La idea es que a futuro, el gran espacio sea utilizado como un espacio de recreación, como un parque urbano
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Mercedes Bluske y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-marzo 2018) El proyecto planteado inicialmente el año 2014 en la gestión de Lino Condori Aramayo, fue retomado por Adrián Oliva Alcázar.
Desde el año 2016, están trabajando en la parte técnica de la propuesta de mitigación de olores, en la que colaboraron expertos holandeses.
Pese a los entredichos entre las posturas a favor y en contra del proyecto, para los vecinos de los distritos 10 y 11, la solución a los malos olores se convirtió en una urgencia.
El caudal de residuos que supera la capacidad de las lagunas, las conexiones cruzadas en el sistema de alcantarillado y fluvial de la ciudad más los inconvenientes técnicos e infraestructurales de las lagunas de oxidación, son parte de los factores que contribuyeron al mal funcionamiento de las mismas, generando así malos olores, que poco a poco llegan a más zonas de la ciudad.
“Las aguas que ingresan -a las lagunas- salen prácticamente iguales al río”, explicó sobre la actual situación de las lagunas la secretaria de Obras Públicas de la Gobernación, Ana María Barja Villarroel.
Barja agregó que en parte, esta situación debe a que los caudales que genera la ciudad son superiores a la capacidad de almacenamiento de las lagunas.
La propuesta de la Gobernación para la mitigación de olores, plantea realizar un trabajo preliminar, en el que están incluidos filtros para evitar el ingreso de basura de tamaño grande a las algunas y una cámara de sedimentos, entre otros.
El sistema de rejillas y recolectores, será automático, garantizando que el material grueso sea recolectado, y que no suceda como en el pasado, que era manual y no dio resultado.
Pocos años después de la creación de las lagunas, por falta de mantenimiento, terminaron sacando las rejas que hacían las veces de filtros, haciendo que todo tipo de residuos ingresaran libremente.
En una segunda fase, realizarán obras complementarias, como la construcción de canales de ingreso a las lagunas, la limpieza y desagote de las lagunas anaeróbicas, la incorporación de cámaras y tuberías de distribución.
Lo más relevante de esta etapa, es la implementación de una geo membrana en la primer laguna anaeróbica y el quemador de biogás. Es decir, quemar los malos olores capturados en la membrana.
“Lo que queremos con este proyecto es hacer que la eficiencia de las lagunas se eleve un 70%”, agregó Barja.
Respecto a la primer laguna, explicó que esta será la que degrade la materia con mayor efectividad, razón por la que fue la elegida para llevar la geo membrana.
“El tamaño de la laguna no importa, lo que importa es la funcionalidad”, refutó la ingeniera, dado que otros expertos, indicaron que la pequeña era la que debía ser cubierta.
Respecto al biogás, aclaró que este no genera energía, debido a que los volúmenes son muy bajos.
Como parte del proyecto, incorporarán un sistema de bafles en las otras lagunas, que servirán para direccionar el flujo del agua y darles la velocidad adecuada, para que a lo largo de su paso, logren alcanzar las condiciones óptimas para ser vertidas al río Guadalquivir. Algo que en la actualidad no sucede.
El proyecto tiene una ejecución de dos años y una vida útil de 10, que corresponde al tiempo de vida de la geo membrana.
Por este motivo, hay especialistas que criticaron el costo del proyecto, pues supera los Bs 28 millones y su duración será relativamente corta.
Por su parte, el concejal Alan Echart Sosa, expresó que pese a las posturas encontradas respecto al proyecto y su costo, buscan tener un apoyo mayoritario de los barrios para la implementación.
Echart es actualmente presidente de la Subcomisión de Servicios Básicos en el Concejo Municipal.
Entre los beneficios que resaltó Echart, se encuentra el factor económico, porque este proyecto, ya tiene asignado un presupuesto de Bs 10 millones.
El diseño, efectuado por ingenieros civiles y sanitarios, antes de aplicar la geo membrana, contempla la extracción de lodos de las lagunas, los que serán utilizados para el relleno sanitario, una vez que sean estabilizados.
“La idea del dragado es también prepararnos para abandonar este sitio que ha sido contaminado por el funcionamiento de la laguna”, dijo Barja, quien explicó que el sector, a futuro, podría convertirse en un parque o una laguna de recreación, que son conceptos ambientales que dan solución a este tipo de espacios.
Respecto a los olores, Barja explicó que “en algún momento durante la ejecución habrán malos olores”, pues al extraer los lodos y dejarlos a la intemperie para estabilizarlos, generara pestilencias, pero esto es parte del proceso.
Para la ingeniera el proyecto, sin duda alguna, dará buenos resultados, puesto que las experiencias en otras ciudades y países “así lo indican”.