Ser switcher u operador es dirigir el buen funcionamiento de todos los equipos de ingeniería de un canal televisivo; es una pieza fundamental en un medio de comunicación audiovisual. Sin este operador, es imposible que el video y el audio lleguen a los televidentes.
En Tarija ha sido un puesto ocupado generalmente por varones, pero doña Remedios y Susi fueron abriendo espacios para la mujer en este campo de la comunicación.
Remedios
Remedios Diego Cruz, de 57 años de edad, se adentró en el mundo de la televisión desde finales de la década de los 90, cuando tenía 33 años.
“Doña Remedios”, como le dicen sus conocidos, entró a trabajar al Canal 13- ATB para encargarse de la limpieza, pero tres años más tarde, ya empezaba a manejar los equipos técnicos.
“A veces faltaban switcher, y doña Paola Castellanos me dijo que si quería podía ir aprendiendo a usar los equipos”, cuenta.
Con esa motivación, Remedios tomó la decisión de aprender el oficio, y con la buena voluntad de los otros switcher, fue capacitándose para usar los equipos, que, en ese entonces, funcionaban con VHS, un sistema de grabación y reproducción analógica audiovisual.
Se puede, probando se puede.
Remedios Diego Cruz
Remedios hace un nombramiento especial al periodista Freddy Rivera, quien constantemente estaba enseñándole sobre el uso de las nuevas tecnologías que iban apareciendo. “Él me ha enseñado a usar la computadora”, recuerda.
La switcher, destaca que tuvo un “gran apoyo y aceptación” de sus compañeros de trabajo, pero no faltaron aquellos que no estaban acostumbrados a ver a una mujer manejando los equipos.
Los clientes que se acercaban al canal para dejar sus materiales publicitarios, la miraban y casi siempre le hacían la misma pregunta: ¿señora, usted sabe operar? Al escuchar la respuesta de Remedios quedaban asombrados: “no lo puede creer”, “¿está segura?”.
Así pasaron los años y hasta principios del 2020, doña Remedios estaba ahí: sentada frente a aquellas máquinas que hacen posible la transmisión de imágenes y sonido a distancia a través de ondas hercianas.
Lamentablemente, hace un par de semanas, doña Remedios ha dejado aquella cabina desde la que hizo historia, tras su jubilación.
Satisfecha con sus logros, ella insta a otras mujeres a buscar nuevas oportunidades y a “no quedarse estáticas en la vida”.
“Se puede, probando se puede”, acota.
Susi
Susana Velásquez Armata, conocida por sus compañeros de trabajo como “Susi”, ya mostraba desde niña un interés por todo lo relacionado con la tecnología.
Sus primeros pasos en la televisión los dio en un canal televisivo cristiano: Cristo Viene, La Red.
A sus 20 años, ese medio de comunicación invitó a Susi a formar parte del equipo. Aquello le abrió la primera puerta en su carrera para poder capacitarse en el manejo de equipos de televisión, teniendo que ir hasta Cochabamba para aprender del oficio.
Por diferentes motivos, estuvo en ese medio de comunicación durante cinco años, pero ella no estaba dispuesta a quedarse con los brazos cruzados, es así que se le presentó una nueva oportunidad de trabajo.
Susi se preparaba para formar parte de lo que sería su segunda casa televisiva, el Canal 15.
La joven switcher pasó por la misma experiencia que Remedios, pues quienes la veían dudaban que ella fuera operadora técnica.
Esta situación no fue un impedimento para que siga creciendo en ese oficio que le provoca satisfacción.
Susi reconoce que tuvo “bajones”, cuenta que había personas que creían que por ser mujer no iba a perdurar en el trabajo, pero sus comentarios le provocaron todo lo contrario; la motivaron a continuar. “¡Las mujeres también pueden!”, se dijo a sí misma.
Así, ella consiguió estar por cuatro años en equella casa televisiva, pero en época de pandemia, tomó la difícil decisión de renunciar, porque su trabajo implicaba poner en riesgo la salud de su madre, tanto como de su pequeño niño de seis años.
Pese a ello, y gracias a sus conocimientos, la joven de 28 años ha visitado casas televisivas como Unitel y Tarija Tv, donde también colabora en programas independientes.
Los años en televisión le comenzaron atraer como un imán hacia una apasionante rama: el periodismo.
Susana siempre quiso estudiar informática, pero sus condiciones económicas le hicieron cambiar de carrera, optando por la contabilidad en un instituto técnico.
También estuvo decidida a estudiar Comunicación Social, pero en ese entonces, no había la carrera en ninguna de las universidades de Tarija.
Con su experiencia, Susi insta a otras mujeres a no rendirse y seguir sus sueños. “Nada es fácil, pero detrás de cada esfuerzo hay una recompensa, las mujeres podemos llegar mucho más alto”, dice la joven operadora.