Para muchos de ellos, el mejor regalo es la visita de sus parientes, o de algún desconocido que esté dispuesto a regalarle unas horas de su tiempo para escuchar sus viejas historias
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Mercedes Bluske y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-diciembre/2017)Pese a que la sociedad los marcó con el rótulo de “adultos mayores”, su alma y su inocencia es la de un niño. Su pulso tal vez ya no sea el mismo, sus cansadas piernas ya no les periten moverse con la misma facilidad que antes, pero sin duda alguna, todos esperan la Navidad con la misma ilusión de siempre.
Pese a que muchos no tienen una familia para compartir las fiestas, en el Hogar de Ancianos Santa Teresa Jornet encontraron compañía, cuidados y el calor de un hogar constituido por los abuelitos, las hermanas religiosas y los voluntarios. Al igual que en cualquier familia, la Navidad no es una fiesta que pase desapercibida.
“Intentamos que los abuelitos sientan la diferencia entre la vida ordinaria y la fiesta navideña que se aproxima”, cuenta la madre Florentina Delgado, quien es la superiora del hogar.
Su preparación empieza en lo espiritual, alistando a los abuelitos para el nacimiento del niño Jesús, durante las 4 semanas de Adviento. Sus oraciones están marcadas por la esperanza y la alegría por la llegada de Cristo.
Pero más allá de lo espiritual, los ancianitos esperan con ilusión la época en la que decoran los diferentes ambientes del hogar con ornamentos navideños. “Les gusta armar los nacimientos y poner los adornitos de Navidad”, continúa la superiora, “cual si fueran niños”.
La noche del 24 de diciembre para ellos es muy especial, aunque no pueden comer la tradicional picana, al caerles muy pesada en ese horario, al terminar la misa de las 20:00, en los diferentes comedores les espera un plato especial. “Generalmente les damos un pollito con arroz”, dice Florentina.
Después de la comida, los abuelitos se dirigen al patio para adorar al niño. Los que aún gozan de buena salud no dudan en bailar hasta casi la medianoche, mientras que otros se conforman con mirar la alegría del entorno y contagiarse de la misma.
Antes de dormir, para cerrar con broche de oro, los ancianos disfrutan de una taza de chocolate caliente y un panetón.
Y lo mejor de todo, es que este año todos los abuelitos se sentirán especiales gracias a la campaña Apadrina Una Sonrisa.
Apadrina una Sonrisa
Este es el nombre con el que nació la campaña navideña que busca apadrinar a cada uno de los ancianos de este hogar, para que reciban un regalo en Nochebuena.
Bianca, Yara y Liliana Dubravcic, son las jóvenes tarijeñas que tomaron la bandera de esta iniciativa.
“El año pasado vimos una campaña así, que la organizaba una chica en Santa Cruz”, cuenta la joven Bianca respecto a cómo surgió la idea de realizar la actividad.
Tras ver la campaña, las jóvenes se pusieron en contacto con los organizadores de Santa Cruz y preguntaron si podían replicar el modelo en Tarija, para llevar alegría a los ancianos en la Navidad. La respuesta fue inmediata y positiva, por lo que las muchachas se pusieron en marcha, realizando la primera versión de Apadrina una Sonrisa, el año 2016.
La campaña consiste en sacar una foto a los ancianitos con una pizarra en la que escriben el regalo que les gustaría recibir en Nochebuena, para posteriormente subirla a la página de Facebook de Apadrina una Sonrisa Tarija y conseguir que alguna persona patrocine al ancianito comprándole el regalo.
“Este año tenemos que conseguimos regalos para los 140 abuelitos”, cuenta Bianca con los ojos llenos de brillo y emoción.
Mantas, panetones, dulces, artículos de limpieza, libros y chompas, son parte de los regalos más solicitados por los ancianitos para esta Navidad.
“A los 10 minutos de subir las fotos, ya todos tenían padrino”, contó una de las organizadoras acerca del espíritu de solidaridad que tiene la gente en Tarija y de las ganas de hacer que la Navidad sea especial para todos.
Miguel Ángel Encinas es uno de los ancianos que esta Navidad recibirá un regalo gracias a la iniciativa de éstas tres jóvenes tarijeñas.
gual que los demás ancianos, recibió su regalo el 25 de diciembre.En una anterior entrevista con el equipo de Verdad con Tinta, Perico, como le decían sus excolegas de la radio, afirmaba que los que más necesitan es tener quién los visite, de tener con quién conversar, porque muchos de ellos tienen a sus hijos en otras ciudades, viéndolos muy poco.
Miguel Ángel pidió un teléfono celular que le sirva para ver fotos para esta Navidad, seguramente, gracias a este regalo, podrá ver imágenes de sus hijos como de sus nietos, pudiéndolos sentir más cerca.
La foto recuadro.- Miguel Ángel posando para la campaña.