Hay la posibilidad de que sea utilizada en la explotación de hidrocarburos en el Chaco boliviano
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Mercedes Bluske y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta- mayo/2018) Con una sombra negra como el petróleo, invisible y silencioso como el gas, el fantasma de la explotación amenaza con la fractura de los suelos de la Madre Tierra, dejando desprotegidos a sus hijos: Flora, fauna y a su primogénita: agua.
Pese a que en el año 2015 la postura del Gobierno se oponía al fracking debido a que era “un atentado para el medio ambiente”, según palabras del propio ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana Taborga, ahora las autoridades abrieron las puertas a esta técnica de extracción en el territorio nacional, a pesar de que la misma fue prohibida en una larga lista de países. La Madre Tierra, se quedó sin protector.
La técnica
El fraking es una forma de perforación hidráulica, que es utilizada para extraer los hidrocarburos almacenados en los poros de las rocas que se encuentran en las capas subterráneas de la tierra.
La técnica fue desarrollada en 1947 y, con el pasar de los años, fue ganándose una mala reputación a nivel global, entre otras razones, por su elevada emisión de gas metano, que es de efecto invernadero. Bolivia podría aportar un granito de arena al desgaste de la capa de ozono.
Este tipo de perforación para la extracción de gases no convencionales, como es el caso del gas de esquisto, es realizada con una tubería que es introducida a presión; con arena, agua y una preparación concentrada que contiene cerca de 600 químicos, que sirve para lubricar el tubo.
Aquí es donde las acciones del hombre comienzan a dejar una profunda huella sobre la Madre Tierra. Agua, es la primera víctima.
“Para la perforación se utilizan entre 4 y 13 millones de litros de agua, dependiendo de la profundidad que se desee alcanzar”, explica el ingeniero Marcelo Moscoso Pantoja, quien es ingeniero agrónomo especializado en medio-ambiente, mientras dibuja en un papel el recorrido de la tubería por dentro de la tierra. Por su parte, a lo largo de la vida útil del proyecto, se utilizan otros 15 ó 30 millones de litros.
Esa misma cantidad de agua, convertida en agua potable distribuida por tuberías a los hogares de la zona, puede abastecer durante meses a una pequeña comunidad.
Sin embargo, el derroche es solo uno de los factores. Los químicos introducidos para la lubricación de la tubería, abren la puerta de la contaminación.
“Por un tema de patentes, velando por la privacidad comercial, las empresas no especifican cuáles son esos 600 químicos utilizados para la lubricación, por lo que no se sabe a ciencia cierta qué es lo que están metiendo, ni las consecuencias que puede generar”, asegura Moscoso.
La investigadora de la Universidad de Missouri, Susan C. Nagel, asegura que los químicos relacionados al fracking, pueden tener serias consecuencias para la salud, ocasionando problemas reproductivos y de desarrollo en el ser humano.
La doctora y su equipo realizaron la mayor revisión bibliográfica de las actividades para la extracción de petróleo como gas no convencional (PGNC), más los efectos en la salud.
Los químicos pueden filtrarse fácilmente por las capas de la tierra, haciendo que las aguas subterráneas se contaminen. Cabe resaltar que las aguas subterráneas son la principal fuente de agua potable para el ser humano, ya que alimentan vertientes y manantiales, entre otros.Por ende, la población estaría destinada a consumir agua contaminada.
Otro de los riesgos es que el gas metano se filtre a través de las grietas artificiales, alcanzando los acuíferos y, una vez más, contaminar lagos, ríos y embalses.
Sea por el excesivo uso de químicos o por el gas metano, las napas de agua siempre terminan contaminadas. Una vez más, Agua sufre.
Pero no todo termina ni comienza con la perforación vertical, pues la técnica no convencional, tiene un mayor alcance.
Cuando la perforación vertical concluye, es realizada otra perforación horizontal, que puede llegar a tener hasta 2 kilómetros.
“El gas está atrapado en las partículas del esquisto o piedra de pizarra, por lo que una vez que se perfora de manera horizontal, se hacen pequeñas explosiones subterráneas para romper las formaciones que tienen encapsulado al gas”, dice Moscoso, mientras grafica las explosiones en el pequeño retazo de papel.
Y aquí se halla otro punto de controversia. Tras realizar las explosiones, la tecnología de perforación y explotación solo permite recuperar una parte del gas liberado, pero no se sabe dónde va el resto.
“Hay un documental en el que se ve a una persona que vive relativamente cerca a una zona de perforación, prendiendo fuego al agua que sale del grifo”, dice Marcelo a modo de ejemplo, y reforzando la idea sobre el impacto que podría tener esto en la salud de las personas.
Al margen del daño medioambiental que conlleva la explotación en sí, las acciones paralelas para la extracción también dejan su huella en el medio ambiente.
“La explotación implica muchos impactos, porque hay que hacer carreteras de hasta 6 metros de ancho para llegar al lugar, tendidos del ducto; y todo eso implica la tala, como el daño al medio ambiente”, asegura la ingeniera ambiental Alejandra Martínez Kelley.
Flora y Fauna pagan las consecuencias del mentado progreso que prometen las carreteras. Gas a cambio de caminos. Caminos a costa de flora y fauna.
Por su parte, aunque no está comprobado, se cree que debido a las explosiones para romper las rocas en las que se encuentra el gas de esquisto, el fracking puede llegar a provocar sismos en las zonas.
Por qué fracking, y por qué no en Bolivia
El fracking fue la técnica elegida, debido a que es la única forma que se conoce para extraer el gas de esquisto, que se encuentra atrapado en las rocas subterráneas y que existe en abundancia en el Chaco de Santa Cruz, Chuquisaca y, principalmente, de Tarija.
La región chaqueña donde se planea utilizar la explotación no convencional o fracking, posee un ecosistema sensible, además de ser hogar de pueblos indígenas, entre los que se encuentran guaraníes, los tapiete, los weenhayek y los ayoreos, varios de los que se verían directamente afectados por la fractura hidráulica.
Excelente el artículo y muy comprensible.
No al fracking y es hora de cambiar REALMENTE la matriz energética con menos fósiles y más energía renovable.
Felicidades por la entrevista señores. Es un tema que aqueja a Latinoamérica entera.
Gran experticia Ing Moscoso, saludos hasta su Tarija.
Extraordinario. Muy importante exigir que el medio ambiente se proteja en cualquier actividad humana, en especial estas que son tan contaminantes. Enhorabuena Marcelo!
De primera el artículo, nos abrió los ojos de manera objetiva .
Es triste saber que esta práctica afecta enormemente nuestro medio ambiente, más aún cuando afecta a la salud misma de los trabajadores que están expuestos en esas plataformas petrolíferas inhalando residuos de la misma, y no solo humanos, la vegetación y los animales…
estos estudios y noticias hay que difundir para crear conciencia Y en un futuro lograr frenar esta actividad tan letal para la humanidad
La explotación de gas destruye flota fauna y sobre todo la agua que por la tanto no es bueno que se desgaste tanta agua ahora que vivimos en un tiempo dificil donde se nos aproxima una sequía tambien llegando a afectar la salud de todo ser vivo con la contaminacion de químicos
Gases que apoyarán al efecto invernadero que en estos tiempos tambien vemos cambios climaticos bruscos y todo esto apunta al desgaste de la naturaleza por la mano del hombre que tendría que consientizar y valorar los recursos natrurales que se tiene gracias tariquia no al fraking