El fútbol está inmerso en la cultura boliviana, pero este deporte sigue siendo considerado como un juego de hombres, con una liga que solo valida como profesional al jugador varón, dejando de lado a miles de mujeres que sienten la misma pasión.
Son cientos de mujeres que a lo largo de la historia nos han demostrado que es posible generar un cambio en el mundo. Con esfuerzo y acciones, cada una de ellas ha logrado un efecto dominó, impulsando a las nuevas generaciones a romper las brechas de género.
A la historia se suman las futbolistas bolivianas, que han sabido resaltar en el mundo del fútbol, llevando su talento a Brasil, Estados Unidos y Paraguay, así como a clubes de Europa, cruzando el charco.
Aunque el fútbol femenino en Bolivia ha crecido en los últimos cinco años, todavía no tiene el suficiente apoyo; pese a ello, las jugadoras han sabido perseverar para conseguir un espacio dentro del deporte rey.
Pero no solo han logrado demostrar su talento futbolístico, sino que parte de ellas impulsan ahora a las nuevas generaciones a marcar un antes y un después en el balompié femenino.
Existe una serie de factores que impiden el crecimiento del futbol femenino, según indica el “profe” Napoleón Cardozo, un ícono en este deporte en Bolivia.
Cardozo dice que son “pocos” los entrenadores con conocimiento especializado, agrega que no hay una organización estable, ni dirigentes comprometidos para invertir en el fútbol femenino.
Pese a ello, “Bolivia tiene excelentes jugadoras”, destaca el profe.
En su experiencia entrenando a mujeres, el profe ha formado y conocido a “grandes” jugadoras bolivianas que han captado la atención de clubes del extranjero.
Cuando la selección femenina fue en 2019 a España para el Torneo Cotif, el club Valencia puso los ojos en dos jóvenes de la selección boliviana: Emilie Doerksen y Cielo Veizaga.
El club español las quería a las dos, pero ello no pudo darse porque las jugadoras todavía eran menores de edad.
En ese viaje también se presentó una propuesta para las bolivianas, Paola Álvarez y Ángela Cárdenas, quienes se probaron para los clubes de Real Racing Club de Santander y Ciudad de Murcia, respectivamente, quedando ambas contratadas.
El profe, destaca a las jugadoras, Paola Guzmán, Erika Salvatierra, Karla Ticona, Cokito Gálvez, que también fueron contratadas por clubes europeos.
En esta lista de bolivianas en el exterior, está el nombre de Marlene Flores, quien viajará a Estados Unidos y mostrará sus cualidades en el Denver Rush de Colorado.
El club Lee Mount también se ha interesado por una boliviana: Brianna Figueredo, que ya firmó contrato por una temporada con el club norteamericano.
En el fútbol femenino, Estados Unidos es una de las potencias mundiales, su selección es actualmente la campeona del mundo y la más laureada hasta ahora con cuatro títulos, según la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
El profe señala que Brasil también puso sus ojos en las deportistas bolivianas: Marcela Ortiz y Luciana Patiño, quienes fueron fichadas por Esporte Clube Comercial.
Emily Duarte, también tuvo la oportunidad de jugar en Ecuador, pero rechazó la propuesta.
“Sin que nadie haga un esfuerzo, ellas solas se han abierto las puertas para jugar en el exterior, nosotros solo las hemos recomendado”, dice el entrenador.
Lleno de orgullo, el profe espera que el nuevo técnico, encargado de encaminar a la próxima selección fémina de mayores, pueda repatriar a estas jugadoras que ya tendrán un alto grado de preparación.
En esa razón, el extécnico de la selección boliviana hizo un llamado a las autoridades del fútbol para que mejoren las condiciones del balompié femenino, “aplicando el profesionalismo”.
Te contamos las historias de estas mujeres que han cumplido sus sueños de integrar la selección boliviana del fútbol femenino y salir al extranjero para enaltecer el nombre de Bolivia.
No todo es color rosa, puesto que hay jugadoras que, al no tener los recursos y los contactos para promocionar su talento, todavía aguardan una propuesta para sobresalir afuera, mientras tanto, impulsan a las nuevas generaciones a que puedan adentrarse en este deporte.
Ana María Rivera: «El fútbol no es solo para los hombres«
“Con esfuerzo y sacrificio se puede llegar muy lejos, nunca hay que dejar de soñar, hay que entrenar sin darse por vencido, el fútbol no solo es para los hombres también es para las mujeres”.
