Desde el pasado 20 de abril, el mundo ha puesto sus ojos en el mercado petrolero. El que más y el que menos conoce del rubro, quiere saber qué causó la abrupta baja en los precios del denominado “oro negro”. Si bien el mundo del petróleo es complejo de entender, identificamos las claves para explicar cómo funciona este complicado mercado y el porqué de la caída en su precio.
1.- Oligopolio
En 1960, los países productores de petróleo, entre los que se encuentran, Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Libia, Indonesia y Venezuela, entre otros, formaron la Organización de Países Exportadores de Petróleo, más conocida como la OPEP, con el fin de coordinar y unificar las políticas petroleras de los diferentes Estados miembro. Entre esas políticas, se encuentra la tarea de fijar el precio del crudo.
El mercado del petróleo es un oligopolio. Como el número de vendedores es muy reducido, ellos controlan y acaparan las ventas de petróleo, lo que les permite tener un control sobre el precio.
2.- La oferta y la demanda
El principal parámetro para fijar el precio del petróleo es el mercado de la oferta y la demanda.
La OPEP y otros países productores como Estados Unidos y Canadá, ante la inminente demanda de crudo que había hasta antes de la cuarentena, tenían el poder de reducir su producción para jugar con el precio y hacer que éste suba.
Sin embargo, a causa del prolongamiento de la cuarentena, lo que era un mercado de demanda, pasó a convertirse de oferta. Es decir, había más petróleo del que podían vender.
3.- Almacenamiento de crudo y comercializadores
La falta de demanda, debido a la paralización de las grandes industrias como la aeronáutica y manufacturera, que consumen importantes cantidades de petróleo todos los días, causó que los precios de crudo empezaran a caer.
Con los precios del barril rondando los 30 dólares –y en descenso–, los comercializadores de crudo empezaron a comprarlo para almacenarlo en tanques terrestres y subterráneos, para posteriormente venderlo a un precio superior cuando el mercado se recuperara.
Lo que no imaginaron, es que los precios seguirían cayendo junto con su capacidad de almacenamiento.
Con los tanques en tierra en su capacidad máxima, los comercializadores acudieron a los tanques de almacenamiento marítimo, es decir: los barcos que transportan petróleo, pero estos también empezaron a llenarse.
4.- No lo quieren ni regalado
El pasado 20 de abril, los productores de petróleo cerraron los contratos para entrega en mayo, pero resulta que los comercializadores no tienen dónde almacenarlo. La falta de almacenamiento significa un grave problema para los productores, pues ante la caída de los precios, el almacenarlo terminaría costándoles más que el propio petróleo.
Fue entonces cuando empresas como West Texas Intermediate (WTI), empezaron a pagar a los comercializadores para que se llevaran el crudo y lo almacenaran como sea en los pocos almacenes que tenían espacio, provocando que el petróleo cotice en negativo, llegado a los $us -35,22 aquel 20 de abril, el cual fue bautizado a nivel mundial como “lunes negro”.
Los pozos, ¿se pueden cerrar?
Los pozos sí se pueden cerrar, pero el cierre tiene un costo operativo elevado y si no se hace correctamente, probablemente en el futuro tengan que volver a perforarlo, lo que también tiene un costo elevado.