El Urbanismo Táctico propone que lejos de la antigua concepción de las ciudades, donde los políticos y los profesionales eran quienes planificaban e intervenían, sean los habitantes quienes pasen a la acción apropiándose de su ciudad a través de la identificación de zonas de intervención y su ejecución.
Esta visión del urbanismo busca devolver a los ciudadanos a las calles, priorizando al peatón antes que a los autos y generando espacios de recreación urbana y descanso en las calles.
Estas pequeñas acciones promueven el encuentro ciudadano, inciden en la forma en la que crecen las ciudades y brindan una vivencia única en el lugar.
Tal vez el ejemplo más representativo en Bolivia sobre urbanismo táctico sea el colorido barrio de Chua Uma en la ciudad de La Paz. La junta vecinal del barrio, encabezada por Tomasa Gutiérrez Choque, decidió cambiar las sombrías paredes de adobe y ladrillo por coloridas fachadas asimétricas en las que sobresalen grafitis con representaciones de la cultura aimara así como frases motivacionales, aportando vida y un mayor sentido de pertenencia al barrio.
El barrio es fácilmente identificable desde las líneas del teleférico que hacen el trayecto desde El Alto hacia la ciudad de La Paz.
En Sucre, el evento organizado por el Colegio de Arquitectos, que fue realizado del 21 al 25 de agsoto, propuso hacer del urbanismo un aliado para revitalizar la ciudad.
Así, un grupo de jóvenes urbanistas chuquisaqueños y de otras ciudades, como Nicolas Kersting, Ana Gutiérrez y Marcelo Rivera, junto a diferentes artistas y ciudadanos comprometidos, realizaron acciones en diferentes zonas para lograr distintos objetivos, pero siempre bajo la premisa de mejorar la interacción urbana.
La idea es generar estrategias modelo, que a futuro podrían ser replicadas con facilidad en distintos barrios de la ciudad.
“Queremos crear espacios públicos en la ciudad, pero también salir a los barrios marginales a crear espacio público donde no hay”, explica Nicolás sobre el planteamiento general que proponen con el evento.
El barrio 25 de Mayo, el final de la avenida Las Américas, la zona de la antigua refinería Refisur, donde actualmente está la Facultad de Arquitectura e Ingeniería Civil y la urbanización Bolivia, fueron los lugares elegidos para aplicar las acciones.
El fin, en el caso del barrio 25 de Mayo y la urbanización Bolivia, fue crear espacios públicos para los vecinos, pues las personas suelen salir a las calles a socializar, pero no tienen espacios para el encuentro.
En otros dos casos, la idea fue ayudar al reordenamiento vehicular y a una mejor distribución de la vía pública, porque se trata de lugares con “mucho tráfico”, en los que el espacio no está aprovechado de forma eficiente.
Al margen de las acciones prácticas, el evento Sucre Urbanismo Táctico 2019 contó con la presencia de diferentes urbanistas nacionales e internaciones, quienes a través de ponencias mostraron diferentes visiones del urbanismo, así como ejemplos de cómo se aplica en otros países para mejorar la calidad de vida de los habitantes de una forma creativa.
Ana Gutiérrez, arquitecta y planificadora urbana cruceña, habló sobre el urbanismo con perspectiva de género, mostrando que las mujeres viven la ciudad de forma muy diferente a los hombres.
La especialista también explicó cómo el urbanismo puede hacer que su experiencia en la ciudad a lo largo de su deslazamiento sea más grata y llevadera.
“Se tiene que trabajar sobre la zona urbanizada, no sobre la urbanizable, porque hay que darse cuenta de que la ciudad tienen que recrearse dentro de lo que ya existe”, resaltó Ana.
Otro de los ponentes fue Marcelo Rivera, un boliviano que reside en Europa y que enfatizó sobre las tendencias emergentes del urbanismo y los criterios de sostenibilidad en el diseño urbano.