La joven es nacida en la provincia O´Connor en el departamento de Tarija, tiene 26 años, y descubrió su pasión por el fútbol a los 13 años.
A sus 17 años integró su primer equipo; representó a Entre Ríos, luego llegó hasta la capital tarijeña para formar parte del equipo femenino del Gobierno Municipal.
Ya en la ciudad de Tarija reforzó al club San Martín. Así creció María en el balompié, jugó en la Copa Libertadores de América, donde fue fichada para cumplir su sueño: formar parte de la selección boliviana.
Ana María formó su propio club de fútbol femenino “Leonas”, donde entrena a más de 50 niñas que sienten la misma pasión por este deporte.
La joven cuenta con orgullo, que el club ganó el 2019 el campeonato nacional de la categoría sub-16 con ella como directora técnica.
Este título fue su boleto para llevar a su equipo a competir en el vecino país de Paraguay.
Ana María cuando se adentró en el mundo del fútbol, fue testigo del poco apoyo que había a las mujeres, esa fue una de las razones para fundar su club de fútbol.
Siendo instructora de las nuevas generaciones, ella siempre recomienda a los padres apoyar a sus niñas, porque sentir el apoyo de la familia juega un papel “importante” en la formación de una jugadora.
La joven cree que, pese al “poco apoyo” que se tenía en otras gestiones, este 2020 será “diferente” porque se avizora que el fútbol femenino se va a profesionalizar.
María Laura Gómez: “Lo importante es el apoyo de la familia para sobresalir en el fútbol”
La joven es oriunda Yacuiba de la provincia Gran Chaco de Tarija y tiene 27 años. Juega para el club Real Santa Cruz, paralelamente estudia de auxiliar de farmacia y tiene pensado sacar una licenciatura en la Carrera de Enfermería.
Laura juega a la pelota desde los ocho años, pero integró su primer equipo desde los doce, a los dieciséis fue fichada para jugar en la selección boliviana como defensora.
Con su nueva casa, el club Real Santa Cruz, sobresalió en el Campeonato Integración Femenino 2019, donde debutó con su equipo contra el seleccionado de Cochabamba.
En su experiencia en el fútbol, la joven destaca el apoyo que ha tenido de su familia para hacer frente a las brechas de género.
La jugadora observa que, si bien existe esta diferencia entre mujeres y hombres, cada día la gente va tomando interés por el fútbol femenino, y ello lo puede comprobar en Yacuiba, por la afluencia de público a los partidos.
“En este último campeonato nacional al que fuimos hubo mucha gente, las graderías se llenaron, fue algo único para Yacuiba que un equipo femenino haya llegado a un nacional”, dice con orgullo la joven futbolista.
María Laura, comparte el sueño de todas las futbolistas bolivianas: salir de Bolivia y jugar en clubes del exterior para superarse, y así dar la referencia que en este país “hay excelentes jugadoras”.
Brianna Figueredo: «Hay que seguir el camino que nos guste«
La paceña de 18 años creció en Estados Unidos, pero radica actualmente en Bolivia, tiene doble nacionalidad.
Brianna, tiene pensado estudiar la Carrera de Administración de Empresas y Manejo Deportivo.
La mediocampista, actualmente forma parte del club The Strongest de La Paz, pero ante la inactividad del fútbol femenino en Bolivia por la cuarentena, aceptó la oferta de formar parte del club Lee Mount Vernon en Estados Unidos por una temporada.
Brianna ya se encuentra en Estados Unidos para entrenar y ha recibido una nueva oferta: jugar por todo un año en ese club.
Sin embargo, esta decisión la está analizando con sus representantes. No es la primera vez que la joven muestra su talento en Estados Unidos, con anterioridad entrenó en el club Everyday Soccer.
La joven, inició con el fútbol en Estados Unidos, sus primeras prácticas fueron cuando tenía los ocho años de edad, sus fines de semanas las pasaba en campeonatos.
Hubo un cambio rotundo cuando a los doce años volvió a Bolivia. Lo primero que quiso hacer era jugar al fútbol, pero se encontró con una sorpresa, que eran “pocas” las mujeres que se dedicaban a este deporte, ella tenía que entrenar con puros hombres.
