La pandemia fue uno de los periodos de mayores contrataciones de los diferentes niveles del Estado, sumando un total de 14 981 ítems contratados entre marzo de 2020 y enero de 2022, según datos extraídos del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes) por el Lab TecnoSocial y subidos a la plataforma Contratos Abiertos, utilizando una metodología de filtros explicada en este enlace.
En el departamento de Tarija se lanzaron 378 convocatorias relacionadas a la pandemia por un total de Bs 75,03 millones, bajo diferentes modalidades de contratación; las principales fueron las directas con 173 compras realizadas, mientras que la segunda fue de contrataciones menores, con 117.
Aunque las contrataciones por emergencia suman un total de 36 adjudicaciones realizadas, es la segunda modalidad a la que destinaron mayor cantidad de recursos económicos con Bs 16,5 millones, siendo superada solo por las directas, cuyas cifras llegan a los Bs 42,1 millones.
El 86,2% de las contrataciones fueron realizadas bajo estas tres modalidades, cuyos beneficios son la baja carga burocrática.
Yacuiba fue el municipio que más compras realizó durante la pandemia, con un total de 57 convocatorias lanzadas en ese tiempo, superando inclusive al propio Servicio Departamental de Salud (Sedes), que en el mismo periodo lanzó 54 convocatorias.
En el tercer lugar se encuentra el Gobierno Autónomo Municipal de Tarija con 44 compras.
La Alcaldía de Yacuiba también fue la institución que mayores recursos destinó en las denominadas “compras covid” en el departamento de Tarija, con un gasto total de Bs 15,3 millones, según los contratos analizados.
Con 29 compras realizadas y un total de Bs 14, 5 millones, el Gobierno Autónomo Regional del Gran Chaco, conformado por los municipios de Caraparí, Villa Montes y Yacuiba se posiciona en el segundo lugar en cuanto a gasto.
El tercer lugar lo ocupa el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, con Bs 13,3 millones.
Los municipios de Caraparí y Villa Montes, también pertenecientes a la región de Gran Chaco, gastaron Bs 6,8 y Bs 6,3 millones respectivamente.
En total, la región del Gran Chaco gastó Bs 42,9 millones entre marzo de 2020 y enero de 2022, en compras relacionadas a la emergencia sanitaria. Es decir, el 57,1% del gasto de todo el departamento de Tarija.
Sin embargo, el Gran Chaco solo representa el 30% de la población del departamento, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas para 2021.
Su gasto fue 11 veces mayor que el municipio de Tarija, cuya población es el doble que la región del Gran Chaco. Solo la Alcaldía de Yacuiba gastó cuatro veces más que la Alcaldía de Tarija, pese a que su población es casi tres veces más pequeña.
Si bien esta región se benefició con una serie de adquisiciones en el área de salud, entre otras, los reclamos se mantienen por falta de atención oportuna y espacios para la población que lo requiere.
El vocero del Comité Cívico de Yacuiba Henry Medrano declaró a medios locales en diferentes ocasiones que existen una serie de falencias en el área de salud, poniendo como ejemplo el hospital de tercer nivel Fray Quebracho, cuyo edificio no tiene el debido equipamiento.
En periodo de pandemia, cientos de pacientes provenientes del Gran Chaco se trasladaron a las ciudades de Tarija o Santa Cruz en busca de una atención más especializada, según consta en una nota de la Defensoría del Pueblo de diciembre de 2021.
El exjefe de la Unidad de Terapia Intensiva del hospital San Juan de Dios de la ciudad de Tarija Roberto Mérida Maldonado confirmó a Verdad con Tinta que “llegaban muchísimos” pacientes de la región del Gran Chaco en periodo de la crisis sanitaria entre 2020 y 2021, situación que terminó por colapsar este centro médico.
Si bien las contrataciones se centraron en la compra de insumos y equipos médicos, otro porcentaje importante fue destinado a otras áreas como paquetes alimentarios covid, gasolina y los denominados “programas de reactivación económica covid”.
Contrataciones menores, directas y por emergencia
Para entender más sobre estas modalidades, Verdad con Tinta consultó a la abogada y académica Gisel Derpic Salazar.
La abogada explica que dichas modalidades tienen sus ventajas, especialmente en casos de emergencia, porque saltan una serie de pasos burocráticos que se incrementaron con la promulgación en el año 2010 de la Ley 004 Marcelo Quiroga Santa Cruz.
“Si bien la ley -004- ayuda a enfrentar la corrupción, también pone una serie de trabas burocráticas que provocan que miles de funcionarios públicos en el país tengan temor de firmar algún documento”.
Gisel Derpic explica que por medio de la Ley 004, los funcionarios públicos, especialmente de instituciones regionales que son opositoras al Gobierno nacional, estan “atemorizados” de firmar cualquier documento, ya que “es como una espada de Damocles”, porque puede ser motivo de algún proceso penal.
Al contrario, la modalidad de contrataciones por emergencia, permite a las instituciones estatales hacer compras de manera directa saltando pasos y procesos burocráticos.
Este tipo de contrataciones permite actuar a las instituciones del Estado en situaciones de emergencia como el caso de la pandemia por coronavirus covid-19, pero también “es una puerta a la corrupción”, advierte la docente y abogada.
“Es como la puerta trasera creada para escapar de todo el aparato de control que representa la Ley Marcelo Quiroga”, refiere.
Las contrataciones menores se refieren a las compras por una cuantía inferior, por lo que suelen ser directas.
Por último, las contrataciones directas se diferencian en el procedimiento, con menos requisitos y siendo mucho “más ágiles”, acota.
En síntesis, la abogada explica que estas modalidades bien utilizadas pueden servir para atender de forma inmediata una emergencia, pero en el caso boliviano, ha sido una puerta abierta a la corrupción.
Para la académica, en estos casos es recomendable la rotación de personal encargado de adquisiciones.