Balance de la feria navideña: caos vehicular, bajas ventas y desorganización

Congestionamiento de tránsito, vehículos mal estacionados, desorden en las calles y suciedad han sido factores que marcaron la feria navideña organizada por la Alcaldía de Tarija, la cual fue trasladada a la zona del parque Temático, ocupando las dos vías de la avenida Heriberto Trigo, el Campo de los Compadres y su estacionamiento. 

La feria fue realizada entre el 22 de diciembre de 2024 y el 01 de enero de 2025. El evento ha generado una serie de inconvenientes relacionados con el tráfico peatonal, vehicular y el espacio destinado para los puestos de venta.

Azul y naranja son los colores que predominaron sobre las vías de la avenida Heriberto Trigo; los toldos se adueñaron del paisaje de la zona del parque Temático a orillas del río Guadalquivir.

Maniquíes, juguetes y calzones entre rojos y amarillos resaltaban en los puestos de venta. El paseo era acompañado por cumbia y ritmos urbanos de todos los condimentos que contrastaban con los villancicos que sonaban desde el parque Temático, donde estaba instalada la feria artesanal.

En las visitas realizadas a esta feria, se han recogido opiniones de vecinos, transeúntes, comerciantes y conductores que han manifestado su descontento. Entre las sondeadas también se encontraron personas que consideraron que la ubicación sí fue adecuada, aunque señalaron algunas necesidades en la zona como la falta de espacios para el estacionamiento de vehículos.

Freddy, un residente de la zona de San Blas, dijo que el estacionamiento fue insuficiente y que la ubicación de la feria generó embotellamientos. “Es un caos pasar por el puente -Bolívar- y la gente no tiene dónde estacionar”.

Clara, una turista que llegó desde Santa Cruz, también observó ese detalle. «Lo único que no me gusta es que no hay dónde parquear», aunque destacó que la feria tuvo un ambiente «agradable».

La zona del parque Temático cuenta con un espacio para el estacionamiento de vehículos, pero el mismo fue ocupado por la feria, donde montaron puestos de venta, situación que aumentó el congestionamiento.

Los comerciantes sondeados expresaron su malestar por la falta de espacios y la escasa afluencia de compradores a comparación de otros años. 

Daniel, uno de los vendedores dijo que la feria estuvo «muy silenciosa» y que las ventas han sido bajas. Para el comerciante la ubicación no fue la más adecuada, porque el espacio era reducido. “Nosotros pagamos por el puesto, pero en el lugar donde estoy no me fue asignado al principio; nos lo dieron después porque no había espacio”.

Como Daniel, parte de los vendedores cuestionaron la desorganización al momento de la distribución de los espacios de venta. 

El comerciante dijo que hubo vendedores que prefirieron ir a las ferias «alternativas», como la que se encuentra en el barrio Fátima a la altura del parque Bolívar, donde asegura que no se paga por el espacio. 

El intendente municipal Carlos Camacho explicó que la decisión de cambiar de ubicación fue motivada por las condiciones climáticas y la solicitud de los presidentes de barrio, quienes consideraron que la feria en su ubicación anterior había perjudicado a los vecinos. La feria navideña de 2023 fue realizada en la avenida Delio Echazú en el barrio Palmarcito. 

Los reclamos también vinieron de vecinos de los barrios El Tejar, Petrolero, San Jerónimo y Terminal entre otros que suelen utilizar la avenida Costanera Sur que deriva en la avenida Heriberto Trigo. Este cierre ocasional generó una mayor congestión en la avenida Víctor Paz, especialmente en sus rotondas.

Uno de los mayores cuestionamientos se debe a que el campo ferial municipal del barrio El Constructor que fue realizado para este tipo de eventos no es utilizado. La Alcaldía sigue efectuando dichas ferias en calles y avenidas, donde se corta la libre circulación.

Según Camacho, el objetivo era evitar el desorden en las calles y promover un mejor ordenamiento urbano, algo que no ocurrió. 

El funcionario aclaró que no estaba previsto que la feria ocupe los dos carriles de la avenida Heriberto Trigo, situación que se debió a la gran cantidad de comerciantes que sobrepasaron los 600. “Ellos se asentaron”, declaró, lo que también refleja la falta de control en el lugar.

Otro problema identificado por los propios vendedores fue la nula señalización y las dificultades que tuvieron los visitantes al momento de transitar por el lugar, tomando en cuenta que debían cruzar la avenida del puente Bolívar para continuar el recorrido. “Es difícil cruzar, parecen dos ferias separadas, los autos se estacionan donde pueden, lo que genera ‘trancaderas’. Las ventas han estado muy lentas”, relataba Ana, una vendedora ambulante de pizza. 

El intendente aseguró que para las siguientes ferias tomarán medidas que mejoren la infraestructura y la organización, especialmente en la señalización y la iluminación del área. La inseguridad vial fue quizás el mayor problema. 

En el reporteo se constató las dificultades que tuvieron los visitantes de la feria para cruzar la avenida del puente Bolívar. No había suficiente control de la Policía, ni de la Alcaldía.

Con esta experiencia, el funcionario municipal dijo que en las próximas ferias prevén habilitar espacios adicionales para estacionamiento, y especialmente van a revisar la seguridad vial.

Es 01 de enero, los puestos se van vaciando en cajas de cartón. La basura queda regada por las vías de la avenida y también por el Campo de los Compadres. Al atardecer quedan aún algunos puestos, donde los comerciantes apuestan por una venta más.

En los pocos puestos que quedan se ven bóxers amarillos colgados y camisetas deportivas, entre las que resaltan algunas de la selección boliviana, una de ellas con la tricolor al revés, como también de otros países, especialmente de Argentina con la 10 de Lionel Messi. La vendedora asegura una y otra vez que son «originales».

Si bien la feria navideña queda lejana en el camino, la Alcaldía ya debe planificar las que se vienen, como las de compadres, de comadres y del Día de la Madre entre las más cercanas. Además, debe sumarse el problema actual con las crecientes ferias barriales que van copando las principales vías de circulación, incluso de plazas y parques.