Por Lourdes Rojas Gutiérrez
El gusto por la pintura surgió en ella a temprana edad, hoy las obras de la artista de 27 años se pasean por las galerías de arte de países como Argentina y Brasil, además de las principales ciudades de Bolivia. Su pasión por ello la ha llevado a incursionar en el arte del tatuaje.
Desde la niñez, Victoria Ferrufino Ruiz se dedicaba por horas a colorear y trazar dibujos. Su habilidad se fue puliendo cada día y de la misma manera, el gusto por lo que hacía con los años se reforzó. Es así que no soltó los lápices ni pinceles hasta ahora.
Ella tiene la profesión de ingeniería ambiental, carrera de la que se graduó el 2015 “¿totalmente diferente no?” comenta mientras se ríe. “A veces te preparas para algo, te formas, estudias; pero la vida y los deseos te guían hacia otro lugar, es mejor siempre seguir lo que te gusta”, agrega.
Si bien Victoria no cursó clases de dibujo y pintura, siempre estuvo practicando bastante, ella dibuja todos los días; siempre lleva consigo un cuaderno en el que plasma sus ideas.
Recalca que no se considera autodidacta porque averiguó bastante en libros e internet, así que de una manera u otra aprendió de los mejores y considera sumamente importante el método de la observación.
Maneja diferentes técnicas, entre ellas: óleo, acuarela, grafito, carboncillo, acrílico, bolígrafo.
“La anatomía me apasiona porque plasmas tantas formas complejas, en ello está esa belleza”.
Victoria Ferrufino Ruiz/Artista.
Una de las que más tiempo conlleva es la del bolígrafo, de hecho es su favorita. Pues trabaja con muchas capas y “varias” líneas, el proceso del cuadro puede durar meses. Explica que se necesita paciencia, pues con los trazos no se cubre mucho espacio, el resultado tiene una similitud al acabado de una impresora.
Su primera exposición fue hace cuatro años, durante el festival Abril en Tarija en un concurso de Casa Creart, el trabajo tenía como temática la cultura tarijeña. Ella presentó el cuadro denominado Encanto Chapaco.
“Con esa pintura quise reflejar la complicidad de las comadres y los compadres, además de la vestimenta y de un paisaje acompañado de los instrumentos típicos, fue una experiencia muy emocionante porque me animé al final, y logré ganar”.

El premio fue la exposición del cuadro en Argentina, en Brasil y en la ciudad de La Paz. “Me compraron el cuadro en Brasil, así que ahora una parte mía está por allá”.
También participó en un concurso en línea de la página Arte Bolivia, el premio fue una exposición en La Paz donde viajó con su cuadro y se presentó en la feria cultural en el campo Chuquiago MarKa.
También expuso en Potosí en la Casa de la Cultura y en Santa Cruz en el museo de Arte Contemporáneo con el cuadro denominado Mariposas.
En Tarija expuso sus trabajos en la galería de arte de la Casa de la Cultura, como en la galería del Patio del Cabildo y en Casa Creart.
Comenta que en otra ocasión participó en un concurso de dibujo digital de una página web llamada Thinking a loud y ganó una tableta digital con la que ahora también dibuja.
A la joven le gusta mezclar la técnica de dibujo tradicional y el digital. De hecho diseñó la portada del libro que escribió con su hermana Withney, llamado: Refracción de sombras.
De igual manera, realizó la portada del disco de la banda tarijeña: Dark Shadows.
A Victoria le gusta mucho dibujar la anatomía humana. “La anatomía me apasiona porque plasmas tantas formas complejas, en ello está esa belleza, como también en la simetría de las sombras y luces”.
La artista expresa que le inspira la música clásica y bandas como Apocalyptica.
Referente a los tatuajes, ella cuenta que fue en la universidad cuando con una amiga tuvo la idea de empezar, pero luego su compañera tomó otro camino y Victoria seguía pensando que algún día lo llegaría a hacer.
Posteriormente, en un viaje a La Paz hace dos años, mientras exponía uno de sus cuadros, estuvo con una amiga que también le gustaban los tatuajes y tuvieron la idea de empezar a tatuar, serían de las primeras tatuadoras en Tarija, otra vez sus intereses cambiaron.
Todavía no se me ha ocurrido hacerme un tatuaje, siempre he trabajado de manera externa, me gusta más que las personas se lleven algo de mí.
Victoria Ferrufino Ruiz/Artista.
Su amiga decidió ser chef, pero Victoria no dudaba, así que decidida compró una máquina y empezó a practicar bastante en pieles sintéticas, hasta estar preparada. Ahora ya lleva tatuando un año y medio.
“El estilo que más me atrae tatuar es el realismo pero hasta ahora no lo llegué a realizar, lo que más me piden son mandalas”, cuenta la joven artista.
Ella comenta que ha tenido “bastante aceptación” y no tuvo problemas en enfrentarse a los estereotipos, su familia le apoyó mucho, “Mi madre me dijo que si es lo que me gusta y me hace feliz… pues adelante”.
“Hasta ahora siempre me he rodeado de personas que no tienen esos perjuicios, además, no me parece que eso tendría que pasar en el año en el que estamos”.

Ella ama realizar los tatuajes, pero todavía no se ha planteado hacerse uno. “Me gusta trabajar mucho en la piel como un lienzo, esa transición del dibujo al tatuaje, ese momento que trabajas y tatúas es muy emotivo y hasta espiritual”.
“Todavía no se me ha ocurrido hacerme un tatuaje, siempre he trabajado de manera externa, me gusta más que las personas se lleven algo de mí, entregar algo mío al mundo. Esa es mi idea”.
Victoria explica que por ahora está enfocada completamente en el arte y que quiere seguir haciendo lo que le apasiona. En cuanto a la escritura, ahora se encuentra a mitad de otro libro, una historia para jóvenes de 12 en adelante, donde narra a una niña que transita entre sueños. “Será un poco surrealista dentro del género suspenso”.
Sus autores favoritos son: El estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849+), el irlandés Oscar Wilde (1854-1900+), y el inglés Lewis Carrol (1832-1898+).