Por Lourdes Rojas
“Quisimos abrir este espacio porque no quiero que las próximas generaciones sufran y pasen por las mismas barreras que yo y muchos pasamos”. Son las palabras con las que Valentina expresa la razón por la que decidió dedicarse a la enseñanza musical a profundidad.
Janco, junto con Lauren Astruc, tuvieron en el año 2017 la idea de crear una orquesta.
La Orquesta Académica de Tarija, fue creada con la finalidad de llevar un paso más adelante el estudio de la música, con metodologías que utilizan países con niveles profesionales “muy altos”.
Lauren es un trompetista francés que vive en Tarija, que ahora es profesor de los instrumentos de viento en la orquesta. Valentina está a cargo de las cuerdas.
“Nos damos cuenta de la necesidad, había chicos que querían salir a estudiar al exterior; pero no tenían el nivel que hay en otros países. Por ello, con la orquesta académica comenzamos a realizar convenios con Iberacademy de Colombia y la fundación musical Bravura de Cochabamba, porque trabajamos de puro corazón”, cuenta la joven artista.
Valentina tuvo su primer contacto con Iberacademy por una beca completa que ganó junto con Astruc.
De hecho, fue al volver a Tarija que decidió aplicar lo que aprendió en Colombia y tratar de cambiar la situación que atravesaba el nivel de aprendizaje musical en Tarija.
“Vi como mis amigos que tocaban instrumentos sufrían bastante cuando querían irse a continuar a otro país, o cuando no aprobaban el examen y tenían que volver a postularse. Yo tuve que irme a Salta –Argentina- cuando no tenía profesor, estuve en Ecuador también por mi cuenta para aprender más”, relata.
Así es que abrieron este espacio con Lauren, donde además de tocar y ensayar para la orquesta implementaron otros aspectos, según cuenta.
En Colombia, la realidad es muy diferente, Valentina explica que la primera clase que recibieron fue en relaciones humanas, luego liderazgo, creatividad y desarrollo. Al final abordaron el tema musical.
“Esa metodología de enseñanza es totalmente diferente me gustó bastante, aquí muchas veces es: ‘toma la partitura, ensayas nos vemos mañana’. Allá todos se conocen, es un trato muy agradable”, resalta.
Esas razones hicieron que la joven maestra aplique esas técnicas.
“Les enseñamos creatividad, liderazgo y apoyo social. Llevamos la orquesta a barrios alejados, para compartir con la gente. En la parte humana ha crecido mucho, obviamente nos falta, pero he visto que son mucho más líderes, tienen mayor empatía con la gente y eso es una buena característica”.
Valentina no se guarda nada para ella, disfruta mucho de transmitir todo aquello que va aprendiendo, desde las experiencias hasta el conocimiento.
“La idea de seguirme capacitando en Colombia- ahora la joven viaja constantemente invitada con becas completas por Iberacademy-es de replicar todo lo que aprendíamos allá a nivel universitario”.
“La academia becó el año pasado a dos chicos de nuestra orquesta para participar en un festival en Medellín”. Uno en oboe y otra joven en chelo, mismos que según Janco, ya volvieron con otra perspectiva.
“Este año también la academia me dijo que iniciemos con una lista de personas que puedan estudiar música, actualmente no están listos la mayoría. Esto ya es una puesta abierta por parte de Iberacademy para nosotros, poder llevar a nuestra gente para que alcance un nivel profesional en la música”, dijo todavía emocionada.
“El que nos hayan dado está oportunidad es un indicador que la academia ha logrado un nivel más alto, gracias a todos los convenios es que logramos las capacitaciones, los conciertos y la compra de instrumentos… tratamos de ser lo más transparentes en este aspecto”, comenta.
Acerca de las escuelas e institutos de enseñanza musical, la joven expresa que si bien hay en Tarija que dictan clases desde cero; existen profesores que no quieren soltar a sus alumnos.
“El niño puede seguir y seguir ahí tocando a un mismo nivel sin avanzar; pero los profesores no los dejan, los retienen. Creo que algo vital es apostar por los más pequeños”.
También comenta que una de las razones por las que los niños al llegar a cierta edad dejan el instrumento, es “por culpa del profesor”.
“No nos damos cuenta de qué manera hay que enseñar al niño, no todos aprenden de la misma forma. En los jóvenes creo que por el tiempo; pero más por la falta de organización o cuanto están desorientados”.
Janco cuenta que en su último viaje, tuvo una reunión con todo el equipo de Iberacademy, en el que le expresaron la visión que tiene sobre Tarija.
“Están observando que hay demasiado potencial en nuestra ciudad, confían en el trabajo que estamos haciendo, eso es importante, no solo para nosotros, porque si es que nos ofrecen otro espacio, puede ser para otra orquesta”.
Valentina además de estudiar y enseñar, está finalizando la Carrera de Ingeniería en Redes y Comunicaciones, profesión que le agrada mucho. De igual manera no piensa dejar de lado la música.
“Me dieron la buena noticia que puedo hacer maestría en música sin haber entrado al conservatorio o la carrera. Es es necesario continuar mi formación musical para seguir enseñando y transmitiendo todo lo que pueda a los demás”.
- Acerca de las actividades de la orquesta
El 20 de junio llegará una profesora de coros que trabajará con la fundación, también aliada de la orquesta, llamada Leche y Miel.
Esta orquesta tiene un coro de niños, además invitarán a otros profesores para participar de la capacitación.
En la agenda también está prevista para julio un taller con directores de la orquesta Simón Bolívar.
Otra de las actividades es un taller de capacitación en dirección orquestal, que está previsto para septiembre.
El año cerrará con el quinto encuentro Unidos por la Música.