“¿Qué vas a hacer de acá en adelante?”. Esta suele ser una pregunta catastrófica para algunos jóvenes entre 16 o 17 años que todavía no tienen claro el panorama respecto a su futuro, algo así pasaba por la mente de Yasser Casal Moreno a esa edad tras escuchar la interrogante “letal”.
“Mi única respuesta en ese momento era salir de mi pueblo, enojado con la vida, con todo”, recuerda Yasser, quien ahora, en el 2020, con serenidad se toma un café en un local de la plazuela Sucre, de aquella ciudad en la que finalmente se quedó.
Volviendo al pasado, a ese periodo de transición entre el colegio y la universidad, su situación se agravaba al ver que sus compañeros sí tenían un objetivo claro e iban en busca de aquel sueño, mientras él seguía inmerso en una encrucijada sin respuestas.
“Mi libro es el escape que me generé a mí mismo, siempre estuve escribiendo, todo lo iba guardando”, cuenta después de beber un sorbo de café.
El joven de 26 años con el pelo recogido hacia atrás, nunca imaginó que esas anotaciones en sus cuadernos se convertirían en un libro.
Este proyecto empezó a tomar forma en plena etapa de confusión, cuando estudiaba una carrera que todavía no le terminaba por convencer, que era Derecho.
Fue hasta que pasó la materia de Expresión Creativa con la docente María Julia Peñarrieta, que encontró refugio en un género cuasi desconocido para él en ese entonces: la poesía.
Fue amor a primera vista, la poesía le ayudó a conocerse más. Se adentró en el libro Los Heraldos Negros del poeta peruano César Vallejo Mendoza (1892-1938+).
“Aprendí a leer a los 20”, agrega al referir que desde entonces, comprendió las lecturas que tomaba, algo que de escolar quizás lo pasaba de largo.
Aquellas anotaciones, se fueron convirtiendo en poesía, las fue moldeando y creando nuevas…no dejaba de escribir.
Sin embargo, todas esas anotaciones un día desaparecieron. Alguien se las había robado en la universidad, cuando él ya estudiaba Comunicación Social.
No le dio mayor importancia a este episodio, finalmente eran textos sin estructura alguna.
Pasaron los años, y Yasser encontró su camino al consolidarse como socio productor de una de las empresas audiovisuales más importantes de la región como La Máquina de Sueños, que cuenta con premios nacionales e internacionales.
De pronto, aquella persona que sacó los escritos de un cuaderno, decidió transcribirlos en la computadora y se los envió por correo electrónico.
Cuando Yasser recibió ese mail, no dejó de sorprenderse de ver transcritos todos sus textos. Quien se los había robado, le sugería que no los deje botados y haga “algo” con ellos, porque tenían potencial, por lo menos él ya se había identificado. “Fue un regalo del cielo”, asegura al contar incrédulo aquel momento.
“En lo digital te puedes robar a ti mismo”, agrega Yasser al describir cómo en esa oportunidad, le había ayudado a ordenar sus escritos e irlos convirtiendo en poesía. “Una poesía existencial”.
Un tío suyo envió parte de sus escritos a un amigo que tiene en La Paz, quien es dueño de una importante librería de aquella ciudad. Posteriormente, este trabajo recibió la aceptación de una importante editorial que decidió convertirlo en libro.

No lo había soñado, pero el proyecto del libro era una realidad. La editorial 3600 junto con Heraldo Propicio, tomaron el proyecto.
“Vamos más de un año en el proceso de edición”, relata sobre este trabajo que asegura ya dejó de ser suyo, pues editores, ilustradores y diseñadores, le fueron dando sus aportes profesionales.
Contento con el resultado, está listo para la presentación que será realizada este jueves a las 19.30 en la ciudad de La Paz en la galería Puro.
La crítica está a cargo de Mayra Araujo de la red de librerías “Lectura”.
La distribución de este trabajo a nivel nacional será por medio de la red de librerías Lectura, aunque también puede encontrarse en el mundo virtual por medio de Amazon.
Anunció que prevé en marzo hacer una presentación similar en la ciudad de Tarija, donde pueda estar junto a sus amigos y familiares.
¿Expectativas? “Ya he obtenido mi libertad”, responde a horas de la presentación en la sede de Gobierno.
Con el libro concluido, Yasser revela que rechazó ofertas para irse a vivir a otras ciudades, ahora no quiere salir de Tarija, donde tiene fijos sus objetivos.
¿Y el nombre?
“Es difícil ponerle un nombre a algo que hiciste vos”. Entonces todo surgió como casi todo el libro, de un momento de soledad.
Todo se dio cuando quiso tomar un efervescente para pasar la acidez. En ese instante se sentó a observar el vaso con el efervescente, de donde salían burbujas. “Salen de donde no había nada, el agua toma otro color, otro sabor”. Ese proceso de efervescencia, para él es lo que pasa con su libro.
¿Qué se puede esperar de este libro?
Aclara en reiteradas ocasiones que no es una poesía con métrica, como las del escritor uruguayo Mario Benedetti (1920-2009+), a quien admira, sino que es un trabajo más existencial con un fuerte toque juvenil.
Tampoco es la poesía tradicionalista que habla de la tierra o del pago, al contrario, muestra vivencias entremezcladas con problemas que se presentan en la juventud, aquellos de los que pocos quieren hablar.
Por ejemplo, toca la necesidad de socializar con el mundo en medio de la soledad de un teléfono celular ¡A leerlo!