Boliviana de Aviación (BOA) fue fundada el año 2007 y entró en operaciones el 2009 bajo la premisa de convertirse en la aerolínea bandera de Bolivia. A casi 14 años de su debut por los cielos bolivianos, la aerolínea brinda más de 45 vuelos diarios, en aviones fabricados principalmente por Boeing, aunque también cuenta con aeronaves de Airbus y una de Bombardier.
Aviones del siglo XX, para volar en el siglo XXI
En un esfuerzo por renovar su imagen, mejorar el servicio y especialmente por mantenerse dentro de la normativa, la estatal inició un proceso de actualización de aeronaves con la incorporación de un nuevo Airbus A330-200, que reemplaza a los aviones Boeing 767-300ER, así como dos nuevos Boeing 737-800 y 737-700, que reemplazarán a los Boeing 737-300; todos ellos aviones de entre 25 y 28 años de vida.
Según se pudo corroborar a través de la plataforma especializada Airfleets, entre marzo y octubre de 2022 BOA dejó de operar con tres aeronaves que tenían una edad superior a 25 años. Según la Ley General del Transporte, vigente desde el 16 de agosto de 2011, en el país está prohibida la incorporación de aeronaves con más de 25 años de antigüedad, sin embargo, la ley no especifica hasta cuántos años pueden volar los aviones desde su fabricación.
Se trata del Boeing 767-3S1(ER) de 1994 y el Boeing 737-36N de 1997, ambos adquiridos por la aerolínea el año 2017 que se encuentran estacionados desde octubre de 2022. También dejó de operar el Boeing 737-3Q8 de 1994, incorporado a BOA en 2012, que se encuentra inactivo desde marzo de ese mismo año.
Ante el elevado precio de un avión de pasajeros de último modelo, que en el caso de los fabricados por la estadounidense Boeing el precio es de aproximadamente 372 millones de dólares, la empresa opta por aeronaves usadas y de modelos más antiguos; una práctica recurrente en el mundo de la aviación a nivel mundial.
El avión comercial en uso más antiguo del mundo, fabricado por Boeing, tiene 48.7 años.
Si bien son los parámetros técnicos los que pueden determinar el tiempo de vida útil de un avión, en el caso de Bolivia es una normativa la que pone límite a su incorporación, la cual no puede sobrepasar los 25 años. La normativa presenta un vacío legal al no especificar si aviones con más de 25 años pueden continuar volando en el país, sin embargo, según expresó públicamente el diputado chuquisaqueño Marcelo Pedrazas, es ilegal que circulen aviones con más de 25 años, pues iría en contra de la Ley General de Transporte.
Las aeronaves más antiguas de la aerolínea y que estarían incumpliendo la normativa, son los aviones con matrícula CP-2881, CP-3017 y CP-3019. El primero es un Boeing 767-33A(ER) de 1994, que realizó su primer vuelo junto a un operador registrado como ANSTWW y tuvo en total 5 dueños antes de pasar a manos de BOA en 2014.
El segundo es un Boeing 767-328(ER) que debutó en 1995 junto a la aerolínea Royal Brunei Airlines de Brunéi, pasando posteriormente por 13 dueños antes de llegar a Bolivia el 2016.
El tercero es un Boeing 737-33 de 1997, cuyo primer dueño fue Cameroom Airlines de Camerún y llegó a Bolivia el año 2015, luego de pasar por 6 diferentes compañías aéreas.
Aviones nuevos
Entre diciembre de 2022 y enero de 2023, la aerolínea incorporó dos nuevas aeronaves. Se trata de dos Boeing 737-86J que realizaron su primer vuelo en 2009 junto a la aerolínea alemana Berlin Airlines y que tuvieron 6 y 4 dueños previos respectivamente, antes de vestir la bandera boliviana para surcar los cielos del territorio nacional.
Los aviones de 2009 no solo son la más reciente adquisición de la aerolínea, sino también los más modernos.
También se incorporaron en 2022 dos aviones Boeing 737-800; el primero realizó su vuelo inaugural con la aerolínea Hong Kong Express Airways en el año 2006 y tuvo cuatro dueños antes de ser adquirido por la estatal BOA.
