Las celebraciones quedarán en el recuerdo de las parejas, de los invitados y de la ciudadanía
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Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-febrero/2018) La boda de Alberto Condori y Marilin Vides finalmente fue realizada en la ciudad de Oruro. En una primera instancia, la invitación que se hizo viral en las redes sociales de internet, indicaba que la fiesta sería el 27 de enero en la Casa Hacienda de Coimata.
La cancelación del evento en Tarija, afectó a una pareja de recién casados que se aprestaba para uno de sus primeros trabajos como socios y especialmente, como esposos.
Ellos son Walter Garnica Eguivar y Siolith Mozonbite, cuyo matrimonio también se hizo viral en las redes sociales de internet, después de que su fecha de enlace coincidiera, el pasado 19 de enero, con el paro cívico de Tarija.
Las fotos de Siolith saliendo del salón de belleza rumbo a la iglesia Catedral con su vestido de novia a pie y de la pareja en una motocicleta tras la boda, dieron vuelta las redes sociales.
Esta particular pareja tiene un restaurante en el barrio Aeropuerto llamado La Patrona; “Sí, sí… el nombre es dedicado a ella”, acepta “Waltico” en entrevista con Verdad con Tinta. Una de las especialidades de este restaurante es el chancho a la cruz.
La pareja había sido contratada para la fiesta de Alberto y Marilin, con el encargo de hacer 28 chanchos a la cruz.
“Por el cambio de lugar, se hizo más difícil y lo cortamos”, reveló el hombre, que por motivos laborales no tuvo luna de miel, aunque sí un matrimonio inolvidable.
Al parecer el chancho a la cruz de Waltico y Siolith es el preferido de Alberto y Marilin.
El matrimonio
“Inolvidable”, así lo describe Waltico aquel día en el que decidió formalizar su relación con Siolith, con quien ya convivía más de 11 años, además de tener dos hijos: Walter Antonio de 9 y Mia de 2.
“La fecha estaba prevista hace mucho, pero coincidió con el paro cívico, ambos estábamos de acuerdo con la medida, incluso soy dirigente cívico”, recordó sobre aquella jornada, “pero no podíamos postergarla, porque ya estaba todo pagado”.
Ambos bien trajeados llevaban consigo la bandera rojiblanco. La fiesta estaba programada en la cabaña El Taco en la zona de San Jerónimo. “Podíamos ir a pie sin ningún problema, pero la cola del vestido era muy larga, por lo que se complicaba mucho para ella”, relató.
Al salir de la iglesia, un hombre se acercó y se ofreció a prestarles su motocicleta. “No lo conocíamos, pero dijo que no se hacía lío en prestarnos, diciéndonos que cuando terminara el paro, iría a recogerla”, y así fue. “Nos fuimos en la moto con una bandera grande de Tarija”.
“Fue una acción muy desprendida, inmediatamente lo invité a la boda”. Al caer la tarde, el particular invitado apareció junto a su esposa para recoger la moto, pero se quedó en el festejo, surgiendo una nueva amistad.
Otros que tuvieron que caminar bastante; fueron los integrantes de la banda estelar Zona Pública de Oruro, a quienes la flota los dejó en Tomatitas. “De ahí se vinieron con sus equipos a pie hasta El Taco”.
Waltico conoció a Siolith, cuando él se fue a estudiar hace 11 años para chef a Perú. En este país se especializó en la realización de platos exóticos, conociendo ahí, a una bachiller a quien se llevó para siempre a vivir al lugar que él describe como el paraíso: Tarija.