Actualmente forma parte del club club The Strongest, uno de los históricos del fútbol nacional.
A diferencia de otras jugadoras, vivir en Estados Unidos le abrió las puertas en el fútbol, además, su representante y entrenador promocionaron su talento en clubes del exterior.
Paola Vásquez Rodríguez: «Ahora se está queriendo organizar mejor el futbol femenino«
La joven es nacida en la capital tarijeña, y tiene 26 años. Paola cursa el último año de la Carrera de Contaduría Pública. Ella junto a unas seis compañeras recibieron la propuesta de River Plate para integrar ese club argentino, pero la rechazaron, porque estaban a mitad de sus carreras universitarias.
Por un tiempo, la joven se mantuvo reacia de jugar al fútbol, porque los estereotipos de género la afectaban; sin embargo, con el transcurrir de los años fue superando esos miedos y creciendo en el fútbol femenino.
Paola cuenta que desde el colegio ya estaba esa brecha de género. Ella estudiaba en el colegio Santa Ana, donde solo había aleros para la disciplina del básquet y los postes para las mallas de voleibol.
Su inclinación por el fútbol inició a sus doce años, Paola acompañaba a su padre a los entrenamientos de su hermano, pero cuando faltaba un jugador, ella era la escogida para la portería, así fue adentrándose en el deporte.
En ese entonces no había liga femenina, pero el papá de Paola no estaba dispuesto a excluir a su hija del fútbol, es así, que al año siguiente presentó su equipo a la Asociación Departamental de Futsal, donde la incluía en la lista de ese equipo de “puro varones”.
Las malas voces comenzaron a surgir. “Por qué dejan jugar a una niña”, escuchaba Paola de las madres de sus compañeros de equipo.
Ello hizo retroceder a Paola para no jugar; pasaron “unos meses” hasta que se enteró que había dos niñas que también compartían las ganas de jugar balompié.
Al conocer a esas dos chicas adictas como ella al balón, la joven se unió a la “escuelita de fútbol”.
Pasaron los años y en Tarija, aunque con poco apoyo, se abría el mundo del fútbol para las mujeres con campeonatos femeninos intercolegiales para llegar a los Juegos Plurinacionales.
La disciplina del fútbol, dentro de los Juegos Plurinacionales abrió las puertas para que Paola forme parte de clubes importantes en la región como Real Tarija, Universitario, San Martín, Municipal y ahora Ciclón.
El buen desempeño de Paola la llevó a formar parte de la selección boliviana en la posición de enganche.
La joven recuerda que hace dos años jugando para Ciclón, fue parte de una gira internacional, donde se enfrentaron a los equipos argentinos de River Plate, Boca Juniors, Aldosivi, Racing y Rosario Central.
En esta gira por Argentina, recuerda que junto a cinco de sus compañeras fueron “chequeadas” por los entrenadores de River Plate y Racing para que se quedaran a jugar en uno de esos clubes, pero rechazaron la propuesta porque estaban cursando sus estudios universitarios, además que en ese entonces, no había incentivos económicos en Argentina.
River Plate determinó desde julio de 2019 formalizar contratos profesionales con sus jugadoras de fútbol femenino.
Con los nuevos cambios en el fútbol, Paola espera con ansias concluir su carrera para probarse nuevamente. “Me quiero quitar la espinita de jugar en clubes del exterior”, dice.
Ángela Cárdenas: «Nunca se den por vencidas, los sueños sí se cumplen«
La joven es de la provincia Andrés Ibáñez de Santa Cruz y tiene 26 años, antes de partir hace un año a España estudiaba Psicología.
Si su estadía en España se sigue extendiendo, Ángela tiene proyectado iniciar con sus estudios para entrenadora de fútbol.
Desde muy pequeña, Ángela se encaminó en el fútbol de la mano de su padre, quien la llevó a la cancha junto a sus dos hermanos mayores; así, sin darse cuenta, la joven potenciaba su talento con la pelota.
“Yo era la niña de la casa, mi padre me llevaba con ellos, y así me fue metiendo poco a poco en el fútbol, yo entrenaba con los niños”, cuenta a Verdad con Tinta.
La joven considera que ha sido “difícil” incursionar en este deporte, al referir que siempre escuchaba comentarios discriminatorios: “el fútbol no es para las mujeres”.
Pese a esas brechas de género, Ángela continuó alentada por su padre.
