“¡Esta gente está jodida!”, reclamaba enérgico Juan España en contacto por video llamada con Verdad con Tinta, uno de los bolivianos varados en la ciudad de Salta- Argentina, casi desesperado por los procedimientos burocráticos tuvieron que atravesar para retornar al país en tiempo de cuarentena, por la pandemia del coronavirus COVID-19.
Juan España lleva 57 días en esta ciudad argentina, acompañado del médico y amigo Marcelo Attie. Junto a ellos, son 44 bolivianos más que esperan retornar al país; todos se quedaron varados en esa ciudad cuando se dio inicio la cuarentena, siendo prácticamente tomados por sorpresa.
La mayoría de estas personas había viajado por salud, turismo, negocios o visitas a familiares.
El caso de Juan es de salud, se había trasladado a Salta por una cirugía de cataratas. Tras el éxito de esta intervención médica, España debía quedarse unos días más en reposo, pero no sabía que el tiempo se prolongaría tanto.
Al empezar la cuarentena en Argentina con el respectivo cierre de fronteras, los hoteles empezaron a despachar a sus clientes para ser cerrados por este tiempo, acción que agravó la situación de aquellos bolivianos que se encontraban provisionalmente en esta ciudad.
Juan, conocido por sus amistades en Tarija como uno de los “Mellizos España”, cuenta a Verdad con Tinta que gracias a una amistad en Salta consiguieron alquilar un departamento, “pero se van acabando los recursos”, confiesa.
Al gasto del alojamiento y la comida, debe aumentarse el pago del vuelo de retorno en la línea aérea, que es de 400 dólares por pasajero. “Hay personas que están más tiempo que nosotros”, acota.
El vuelo fue gestionado por este grupo de ciudadanos bolivianos con el apoyo del Consulado, el mismo estaba previsto para la anterior semana, pero la Cancillería boliviana no dio el aval.
La reprogramación es para este viernes 8 de mayo, según confirmaron los ciudadanos bolivianos.
¿Qué faltaba?
El cónsul boliviano en Salta, Agustín Saavedra Zambrana, explicó el pasado mes a Verdad con Tinta que ya habían sido realizados los trámites correspondientes para las personas que harán este viaje. “Se hicieron todas las gestiones para que ellas puedan retornar al país”, indicó.
El problema radicaba en que la Cancillería boliviana exigía a estas personas que se realicen las pruebas PCR de laboratorio antes de retornar a Bolivia.
La Cancillería boliviana fundamentó su determinación en el “protocolo de ingreso por vía aérea para connacionales desde el exterior del país”.
Este protocolo fue creado tras la promulgación de los decretos supremos 4199 y 4200 de cuarentena total.
El punto tres del citado protocolo, es el argumento utilizado por la Cancillería. “El 100% de los pasajeros del vuelo de retorno deben portar el certificado de prueba de COVID-19 negativo y certificado médico”, indica.
Sin embargo, en el mismo protocolo existen contradicciones, porque en las recomendaciones, toma en cuenta a las personas que viajen sin hacerse la prueba, aumentándoles el tiempo de aislamiento al momento de su llegada.
“Personas que cuenten con un test previo de coronavirus deberán cumplir una cuarentena de siete días. En caso de no haber realizado un test previo deberán cumplir una cuarentena de 14 días”, apunta.
Para agilizar el proceso de repatriación, la Gobernación tarijeña envió a Salta test rápidos para estos ciudadanos.
“Hay un grupo de ciudadanos tarijeños que está en Salta. Hemos enviado 45 pruebas rápidas para que puedan retornar a Tarija y tengan su certificado por haber sido sometidos a una prueba de COVID para ingresar al país”, explicó ayer en una conferencia de prensa el gobernador de Tarija, Adrián Oliva Alcázar.
Pero la Cancillería en primera instancia rechazó estas pruebas, indicando que deben ser las PCR de laboratorio, con una fuerte contradicción con la Gobernación tarijeña.
“Nos piden que compremos los reactivos y no hay ni de privados ni del sistema público”, reclamaban estas personas.
Las PCR por sus siglas en inglés de “reacción en cadena de la polimersa”, son un tipo de pruebas moleculares de diagnóstico que sirven para comprobar si una persona está infectada o no por el COVID-19.
España, como delegado de los ciudadanos bolivianos que se encuentran varados en Salta, confirmó posteriormente que la Cancillería finalmente había accedido a que puedan realizarse estas pruebas rápidas para obtener la certificación que faltaba.
La mayoría había planificado un viaje de una o dos semanas, quizás menos. “¡La gente ya no puede esperar más!”, agregó España ya con un tono más angustiado.
El vuelo ya está pagado y la empresa Amazsonas prevé efectuarlo el viernes desde La Paz o Santa Cruz, con destino directo a Salta.
El retorno de las 46 personas sería en vuelo directo de Salta a Tarija.
Ya en la ciudad de Tarija, los pasajeros deberán ser trasladados por personal de salud desde el aeropuerto Oriel Lea Plaza a uno de los centros de aislamiento habilitados por el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), donde permanecerán por 14 días, según dicta el protocolo.
“Somos conscientes de que al llegar a Tarija debemos entrar en cuarentena”, confesó.
España agrega que Salta no es una región endémica, como sí ocurre con otros repatriados que llegaron de Estados Unidos o Europa.
La provincia argentina de Salta tiene hasta la fecha cuatro casos confirmados por COVID-19, dos menos que Tarija. La capital salteña inicia desde hoy un nuevo periodo de cuarentena con menos restricciones en las calles.
Juan da un respiro profundo y se anima a mostrar lo que acaba de cocinar, puré con milanesas, volviendo a su característico humor, tratando de tragar este mal momento, con la esperanza de volver a casa.