El segundo fue adquirido inicialmente por la aerolínea británica Excel Airways en 2006 y tuvo 11 dueños antes de incorporarse a la flota boliviana en 2022.
Quejas online y offline
Diciembre empezaba con reclamos. El jueves primero de diciembre en el tramo Tarija- Sucre los pasajeros se vieron obligados a embarcar el avión sin su equipaje por una falla en el buzón que, según explicaba el personal de la aerolínea en mostrador, “no se podía abrir”.
Al menos 48 pasajeros, sin previo aviso, tuvieron que dejar su equipaje, para que este fuera enviado a la ciudad de Sucre en otro vuelo y entregado al día siguiente.
Lo que más llama la atención del incidente, es que el avión de la marca canadiense Bombardier CRJ-200 que realizaba ese tramo, acababa de salir de mantenimiento, según comentó personal de tierra a los pasajeros que realizaban el tramo.
Tras este incidente, la aerolínea suspendió los vuelos directos que realizaba aquel avión, dejando desconectadas entre sí las ciudades de Sucre, Tarija y Yacuiba, por lo menos en la vía aérea. Otra de las ciudades afectadas es Trinidad, pues la aeronave también cubría esa ruta, conectándola con otras capitales del país.
Un monitoreo en Twitter realizado por Verdad con Tinta entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre de 2022, registró al menos 21 reclamos, en su mayoría relacionados a demoras en los vuelos.
También hay quejas que oscilan desde el robo de pertenencias, hasta la imposibilidad de hacer reserva de asientos desde la web.
La aerolínea asegura que se hace responsable de objetos extraviados en el buzón de equipaje, pero no de los artículos que desaparecen del interior de las maletas, según denunció la usuaria Verónica Pradong en Twitter.
Más allá de las quejas por demoras y servicio, las relacionadas a la seguridad de los pasajeros en los vuelos, son las que más preocupan.
La periodista María Silvia Trigo publicó el 30 de noviembre en su cuenta de Twitter una imagen en la que un usuario exponía que el 29 de noviembre, en el vuelo Santa Cruz-Tarija, una pieza del panel superior del avión se había desprendido durante el aterrizaje, quedando a escasos centímetros de un pasajero.
En medio de la ola de percances que atraviesa la estatal, en las redes sociales se leen comentarios sobre el deseo de los usuarios de que los cielos bolivianos se abran a otras aerolíneas con el fin de generar una verdadera competitividad en el sector.
Un servicio dos estrellas
La consultora Skytrax puntuó con dos estrellas sobre cinco a la aerolínea estatal en la encuesta 2020, siendo una de las puntuaciones más bajas de Sudamérica.
Skytrax realiza anualmente una encuesta en la que participan viajeros de todo el mundo, puntuando las aerolíneas participantes. Se trata de un estudio independiente, financiado y administrado por la compañía.
Esta calificación es solo por el servicio a bordo y aeroportuario.
El programa World Airline and Airport Star Rating es un sistema de clasificación internacional que puntúa desde 1999 a las aerolíneas y los aeropuertos según la calidad del producto, como también los estándares de servicio del personal.
“Los productos de cabina de Boliviana de Aviación son viejos, desgastados y no cumplen con las expectativas de los clientes”, dice parte del informe de Skytrax.
Agrega que el negocio de larga distancia es “pobre” con asientos “incómodos”.
La crítica refiere que no se ofrece entretenimiento personal a bordo, y que tampoco vale la pena usar la aplicación para transmitir.
Si bien resalta el trabajo del personal de cabina al cual califica como “amable y hospitalario”, indica que “no puede compensar la debilidad del producto”.
Pero la crítica no solo es a la aerolínea, sino también al servicio aeroportuario, en este caso, del principal aeropuerto del país que es Viru Viru de Santa Cruz, al cual lo califica con estándares deficientes y una sala de negocios “inaceptable”.
La única aerolínea sudamericana que tiene la misma calificación de dos estrellas es Viva Air de Colombia.
Verdad con Tinta solicitó información a BOA sobre la antigüedad y seguridad de la actual flota de aviones, si bien se nos indicó que se remitiría un informe, no se recibieron estos datos hasta el cierre de edición.