“Mi padre siempre estuvo ahí apoyándome, me decía que, si me gusta esto, que lo aproveche, que siga, él nos dio a mis hermanos y mí las mismas oportunidades”, dice.
Ángela resalta que, ahora hay más aceptación de las mujeres en el fútbol, “por lo menos hay donde entrenar”, sin embargo, indica que se debe dar más atención a este deporte.
“En Bolivia no se valora el fútbol femenino, todo lo contrario sucede en España. Aquí valoran mucho el talento, tenemos seguro médico, tenemos una remuneración, recientemente mi equipo ha subido a la nacional”, dice contenta.
Ángela integró su primer equipo de fútbol a los ocho años, en Blooming, posteriormente jugó en Florida de la Academia Tahuichi, en la Red Guaraní, en el equipo femenino de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, así pasó por diferentes clubes bolivianos mostrando su talento, hasta que a los catorce, representó a la selección boliviana.
Su talento fue más allá de las fronteras bolivianas. La cruceña fichó para el club Ciudad de Murcia de España de la segunda división.
Al terminar su contrato con su anterior equipo, la boliviana forma parte del SMX Athletic Club de Murcia que maneja equipos en diferentes divisiones del fútbol femenino.
Paola Guzmán: «Hay que seguir entrenando sin importar cuánta gente diga que el fútbol femenino en Bolivia no existe«
Nació en La Paz y tiene 22 años. La jugadora, gracias a la ayuda de su club en España, también está estudiando para ser entrenadora de fútbol.
Paola aspira a ejercer su profesión en Bolivia, porque considera que el fútbol necesita “bastante” apoyo, pero si se presenta la oportunidad de formar nuevos deportistas en España u otro país, así lo hará.
Paola inició desde pequeña en el fútbol, viene de una familia dedicada al deporte, su padre es entrenador en esta disciplina.
Cada momento en la cancha, mientras observaba a su padre entrenar a sus equipos, Paola comenzó a interesarse por el fútbol y a jugar en medio de otros chicos, porque eran “pocas” las niñas que se dedicaban a este deporte en La Paz.
Paola fue convocada a la selección femenina de fútbol sub-17 cuando solo tenía doce años, y desde entonces, ha visualizado al fútbol como “un estilo de vida”.
En su experiencia en Bolivia, la jugadora analiza que ha costado la inclusión femenina en el fútbol. Cuando a Paola le tocaba entrenar, lo tenía que hacer junto con otros niños, porque no había espacios destinados específicamente al fútbol femenino.
Paolo formó parte del club LDV Copacabana, para competir en el 2016 en el primer torneo femenino que organizó la Asociación de Fútbol de La Paz.
El 2018 decidió buscar nuevas oportunidades, llegó a Santa Cruz para formar parte del club Universidad.
Un traslado familiar la llevó a Estados Unidos, donde participó del campeonato bolivariano sub-20 con la selección de fútbol femenina y también fue convocada para el Sudamericano de Ecuador.
La oportunidad para integrar un club europeo se le presentó cuando ella se encontraba en Estados Unidos, donde había obtenido una beca de estudios en la universidad gracias a su talento, “era lo más cercano a jugar profesionalmente”, cuenta.
“Me contactaron por Instagram para preguntarme cuál es mi situación en Estados Unidos, me presentaron la oferta del club Joventut Almassora, que me quería aquí –España- para la nacional; analicé muy bien la propuesta con mis padres, y decidimos tomar la propuesta”, revela.
A concluir su contrato con el club Joventut Almassora de la Primera B, Paola fue incorporada en el club Vías Interrias, equipo que hace vida en la región de Galicia- España que busca el ascenso a la segunda división.
Con su experiencia, Paola considera que el fútbol femenil debe mejorar, porque hay “bastante talento”, para ello, sugiere realizar más campeonatos, generando espacios con igualdad de condiciones para las mujeres.
“Se deben generar espacios con igualdad de condiciones en los torneos, en la sub-12, sub-15, sub 17 y posteriormente al torneo de mayores, ojalá se pudiera hacer una liga femenina profesional, como hay en lo masculino”, sugiere.
Paola aspira a seguir creciendo en el fútbol, para ello, seguirá jugando en España donde tiene contrato profesional.
Noelia Alejandro Fernández: «No hay que perder las oportunidades«
Nació en el municipio fronterizo de Bermejo, en el departamento de Tarija, tiene 27 años y es madre de dos pequeños.
