Como un paso “significativo” para la conservación de la biodiversidad en el sur de Bolivia fue consolidada la Ley 007/2024 de creación del área protegida de Peña Rajada en el municipio de Yunchará a favor del cóndor andino, la cual fue presentada oficialmente en un acto el pasado 2 de diciembre de 2024 en el Patio del Cabildo de la ciudad de Tarija.
La organización Protección del Medio Ambiente Tarija (Prometa) junto al Gobierno Municipal de Yunchará anunciaron en un acto oficial la aprobación de la ley de creación del área protegida de Peña Rajada, un espacio natural de aproximadamente 20 178,5 hectáreas en la zona alta del departamento.
Una área protegida municipal es un espacio geográfico reconocido por el gobierno municipal que tiene valores ecológicos sobresalientes. Su creación es para conservar estos valores, según establece la normativa.
El cóndor, símbolo patrio de Bolivia y una de las aves rapaces más estudiadas, se encuentra en peligro por su reducida población, lo que hace “urgente” su protección en el país, según informa Prometa.
Prometa es una de las organizaciones locales que ha trabajado por la conservación de especies vulnerables amenazadas, entre las que se encuentran el oso jucumari (Tremarctos ornatus) y el cóndor andino (Vultur gryphus), cuya vulnerabilidad ha aumentado en los últimos 10 años, especialmente en el departamento de Tarija.
Precisamente, en este departamento en la localidad de Laderas Norte del área rural del municipio de Cercado, se registró en el año 2021 el biocidio de 34 ejemplares, siendo hasta ahora el segundo mayor envenenamiento de cóndores a nivel mundial.
Con ese contexto, Prometa lanzó el programa «Áreas protegidas conectadas para la conservación del cóndor y la fauna altoandina de los Andes del sur de Bolivia». Su principal objetivo es proteger al cóndor andino, una especie clasificada como vulnerable a nivel global, según señala la lista de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza.
La interconexión de estas áreas también contribuye a preservar los servicios ecosistémicos, que son el agua, el forraje y la libre de contaminación minera
La nueva área protegida en el municipio de Yunchará, consolida una red de espacios que interconectan ecosistemas claves en el altiplano sur de Bolivia, entre los departamentos de Tarija y Potosí.
Dentro del área protegida se encuentran ruinas de un cuartel militar de la Guerra del Chaco (1932-1935) y un tramo del camino precolombino.
Un refugio para el cóndor andino y otras especies vulnerables
En Bolivia, la población de cóndores no supera los 1 388 individuos, y el avistamiento de estos animales en el departamento de Tarija es cada vez más raro. A través de esta área protegida de alcance municipal, se pretende proporcionar un refugio seguro para los cóndores, porque la especie ha encontrado condiciones favorables para su reproducción.
Este sitio ofrece una defensa natural contra amenazas como la recolección ilegal de huevos y pichones, además pretende permitir la repoblación de cóndores en la región.
El área protegida también sirve para la conservación de otras especies emblemáticas de la fauna altoandina, como la vicuña (Vicugna vicugna), el puma, el zorro andino y el ñandú de la puna.
Esta biodiversidad convierte a dicho espacio en un sitio “clave” para la preservación de la fauna y flora local.
Conectividad ecológica y la red de áreas protegidas
Una de las fortalezas del proyecto es su ubicación estratégica, según expuso el director ejecutivo de Prometa Rodrigo Ayala Bluske.
Peña Rajada se encuentra en el centro de una red de áreas protegidas municipales como: Pampa Tholar de las Vicuñas, Cordillera de los Chichas-Mochará y Cordillera Crucero-La Tranca en el departamento de Potosí y la Reserva de Sama en Tarija.
Esta ubicación permite la conectividad de los ecosistemas, creando un corredor ecológico que facilite el movimiento de especies entre diferentes áreas protegidas y garantice la viabilidad a largo plazo de la fauna de la región.
El valor geológico, paleontológico y paisajístico de Peña Rajada
Peña Rajada no solo destaca por su importancia ecológica, sino también por su belleza natural y sus depósitos fósiles. Este cañón geológico, cuya profundidad alcanza casi un kilómetro, atrae tanto a científicos como a turistas. Su ubicación es en el municipio de Yunchará, en la provincia José María Avilés del departamento de Tarija.
Su vegetación está adaptada a las difíciles condiciones climáticas de la región, como las largas sequías y los fuertes vientos. Además, en la comunidad de Quebrada Honda se encuentran depósitos fosilíferos que incluyen restos de flora y fauna de hace 12 o 13 millones de años.
Investigaciones recientes como de la Sociedad Geológica de Estados Unidos (The Geological Society of America) reportaron al menos 38 especies de mamíferos pertenecientes a más de 20 familias, entre ellas los antepasados de la taruka o venado andino y los camélidos.
Las fuentes hídricas de Peña Rajada, que recogen recursos provenientes de la Reserva de Sama como de los distritos de Quebrada Honda y Copacabana, desembocan en el río San Juan del Oro. Este flujo garantiza la supervivencia de los ecosistemas acuáticos y terrestres de la zona.
Colaboración institucional y socialización comunitaria
El Gobierno Municipal de Yunchará, las comunidades locales y Prometa han trabajado juntos para implementar esta iniciativa.
Aparte de la conservación de la fauna, el proyecto tiene el potencial de promover el ecoturismo en la zona, acción que pretende generar ingresos para las comunidades locales. La idea es integrar Peña Rajada en la oferta turística del municipio, presentando a los visitantes la oportunidad de avistar cóndores y disfrutar de la belleza natural del área.
Según Prometa, la creación del área protegida municipal de Peña Rajada representa un avance en la conservación del cóndor andino y de la biodiversidad altoandina.
Peña Rajada espera convertirse en un referente nacional e internacional para la conservación de la fauna y flora andinas.