Si bien la llegada de internet ha significado un gran paso para la humanidad y ha simplificado la vida de millones de personas en aspectos inimaginables, lo cierto es que también parece haber dado paso a una serie de peligros. La violencia, el acoso y la estafa parecen haber migrado también al mundo online, ampliando su poder y alcance.
La digitalización de la vida, también ha digitalizado los peligros, e inclusive ha dado pie a delitos exclusivos del mundo online, como el grooming o el ciberbullying.
Tal como sucede en el mundo off line las mujeres y los niños son los más afectados por los peligros de las redes.
De acuerdo al Observatorio de Delitos Informáticos Bolivia, los principales delitos digitales son: Manipulación informática, amenazas, calumnias y difamación, estafa, pornografía infantil y el grooming, que es la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente, mediante el uso de internet.
Los engaños en el mundo 2.0 van desde el robo de información bancaria, hasta robo de identidad y engaños que terminan en violaciones o trata de personas. La mayoría de estos delitos son cometidos desde el anonimato de los perfiles falsos de las redes sociales, o páginas web fraudulentas.
Para tomar magnitud de lo anterior, hasta el año 2017, solo en la ciudad de Tarija, estaban registradas más de un millón de cuentas bajo nombre propio en las redes sociales. Sin embargo, tanto la población como la cantidad de personas con acceso a internet, es bastante menor. Según los especialistas consultados por este medio, esto evidencia la proliferación de perfiles falsos como los duplicados.
La amplia lista de delitos, también ha abierto el debate en cuanto a los derechos digitales y sobre cómo se pueden proteger los usuarios.
“Cuando se habla de derechos digitales, se tiene que hablar desde una óptica y mirada de derechos humanos”, explica Roxana Pérez del Castillo, responsable de de privacidad y protección de datos en la organización Internet Bolivia.
Roxana explica que la privacidad, la protección de datos personales y personalísimos, así como la libertad de expresión, son algunos de los derechos más relevantes cuando hablamos del mundo online.
Lo cierto es que cada usuario deja una huella digital en internet, la cual contiene nuestros datos de navegación en la red e inclusive puede albergar datos e información que muchas veces no queremos que sean públicos, como número de teléfono, email o inclusive nuestra dirección.
Ahora que la digitalización se ha hecho inminente en los tiempos de aislamiento y cuarentena, hemos abrazado las nuevas tecnologías en el trabajo e inclusive en los entornos educativos, pero en muchos casos, sin ser plenamente conscientes del torrente de información personal que dejamos. ¿Hasta dónde saben de mí?, es la pregunta.
“Creo que es momento de empezar a hablar de una alfabetización digital, para posteriormente entender lo que significa el trasfondo de los derechos digitales”, dice Pérez del Castillo, quién asegura que hay “muchas” vulneraciones de derechos digitales, especialmente a mujeres.
“La violencia digital de género es uno de los parámetros más conocidos a nivel nacional”, reflexiona sobre la realidad.
En una entrevista anterior con este medio, la coordinadora de la Red contra la Trata y Tráfico, explicó que si bien las redes sociales no son el medio más usado para la captación de víctimas, en algunos casos es una herramienta útil para contactar o conseguir datos de las personas.
Se estima que cada día, a nivel mundial, se generan 2,5 billones de bytes de datos, especialmente a través de redes sociales y plataformas de transmisión de video. Estos datos, muchas veces son vendidos con fines comerciales por las grandes empresas, sin el conocimiento de los usuarios.
Por su parte, la asesora en seguridad digital y coordinadora del proyecto SOS Digital de la organización Internet Bolivia, Cielito Saravia, agrega que una encuesta realizada a más de 1000 mujeres en el país, devela alrededor de 900 mujeres aseguran haber sido víctimas de algún tipo de delito digital, especialmente de acoso.
Cómo protegernos en el mundo digital
Desde el punto de vista de la seguridad, Cielito Saravia asegura que un para fundamental para que los usuarios se puedan proteger, es ingresar a las configuraciones de privacidad que ofrecen las diferentes plataformas y ver qué información está disponible en las plataformas de internet.
“Es bueno buscar tu nombre en algún buscador, ya sea Google o cualquier otro que utilices”, Saravia asegura que además de tu nombre y apellido, es bueno ingresar otros datos personales como tu número de teléfono celular o correo electrónico, para saber si alguna de tus plataformas o redes sociales, está ofreciendo aquella información.
Desde su punto de vista, este es un buen primer paso para intentar recobrar el control de tus datos. “Esto te permite ver qué información está disponible y poder modificarla en la configuración de privacidad”, explica.
Este 29 de mayo, junto a Plan Internacional, Cielito Saravia será parte del conversatorio Género Protección y Seguridad Digital, donde junto a mujeres líderes del área rural, compartirán su experiencia sobre cómo ellas se relacionan en internet. En la charla, que será transmitirá por el Facebook de Plan-Bolivia, también compartirán herramientas y estrategias de autocuidado digital.
Ley de protección de datos en Bolivia
“Como fundación hemos propuesto un Proyecto de Ley de Protección de Datos, que creo que es una partida de protección importante, explica Roxana Pérez del Castillo, de la organización Internet Bolivia.
El anteproyecto contempla la necesidad de otorgar equidad de condiciones al dueño de los datos, frente a las empresas u organismos responsables de tratarlos, ya que generalmente se trata de una pugna de grupos de poder, contra individuos que quedan en una situación vulnerable o poco favorable.
El proyecto también prevé la necesidad de crear una agencia independiente que cuente con los mecanismos de notificación y prevención de violación de datos personales. Para conocer más sobre el documento, haz click aquí.
Por su parte, la experta considera que deben haber acuerdos internacionales sobre el tratamiento de datos, ya que en la actualidad se están vendiendo datos personales que no les pertenecen a las empresas sin regulación alguna. Sin embargo, las regulaciones no deben afectar la libertad de expresión de los usuarios.
De acuerdo a un informe de ciberseguridad realizado el año 2006 por el Banco Interamericano para el Desarrollo y la Organización de Estados Americanos, “el Gobierno de Bolivia no ha desarrollado una estrategia o política de seguridad cibernética oficial”. Sin embargo, el Código Penal tipifica como delito la manipulación o la obtención ilegal de información en Internet y en los artículos 253 y 254 del Código de Procedimiento Penal se establecen normas para la obtención de evidencia electrónica.
Por su parte, el artículo 281 de la Ley 3325, castiga la trata de personas, la pornografía infantil y otros actos que a menudo se relacionan con Internet.
Mas allá de estas normativas, no existe legislación específica para tratar los delitos informáticos, los cual deja en una situación vulnerable a los más de cuatro millones de usuarios de internet que tiene el país.
Glosario de delitos digitales
Grooming: Una serie de conductas y acciones emprendidas por un adulto, a través de Internet, con el objetivo deliberado de ganarse la amistad de un menor de edad creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las preocupaciones del menor y poder abusar sexualmente de él. En algunos casos, se puede buscar la introducción del menor al mundo de la prostitución infantil o la producción de material pornográfico.
Ciberbullying: Es el uso de los medios digitales para ejercer el acoso psicológico entre iguales. En este caso, los protagonistas son niños o adolescentes que ejercen el acoso cibernético a otros niños o adolescentes.