Noelia se dedica a entrenar a niños en el fútbol, pero la pandemia ha trasladado su enseñanza a las plataformas virtuales por medio del programa de fomento a la cultura y el deporte del Gobierno Departamental.
También ha encaminado las tramitaciones para crear una directiva del fútbol femenino de Bermejo, con el fin de incentivar el talento futbolístico de las mujeres en esa región.
Noelia inició en el fútbol cuando tenía 11 años, una vecina la invitó a formar parte de un equipo femenino de Bermejo, en ese momento, las chicas se alistaban para competir con un equipo argentino.
“Yo no sabía que tenía ese talento”, confiesa Noelia, quien desde ese momento, se ha dedicado al fútbol.
Si bien la joven tenía el apoyo de sus padres, ella cuenta, que antes de ir a la cancha, primero tenía que cumplir sus obligaciones dentro de su hogar: cocinar, limpiar y hacer sus tareas.
Al igual que otras mujeres, Noelia ha vivido esta brecha de género, este es uno de los motivos para impulsar la creación de una directiva de fútbol femenino en su municipio.
“Estoy animando a las chicas para que sigan jugando, por eso me apresuré en armar la directiva del fútbol, porque ha bajado el nivel de participación y eso es por falta de apoyo de las mismas autoridades”, refiere.
Dice que hay “muchas niñas con talento”, quienes pueden viajar y representar al municipio como al departamento, pero hay que apoyarlas y especialmente, “formarlas”.
Noelia, representó a Bermejo en las provinciales a sus doce años, llegando a formar parte del seleccionado tarijeño.
Con la Selección de Tarija, enfrentó a Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y Oruro, logrando destacadas participaciones.
Noelia fue fichada para la selección boliviana de mayores y para la selección sub-20, siendo su boleto para conocer Brasil y Ecuador respectivamente.
Jugó la Copa Libertadores de América con el club San Martín de Porres, compitiendo con equipos de Colombia y Uruguay.
Olga Sandoval: «Con esfuerzo, sacrificio y ganas, uno puede llegar muy lejos«
Ella es chuquisaqueña y tiene 27 años. Reside en Tarija y juega en el club Andalucía, también estudia para profesora de educación física en la Escuela Superior de Maestros Juan Misael Saracho en Canasmoro.
Olga viene de una familia de futbolistas, su hermana mayor Zulma Sandoval de 32 años, formó parte de la selección boliviana de fútbol como arquera; su hermana menor, Sarah Sandoval, de 22, igual se encamina en el balompié y también formó parte del seleccionado nacional.
La futbolista cuenta que “desde pequeña” jugaba al fútbol, sus contrincantes eran niños, “yo me los hacía (amagaba) a todos y sus mamás quedaban impresionadas”, dice.
La joven cuenta que, desde niña pudo evidenciar la brecha de género, al notar la falta de apoyo que tenían las mujeres frente a los hombres.
Conocedora de sus aptitudes en el fútbol, su hermana mayor la fue incluyendo en el fútbol tarijeño.
Con ayuda de Zulma, Olga llegó a Tarija para presentarse en la Escuela Municipal, siendo ese su pase en el fútbol nacional.
La joven fue fichada posteriormente por el club Universitario, el club San Martin y actualmente juega como delantera en el club Andalucía.
Con la experiencia que fue ganando en esos clubes, Olga formó parte de la selección boliviana y en cuatro oportunidades jugó la Copa Libertadores.
“El fútbol te da muchas oportunidades, con la selección boliviana he conocido Brasil, Colombia, Chile”, cuenta la futbolista.
Olga, como otras jugadoras, aspira a jugar profesionalmente en clubes en el extranjero, pero por la “escasa atención”, no pudo concretar su sueño.
“Muchas mujeres tenemos las capacidades y el talento para jugar en el exterior; aquí en Tarija hay jugadoras que podrían estar representando muy bien a Bolivia, existen chicas que se quieren ir, pero los trámites como el dinero nos limitan mucho”, confiesa.
Olga cree que pudo continuar formándose en clubes del exterior, pero no consiguió un representante.
“No he tenido esa oportunidad de que alguien me hable por allá afuera, no he encontrado a alguien que muestre a los clubes que juego muy bien, que me prueben”, lamenta.