“¡Estoy enamorado!”, revela el empresario Edgar Quiroga Góngora, mientras mira su entorno maravillado, incrédulo todavía, como si fuera la primera vez.
Coincidiendo con la festividad de San Valentín o Día de los Enamorados, Edgar Quiroga revela su amor…no por una persona, sino por un lugar de ensueño para él: Tarija.
“Es como cuando tú conoces una pareja y todo tu mundo cambia, bueno, eso es Tarija para mí”, explica ante la incredulidad de los periodistas. Lo que pasa, según explica, es que él se crio en una ciudad totalmente diferente, Nueva York en los Estados Unidos.
«Fue amor a primera vista»
Edgar Quiroga
“Me he criado en una ciudad quizás más movida en todo el mundo, mi ambiente es diferente, mi pensamiento es diferente”, revela, haciendo entrever con su acento marcado de “gringo”, como dicen los tarijeños.
Quiroga desde muy pequeño se fue con su familia a vivir a los Estados Unidos, donde puedo consolidarse como profesional.
Sin embargo, años después en Tarija, encontró el “sueño boliviano”, para quien es tan atractivo como el tan sonado “sueño americano”.
Edgar en esta nueva visita a Tarija, llegó acompañado de su madre. Ella… también quedó reconfortada con el lugar, que en parte le recuerda a la Cochabamba de antaño, de donde es oriunda.
“Quisiera presentársela, pero desde que llegó –a Tarija- no deja de pasear por la ciudad, está maravillada”, dice Edgar en una conversación distendida con el equipo de Verdad con Tinta en la taberna Gatto Pardo, donde él precisamente inició esta historia de amor.
Mientras conversa relajado, cuenta que uno de los lugares preferidos de su madre de Tarija es el Mercado Central, lugar que le impactó por la calidad y variedad gastronómica regional.
Como parte de su experiencia, Edgar trabajó en una de las empresas más grandes de servicios hipotecarios, diversificados comerciales y residenciales de Estados Unidos.
El hombre de 48 años, es actualmente uno de los socios fundadores de la empresa E.J Vista.
Además de los negocios, tiene una pasión sinigual por el fútbol, apoyando academias para jóvenes deportistas en los Estados Unidos.
Sus padres que son cochabambinos, decidieron criarlo a él y a sus hermanos en Nueva York. En primera instancia, era probar suerte un año en aquel país y después retornar a Bolivia, “pero cuando nos escucharon decir palabras en inglés con apenas dos años, decidieron que nos quedemos”. Así, su familia decidió invertir sus ahorros e instaurarse definitivamente en la “capital del mundo”.
Es en este país, en el que Edgar hace sus estudios y surge como empresario.
Consolidado como empresario, cree que es el momento de invertir en su país y retorna a Bolivia para ver las perspectivas existentes.
La primera intención era invertir en su ciudad natal, Cochabamba, pero un consejo le cambió el panorama. “Cuando le conté a un amigo lo que quería hacer, me dijo que el futuro estaba en Pando o en Tarija”.
No tuvo mucho que pensar, se fue directo al aeropuerto internacional Jorge Wilstermann de Cochabamba, y de pronto, vio un anuncio de vinos con la invitación a conocer Tarija. “Los vinos me encantan y terminaron por convencerme”.
Sin conocer a nadie, subió su maleta y tomó el primer vuelo a Tarija. “Fue amor a primera vista”, recuerda.
Los paisajes, la charla con un risueño taxista y aquel primer café en la plaza principal, terminaron por convencerlo de que debía invertir en esta ciudad. “Aquí precisamente nos conocimos” señala Edgar a las sillas donde se encontraba él mirando la plaza y en la que estaba Marcela Soliz Ichazo, una profesional en relaciones internacionales que ante una pregunta del turista, empezó a darle tips de la ciudad. De ahí nació una sociedad, pero especialmente una sólida amistad, como el proyecto que encaran.
- El proyecto
Lo cierto es que el proyecto con la adquisición de un terreno y la ejecución de los planos empieza a tomar forma. “Tenemos un lugar muy lindo en el que se ve la ciudad”, resalta sin dar mayores datos del mismo.
El moderno condominio ya tiene los planos arquitectónicos e inició el trabajo de ingeniería de los planos estructurales.
Los profesionales tarijeños, Daniel Fernández de la empresa Fer Pro y Claudio Reyes de Arquinova harán a mediados de abril aproximadamente en Nueva York, la presentación oficial del proyecto de condominios Bel Vigneto ante la sociedad E.J Vista, la comunidad boliviano americana como empresarios norteamericanos.
El concepto es vender el “sueño boliviano” como una nueva alternativa de vivir. Edgar aclara que este proyecto no pretende romper la “magia” del lugar y tampoco generar mayores daños al entorno ambiental.
No es su único proyecto, tiene otros en mente, incluso en el deporte. Pero espera dar este primer paso tras la presentación que sea realizada en Nueva York.
De seguir por este camino, las construcciones iniciarían entre mayo o junio. “Yo quisiera que todo empiece hoy”, dice mostrando esa ansiedad como un niño que espera la Navidad para recibir aquel regalo que tanto había esperado.