En el sur del país, la nueva realidad ha hecho de las viejas costumbres un vicio del que cuesta desprenderse. Pese a que la ciudad de Tarija permanece en un régimen de cuarentena estricta, la vida cotidiana empieza a apoderarse cada vez con más fuerza de las calles:
Los mercados cada vez tienen más gente, las calles más autos y el #Quédateencasa, se ha convertido en un mandato que ya pocos están dispuestos a asumir.
“Por un tiempo está bien, pero no podemos vivir encerrados. Nadie nos va a traer comida para alimentar a nuestros hijos”, dice L.E. mientras se dispone a improvisar un puesto de fruta en la calle; lejos de casa.
La realidad es similar en otras ciudades del país. En Sucre, largas filas de autos estacionados, parejas paseando por el parque y mercados casi tan llenos como en el pasado, son parte del día a día. Eso sí, todos con barbijo. El metro y medio de distancia, queda a ojo de buen cubero.
Aunque el transporte público aún no regresó a la capital, desde el 8 de junio se reactivó la circulación de autos privados relacionados a actividades económicas y con fines laborales, de lunes a viernes y en horarios establecidos, para evitar el congestionamiento. Sin embargo, pocos son los que se apegan a la determinación.
A tres meses del inicio de la cuarentena, en este reportaje fotográfico te mostramos cómo se vivieron los primeros días de esta semana, en medio de una “nueva” realidad, que se parece a la antigua.