afectiva, que es lo que más a afectado a la gente de allá, para 100 niños”, explica Marcelo Vargas Amás. Aunque se estima que en la zona hay 500 niños, la organización tiene capacidad para trabajar únicamente con 100, por lo que se priorizó a los más afectados por el aluvión.
Si bien las comunidades se van recuperando poco a poco, hay temores que permanecen y que tardarán en sanar. Wilma Mamani, quien también forma parte del programa de emergencia de Aldeas Infantiles, cuenta que los niños manifiestan estos miedos a sus padres, a través de dibujos o en los juegos que realizan en los centros infantiles instalados por Aldeas Infantiles.
“Les ha afectado eso y ha quedado en ellos el miedo que sienten por la lluvia”, continúa Carmen, “cuando el cielo se nubla, cuando hay truenos o empieza a llover, renace el miedo de que llegue la quebrada”.
Pero más allá del miedo y de las pérdidas, en los niños predomina la esperanza, demostrando su gran capacidad de ser resilientes. A modo de ejemplo, Wilma relata que en Tomatirenda, una de las comunidades más afectadas por el aluvión, los niños acuden con entusiasmo a la escuela provisional instalada por el municipio.
“Vemos cómo van con tanto anhelo… creo que son los más valientes porque son muy resilientes y mantienen la esperanza de volver a tener su casa y su escuela”.
Según el testimonio de ambas mujeres que trabajan en la zona desde el 23 de febrero, los niños suelen dibujar casas grandes y con mucho color, demostrando su deseo de recuperar sus viviendas y la esperanza de que pronto lo lograrán.
¿Y cómo será el día del niño en estas comunidades? Si bien Aldeas Infantiles preparará algunas actividades especiales para ellos, la organización insiste en que todos los días deben ser importantes para los niños, en ese sentido, buscan visibilizar que aunque el aluvión ya pasó, la emergencia para ellos continúa y aún hay un largo camino por recorrer pese a los avances.
El Día Mundial de la Salud se celebra cada año con motivo del aniversario de la fundación de la OMS en 1948. Cada año, la celebración se acoge a un lema para trabajar diferentes aspectos relacionados a esta área, este 2022 el lema es: “Nuestro planeta, nuestra salud”, haciendo hincapié en la interconexión que hay entre la salud humana y el medio ambiente.
“Ante la pandemia actual, un planeta contaminado y la creciente incidencia de enfermedades, el lema del Día Mundial de la Salud 2022 es nuestro planeta, nuestra salud”, explica la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con la mirada puesta en esa área de preocupación, la OMS ha planteado una serie de acciones que pueden realizar los gobiernos, empresas, trabajadores del sector de la salud, alcaldes y personas particulares para construir un mañana más saludable para el binomio planeta-humanos.
De hecho, estimaciones del organismo internacional apuntan a que alrededor de un millón de personas mueren en forma prematura cada año por, cuestiones atribuibles a riesgos ambientales conocidos y evitables, como la contaminación del agua, aire y un saneamiento inadecuado.
La falta de políticas públicas y lo que la OMS describe como una “gobernanza en salud débil”, así como las desigualdades a la hora de acceder a servicios en esta área, son factores que agravan las amenazas y riesgos mencionados anteriormente.
Si bien los ciudadanos pueden pasar a la acción con decisiones cotidianas como ir al trabajo en bicicleta al menos una vez a la semana, utilizan el transporte público, usando energías renovables, apagando las luces, comprando sus alimentos de productores locales y evitando el uso de plásticos, son los gobiernos quienes realmente pueden marcar una diferencia en el cuidado del planeta y, por ende, en la salud de sus habitantes.
En este sentido, algunos de los puntos planteados por la OMS para los gobiernos son:
Como parte de la Agenda Patriótica del Bicentenario 2025, Bolivia inició su implementación basada en el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales se alinean con los puntos planteados por la Organización Mundial de la Salud para proteger nuestra salud y la del planeta.
En este sentido, en cuanto a salud, se ha implementado el Sistema Único de Salud, Universal y Gratuito (SUS), que se constituye en una de las principales políticas del Sector.
Esta política, conjuntamente con otros programas complementarios, coadyuvaron a que la tasa de mortalidad infantil se haya reducido de 24,0 por mil nacidos vivos en 2016 a 22.4 en 2020, según explica el Informe Nacional voluntario 2021.
En materia de medioambiente, se han registrado avances en el acceso a fuentes mejoradas de agua, debido a la implementación del programa Mi Agua, y el programa de agua potable y saneamiento en áreas periurbanas.
Los indicadores relacionados con la energía asequible y no contaminante han reportado progresos, especialmente el relacionado al acceso a energía eléctrica. En el 2020, el 80,4% de los hogares a nivel nacional tenían acceso a este servicio, registrándose importantes avances en el área rural.
Según el informe, en la gestión sostenible de bosques, el país exhibe adelantos de la política con enfoque de gestión integral y sustentable basada en la planificación articulada e integral del bosque, suelos forestales y los actores involucrados.
Entre 2015 y 2020 se ha reducido en 10,7 puntos porcentuales la proporción de la deforestación ilegal, de 64,6% en 2015 a 53,9% en 2020.
Sin embargo, en 2019 el país perdió más de 5.7 millones de hectáreas de bosques a causa de los incendios, mientras que en 2020 la cifra superó los 4 millones de hectáreas, ante la mirada indiferente de las autoridades.
Por aquellos años, ciudades como Santa Cruz y Tarija reportaron niveles altos de partículas y contaminantes.
Según reportó el diario El Deber, el 7 de noviembre de 2020 se dio el peor registro alcanzando un índice de 283. Significa que en el aire hay una alta concentración de partículas y contaminantes causados por el humo de los incendios forestales en el departamento.
Los combustibles fósiles en Bolivia son subvencionados y las nuevas prospecciones son constantes, fomentando el uso de energías contaminantes.
Finalmente, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante para mantener una calidad de vida óptima y saludable, en el caso de Tarija estas apenas llegan a 2,5 metros por habitante, de acuerdo al informe del plan de ordenamiento territorial de la gestión 2010.