La performance mundial de Las Tesis se replicó en cientos de capitales del mundo y Tarija no fue la excepción, pero con la particularidad de algunas adaptaciones en base al contexto regional, lo que le da una connotación aún más fuerte.
“¡Dayana e Ivana, duerman tranquilas, no callaremos se hará justicia!”, dice parte del estribillo adaptado a la canción “El violador eres tú”, que hizo viral el grupo chileno Las Tesis.
Las Mochas Copleras, Pan y Rosa, Mujeres Lesbianas y Ni Una Menos son los colectivos que participaron en una particular manifestación frente al Palacio de Justicia de la ciudad de Tarija.
Con los ojos vendados, unas con pañoletas verdes, otras de color guindo, e incluso algunas con mantas de chapaca, pero todas cantando los mismos estribillos. “¡El violador eres tú!”, gritaban apuntando a las puertas del Palacio de Justicia.
“Lo fundamental para nosotras es la narrativa compartida,no solo con las hermanas chilenas, sino con las voces de todo el mundo”, cuenta Cintia Mamani Rodríguez, del colectivo feminista Mochas Copleras.
Cintia de 30 años recuerda que toda su juventud estuvo ligada al activismo, especialmente en defensa de los derechos de las mujeres.
“Todos hemos aprendido a vivir naturalizando hechos de violencia, es importante construir, que se respete la vida”, opina con una voz potente, como de conductora de radio en un contacto con Verdad con Tinta, aunque en realidad es comunicadora social y usa sus conocimientos en este campo a favor de este movimiento.
El colectivo de mujeres chileno denominado Las Tesis, expuso al mundo su visión sobre la violencia y el machismo, en un formato escénico que permita que sea masivo como contagioso.
En el caso de los colectivos de Tarija fueron adecuados“algunos contenidos de la letra”, explica Cintia.
Las adecuaciones en la letra se refieren a denunciar la violencia estatal expresada en sus diferentes órganos, especialmente el judicial, tomando como referencia loscasos de feminicidio en esta región.
“Claramente se ve una serie de irregularidades que sorprenden a la hora de la determinación que han tomado las jueces”, explicó en relación a las sentencias en los juicios por las muertes de las jóvenes Dayana Alemán e Ivana Arroyo.
En el primer caso, el principal acusado fue absuelto de toda culpa y en el segundo, le disminuyeron la pena de 30 años de prisión a 8, al hacer un cambio en la tipificación del delito.
Ambas sentencias provocaron un repudio generalizado en los colectivos feministas como de defensa de los derechos humanos.
“Se ven una serie de irregularidades que sorprenden a la hora de la determinación que han tomado las jueces”, agrega la activista.
Este es el motivo por el que la protesta se concentró frente a las puertas del Palacio de Justicia de Tarija.
Para las activistas, esta forma de protesta invita a ver los problemas más allá de la violencia de género, no solo en la relación hombre-mujer, sino todo lo que implica una secuencia de agresiones que van desde la administración del Estado.
“Por ejemplo, la puede ejercer un hombre contra una mujer o el Estado por sus administradores de justicia que encubren a los agresores con sentencias como en los casos citados”, comparó.
Si algo logró la performance del grupo feminista Las Tesis es la unión de ideales, cruzando las barreras culturales, religiosas o idiomáticas.
Quienes participaron de la manifestación dicen que esta performance las une en un sentimiento compartido y lasconvoca a “sanar heridas por culpas que pesan sobre los cuerpos de las mujeres en diferentes espacios”, como ser los juzgados, las calles, o los medios de comunicación. “Creo que no tendría este eco si no se entendería de esta forma”, agrega una de ellas.
“Es algo novedoso en Tarija, históricamente las protestas en contra de las injusticias, eran con marchas o con algún manifiesto público, pero esto es más dinámico”, resaltan parte de las activistas, unas con una manta chapaca, pero de tono verde, un color simbólico para las feministas.
Si bien históricamente el color de los grupos feministas es el lila, también empezó a usarse desde el 2018 el verde dentro de estos movimientos.
El uso de este color nace en Argentina, con las manifestaciones feministas que se concentraban en Buenos Aires. El motivo era simple, un color que no refleja identidades partidarias, además de su directa relación con el medio ambiente.
