Una sonrisa, una guitarra y Piraí Vaca

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Mercedes Bluske y Jesús Vargas Villena

(Verdadcontinta-julio/2017) Todo de negro, y con una pequeña pero prolija barba en la que aparecen algunos pelos blancos, aparece el guitarrista, Piraí Vaca Sotomayor.

Sonriente, sereno y con ganas de hablar, aunque al momento de sus conciertos, su interlocutor se convierte en su instrumento, esa guitarra de la que salen los acordes más suaves, reflejando todo su sentir.

Toma asiento, come una empanada tarijeña y a conversar. “Lo que más me gusta es ese equilibrio emocional que se revela en la música que toco”, cuenta Vaca con su característico acento camba.

Es precisamente ese equilibrio emocional el que se transmitió a cada uno de los 400 espectadores que llenaron el Teatro de la Cultura de Tarija, en un concierto donde no faltó el pedido de “una más”, que se repitió hasta tres veces.

“Consistente guitarrista y reconocido entre las personalidades de mayor proyección de la música en Bolivia, Piraí Vaca fue uno de aquellos estudiantes latinoamericanos formados en Cuba de la mano del maestro Jesús Ortega, en el Instituto Superior de Arte”, dice una crítica de Radio Musical Nacional de Cuba.

Es uno de los artistas clásicos más reconocidos en el plano internacional, grandeza que se refleja  en sus respuestas con una sencillez y una calidez humana.

“Yo creo que la música, me guía, me enseña”, cuenta el concertista respecto a los diferentes episodios que tuvo en su vida.

Estudió música en Argentina, donde fue el mejor estudiante, pero no sentía porque era bueno, sino porque la exigencia era menor a la que esperaba, por eso emigró para Alemania.

La licenciatura la tiene  con especialidad en guitarra y el posgrado en música renacentista los cursó en Cuba. Hizo un posgrado con el legendario guitarrista Hubert Käppel, quien lo invitó a formar parte del exitoso cuarteto de guitarras Fenix International Guitar Quartet, una de las más importantes agrupaciones del género.

Canto

Es un apasionado por la música, pero no tanto por el canto, o por lo menos no lo practica, ni en la ducha, aunque, no descartó dar un pasito más  en su extensa carrera musical.

Refirió que escribió algunos versos que espera convertirlos en canción y que aparezcan en sus próximos trabajos discográficos.

¿Su voz estará ahí? “No lo sé, pero podría hacerlo, quien sabe los sorprenda”, dijo un poco más tímido. No descartó grabar una o dos canciones con su voz, previo trabajo con algún maestro en el canto.

Así pasó una mañana agradable, con un profesional no solo en la música, sino un hombre bastante espiritual, con conocimientos incluso en el kung fu, todo un personaje que compartió un poco de su mundo con el equipo de Verdad con Tinta.