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Mercedes Bluske Moscoso y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-mayo/2018) Una ciudad no es desarrollada por la cantidad de habitantes o edificios que tiene, sino por el número de grupos activistas que existen, pues hay un alto sentido crítico, que orienta a sus instituciones a tomar las mejores determinaciones.Las ciudades más desarrolladas del planeta tienen cientos de estos grupos que se encargan de que sus ciudades sean más sostenibles, pero sobretodo, más humanas.
Cada vez son más los grupos voluntarios en Tarija, que lejos de la política, empiezan a proponer o hacer actividades por el bien común, sin esperar un voto a cambio.
El voluntariado es el trabajo de las personas que sirven a una comunidad o al medio ambiente por decisión propia y libre.
El término también hace referencia al conjunto de dichas personas, los voluntarios. Por definición, los voluntarios no cobran por su trabajo.
En los primeros años de desarrollo de la ciudad de Tarija, a los voluntarios se les llamó como “honorables”, por hacer acciones honrosas, sin pedir un solo centavo a cambio.
Concejales y el mismo alcalde no cobraban sueldo, algo inédito en estos tiempos.
Sin embargo, todavía en esta ciudad, sigue usándose por costumbre quizá, este término para las actuales autoridades, aunque estas cobren mensualmente más de Bs 9 o Bs 14 mil por la función que cumplen, además de seguir un fin político con los votos, no todos, pero sí una mayoría.
Esta realidad puede verse a simple en la vista, siendo fácil de comprobar con un simple sondeo en las calles.
En realidad, el término de honorable, debería ser utilizado para aquellas personas que en realidad hacen voluntariado o actos de beneficencia, usando su tiempo y sus propios recursos por un bien común.
Verdad con Tinta te presenta en esta edición especial, a grupos voluntarios y activistas que sin esperar dinero o votos a cambio, tratan de desarrollar esta ciudad de una forma más humana.