Si no se conoce el número de palomas que existen en la ciudad, será imposible hacer un plan de control de plagas para disminuir su número, porque no se podrá medir los resultados.
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Mercedes Bluske Moscoso y Jesús Vargas Villena
(Verdad con Tinta-septiembre/2017) Al igual que otras especies, las aves son portadoras de enfermedades zoonoticas que pueden ser transmitidas a los seres humanos. Las palomas sin algunas de las aves capaces de transmitir algunas de las enfermedades que portan las aves.
Algunos países, como España, desarrollaron un plan de control de plagas de aves, para controlar la proliferación de palomas, a causa de las enfermedades que transmite.
Pese a que los especialistas en la materia advierten sobre los peligros que conlleva la proliferación de las plagas de palomas, la pediatra Sara Cuevas Velásquez, explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que su presencia no tiene gran repercusión en la salud de las personas.
Más allá de la postura de la OMS, Cuevas explicó que la acumulación de excremento de las palomas, así como de sus plumas, contribuye a la contaminación. De esta forma, cuando las personas inhalan ese aire contaminado, pueden contraer enfermedades como la criptococosis, histoplasmosis o la psitacosis.
En Bolivia aún no existen profesionales expertos en este tipo de animales, y tampoco se conoce el número de palomas habitan en cada región del país, ambos elementos clave para poder encarar una campaña de control de plagas.
Los biólogos aseguran que la existencia de estas aves se convertirá en una amenaza incontrolable, si la sociedad no es consciente de las consecuencias que se podrían producir.
Entre las consecuencias, se encuentran enfermedades conocidas, como la salmonela, y otras menos frecuentes, como la criptococosis, histoplasmosis o la psitacosis. Algunas de estas enfermedades, pueden tener consecuencias mortales para quienes las contraen.
La criptococosis es una infección pulmonar o generalizada que se adquiere a través de la inhalación de tierra contaminada con las levaduras encapsuladas Cryptococcus neoformans.
El criptococo habita en los suelos de los lugares contaminados con excrementos de palomas. Se replica en el interior del tubo digestivo de las aves, sin provocarles enfermedad y sale al exterior con las heces fecales. De no ser tratada oportunamente, puede resultar letal o dejar importantes secuelas en los afectados.
La psitacosis en otra enfermedad transmitida por el polvo de las heces fecales de la paloma. Al igual que en el anterior caso, los humanos pueden contraerla a través de la inhalación.
El período de incubación de la psitacosis es de 7 a 21 días. La psitacosis se manifiesta la mayoría de las veces como una neumonía o como una afectación gastrointestinal. Aunque se considera como una enfermedad poco común, médicos y biólogos aseguran que su incidencia es mayor, pero que los pacientes no son diagnosticados correctamente, debido a que se confunde con otras enfermedades. Puede llegar a causar la muerte en pacientes con un sistema inmunológico débil o poco desarrollado, como en el caso de niños pequeños.
Por último, otra de las enfermedades atribuidas a las palomas, es la histoplasmosis. Esta comienza como una infección pulmonar. Fiebre, dolor al pecho, tos seca, dolor de cabeza, pérdida de apetito, dificultad para respirar, dolores musculares y de articulaciones, calofríos y ronquera, son algunos de los síntomas.
Una radiografía de tórax puede mostrar hallazgos específicos en los pulmones de la persona enferma. La enfermedad pulmonar crónica por histoplasmosis se parece a la tuberculosis y puede empeorar a través de los meses o años.
Se cree que la infección, puede más tarde migrar hacia el ojo a través del torrente sanguíneo y causar una enfermedad ocular grave llamada síndrome de histoplasmosis ocular. La histoplasmosis es una de las principales causas de pérdida de la visión entre estadounidenses de los 20 a los 40 años de edad, según datos de la Academia Americana de Oftalmología.