“Esto es lo churo, hay un recambio generacional del movimiento feminista en Tarija y se profundiza en la energía interpelante de mujeres jóvenes”, dice Cintia notoriamente emocionada, al agregar que ella es una de las mayores del colectivo, lo que refleja que la lucha por los derechos femeninos continuará con el pasar de los años.
En este estribillo adaptado, los colectivos locales incluyen dos hechos mediáticos, donde también se habló de la violencia en contra de la mujer dentro de los conflictos sociales que derivaron en la salida del Gobierno de Evo Morales Ayma.
“Ni en Senkata ni en Vila Vila… el violador eres tú”, indica una parte, haciendo referencia a estos hechos de violencia que sacudieron al país en los últimos conflictos sociales registrados entre octubre y noviembre.
Como en la mayoría de las capitales del mundo, las activistas se sintieron identificadas con esta sencilla, pero profunda letra, con una coreografía bastante particular.
“Hubo gente sorprendida que no entendía nuestra forma de manifestarnos”, declaró otra activista, agregando que incluso existieron burlas por la coreografía, como por la letra.
“No hicimos caso, seguimos no más”, dice Cintia, quien más allá de los memes que también ve en las redes sociales por este tipo de manifestación, afirma que existe un movimiento por los derechos femeninos, que gracias a las redes sociales, está más unido que nunca en el plano internacional, por ende, no dará más marcha atrás.
- Porqué las alusiones a Senkata y Vila Vila de las feministas
El grupo de activistas argentinos que llegó al país para investigar los conflictos sociales de Bolivia, refiere en su informe de presuntas agresiones sexuales en la zona de Senkata de la ciudad de El Alto, cuando militares se enfrentaron con grupos de choque afines al Movimiento Al Socialismo (MAS).
Sin embargo, no existe un informe oficial que indique de este extremo, como tampoco una denuncia de este tipo proveniente de los movimientos sociales.
En el caso de Vila Vila en el departamento de Oruro, se registró el pasado 9 de noviembre una emboscada de grupos de choque del MAS a buses de universitarios y cívicos.
Los universitarios y cívicos del sur del país, pretendían participar de las marchas sociales en la ciudad de La Paz, quienes fueron heridos por los atacantes que los tomaron por sorpresa, incluso hubo rehenes.
De esta emboscada, también hubo denuncias de intentos de abusos sexuales en contra de las universitarias.
- Las Mochas Copleras
Una de las representantes de este colectivo, Cintia Mamani indica que el nombre hace referencia a la Tarija de antaño, cuando los patrones le decían “mocha” a la trabajadora del hogar.
“La mocha era como la mujer que interpelaba el maltrato, reclamaba por sus derechos o pedía justicia en algunos casos”, explica.
“Hemos tomado este nombre de las mochas copleras por esta cuestión de interpelar, además que en el colectivo, hay mujeres que vienen de diferentes espacios”, agrega al referirse a la calle, a los mercados y otros sitios de donde el poder político se muestra distante.
El nombre también tiene su connotación cultural de identidad. “Somos copleras, porque hemos podido componer en base a nuestro arraigo cultural como una manera de expresarnos”.
Este grupo de mujeres hizo de la copla chapaca una forma de protesta. “Desde la copla buscamos hacernos escuchar ante el machismo”.
Cintia dice que ella también coplea, pese a que no es su fuerte la música, “pero igual le meto, porque lo importante es que escuchen nuestras letras”.
La joven asegura que constantemente están componiendo coplas en contra del machismo o el patriarcado.
Este grupo ya tiene tres años de vida y se va fortaleciendo con la presencia de nuevas integrantes, la mayoría menores de 18, según cuentan sus fundadoras.
- Los párrafos adaptados
Los colectivos feministas en Tarija adaptaron la letra de «Un violador eres tú» del grupo chileno Las Tesis, para personalizar sus protestas. Dos párrafos al final del cántico hacen una bajada a la realidad de las mujeres a nivel local, haciendo alusión a dos casos de feminicidio en particular, y abusos cometidos contra mujeres en los últimos meses en el país.
Y la culpa no era mía
ni dónde estaba
ni cómo vestía
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Y la culpa no era mía
Ni en Senkata ni Vila Vila.
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Dayana, Ivana
duerman tranquilas,
No callaremos se hará justicia
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El violador eres tú
El femincida eres tú