Comprar una cocina es un lujo que muchos no se pueden permitir en países en vías de desarrollo. Ante su elevado costo, muchos negocios artesanales y casas, han optado por cocinar con leña; una opción económica, pero con un impacto ambiental no muy favorable.
En las zonas rurales de Bolivia se suele usar el fogón a ras de suelo o sobre pretiles, lo cual resulta poco eficiente en la generación de calor y requiere grandes cantidades de leña.
Por su parte, en Tarija es común ver los tradicionales fogones a leña, especialmente en el campo y en lugares como Chaguaya, donde durante el mes de agosto, las chirriaras y otros platillos tradicionales son preparados al calor de la leña, impregnando las preparaciones con ese particular sabor ahumado que nos transporta automáticamente a lo más profundo del terruño.
En medio de estas alternativas económicas, pero poco amigables con el medio ambiente por su elevado consumo de leña, la cocina «Lorena» se erige como una opción equilibrada entre costos y sustentabilidad, pues logra reducir un 50% el uso de leña en comparación con los fogones y su fabricación es muy barata.
El nombre de la cocina Lorena proviene de los materiales que se usan para su construcción: lodo y arena.
Ante las bondades de este diseño, la Universidad Católica de Tarija elaboró una guía con el proceso y materiales necesarios para su construcción, pues consideran que podría ayudar a muchas familias, especialmente durante la cuarentena.
“Hay muchas zonas de la ciudad donde no hay gas y la gente cocina con garrafas en zonas periurbanas y rurales”, explica el arquitecto Taarek Bassir Bustillos Meave, docente de arquitectura, quien enfatiza que con la coyuntura actual, para muchas familias cocinar se ha convertido en un verdadero desafío, pues no consiguen garrafas, o no pueden cubrir su costo.
Partiendo de esa realidad, desde la Facultad de Diseño y Arquitectura decidieron compartir un manual de construcción de la cocina Lorena, el cual había sido creado el semestre pasado por un grupo de alumnos, quienes además implementaron mejoras en la técnica constructiva para aumentar la efectividad del modelo.
Además, su elaboración es tan simple, que no se necesita tener experiencia previa en construcción para crearla.
“Esa cocina no cuesta más de Bs 150”, resalta el docente respecto al costo, “y puede quedar como una cocina de uso permanente, porque no sabemos cuánto puede durar la pandemia”, acota sobre los beneficios que tiene especialmente dentro de la coyuntura actual.
Los materiales necesarios para su construcción son: media bolsa de cemento, arena y un encofrado de materiales reciclados y su construcción toma únicamente media mañana. “Hay que dejar que fragüe el cemento unos 4 días, pero luego ya esta lista para el uso”, aclara Bustillos.
Accede a la guía haciendo click aquí, y ponte manos a la obra.