El sexto cañón más profundo del mundo tiene una ley de protección con el fin de promover en la zona un turismo más comunitario y sostenible. La reserva ecoturística y monumento natural Cañón del Pilaya es una nueva área protegida en el municipio de San Lorenzo de la provincia Méndez del departamento de Tarija, según dicta la ley recién promulgada por el Concejo Municipal sanlorenceño.
La sesión plena del Concejo de San Lorenzo por unanimidad aprobó la ley de creación del área protegida “Reserva Ecoturística y Monumento Natural Cañón del Pilaya”, la cual fue ratificada en una visita especial a la comunidad de Jarca Cancha el pasado 11 de julio por los miembros del ente legislativo, representantes de las fundaciones Naturaleza, Tierra y Vida (Nativa) y The Pew Charitable Trusts.
Esta normativa protege más de 26000 hectáreas de un ecosistema “clave” para la biodiversidad, según el informe de Nativa.

Con más de 3000 metros de profundidad, esta formación geológica alberga especies emblemáticas cuya supervivencia depende de la integridad ecológica del área como el oso jucumari o el cóndor andino.
Nativa indica que existen imágenes que confirman que el cóndor andino (Vultur gryphus) tiene su hogar en los “imponentes farallones del cañón”.
Esta ave, símbolo nacional de Bolivia y emblema de la cosmovisión andina, encuentra en estos acantilados un hábitat óptimo para su reproducción y anidación. Es considerada una especie vulnerable en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Su presencia en la zona refuerza la necesidad de establecer medidas de protección efectivas para su conservación.
Otra prueba fotográfica confirma la existencia del oso andino (Tremarctos ornatus), una especie “clave” en los ecosistemas altoandinos y bosques montanos.
Su rol como dispersor de semillas y regulador ecológico lo convierte en un indicador esencial del equilibrio ambiental. La detección de esta especie en el Cañón del Pilaya resalta su valor ecológico y refuerza la urgencia de preservar su hábitat natural.
“Las imágenes obtenidas en este diagnóstico no solo representan un testimonio científico valioso, sino que también transmiten la belleza y la fragilidad de un ecosistema que necesita protección urgente”, indica el informe de Nativa.
Proyecto de la hidroeléctrica y su relación con el cañón
En este mismo contexto fue creado este 2025 un comité técnico para impulsar el proyecto de la hidroeléctrica de El Carrizal que a la fecha se encuentra paralizado. El Comité Cívico de Tarija anunció el 18 de julio la creación de esta comisión con el fin de afrontar una posible crisis energética, además de impulsar al sector productivo mediante el riego, tanto en el valle central de Tarija como en la región del Chaco.
La obra se encuentra proyectada en el río Cambalaya que se une con el Pilaya para formar el Pilcomayo, en el límite entre los departamentos de Chuquisaca y Tarija.
En una consulta realizada por Verdad con Tinta en el año 2021 a ingenieros ambientales, hidráulicos y ambientalistas se indicó que este proyecto sí puede poner en riesgo a especies amenazadas de la zona, además que la Empresa Nacional de Electricidad (Ende) -que encabeza el proyecto- no socializó los impactos ambientales. Ver aquí.
Autoridades desconocen impacto ambiental de la construcción de represa El Carrizal
Es decir, a la fecha no se conoce qué tipos de impactos pueda tener este proyecto en la zona recién declarada como reserva natural.
Si bien el proyecto data de los años 80, el Gobierno nacional lo impulsó el 2011 mediante una ley que declaró la “construcción del proyecto múltiple El Carrizal – Sistema de Riego Ivibobo en el departamento de Tarija” como “prioridad nacional y departamental”.
Sobre el Cañón del Pilaya
Más allá de su riqueza natural, el Cañón del Pilaya encierra un importante legado cultural. Entre sus tesoros están las ruinas de la iglesia de Pilaya, un símbolo religioso e histórico para las comunidades locales. Además, se han documentado pinturas rupestres que evidencian la presencia ancestral de culturas precolombinas en la región. “Estos vestigios históricos refuerzan la necesidad de proteger el área no solo por su biodiversidad, sino también como un reservorio cultural que conecta el presente con el pasado”, indica Nativa.
Esta zona genera una variedad de medios que sustentan una riqueza biológica excepcional.
A la actualidad, el Cañón del Pilaya se ha convertido también en una de las ofertas turísticas del departamento de Tarija, generando ingresos para sus comunarios.