El turismo internacional ha sufrido un duro golpe a raíz de la pandemia del COVID-19. Según datos de la Organización Mundial del Turismo, en abril, uno de los meses que se proyectaba entre los más rentables del año por el feriado de Semana Santa, el turismo mundial cayó un 97%, con pérdidas que ascienden a los 195000 millones de dólares. En junio, la caída mundial ya ronda el 44%.
En la región latinoamericana, y particularmente en Bolivia, la situación no es diferente. En los tres meses de cuarentena que lleva el país, el turismo ha sido uno de los sectores más afectados por las duras medidas de aislamiento y cierre de fronteras, y no hay miras de que la solución llegue a corto plazo.
Según estimaciones de los sectores afines, solo Tarija ha perdido en estos tres meses más de $20 millones en ingresos por turismo, mientras que a nivel Bolivia, la cifra supera los $300 millones.
Por su parte, el sector hotelero a nivel nacional suma una pérdida de $60 millones en el mismo periodo de tiempo.
En la ciudad de La Paz son más de 20 hoteles que han decidido cerrar sus puertas hasta enero, con la esperanza de que a principios de 2021 la actividad turística empiece a normalizarse.
En tres meses, las pérdidas del sector turístico en Bolivia ascienden a 300 millones de dólares.
Otros, con menos suerte, se vieron obligados a cerrar de forma permanente, asfixiados por las deudas acumuladas y la falta de ingresos. En Tarija, como en otras ciudades del país, el panorama es similar.
“Seguimos cerrados, aunque algunos hoteles están recibiendo personas de tránsito que están cumpliendo allí la cuarentena”, dice sobre la situación en la ciudad de Tarija, Daniel Beccar Díaz, presidente de la Cámara Hotelera de esta ciudad.
“Desolador”. Así es como describe el panorama actual y el futuro del sector hotelero y turístico en la región. “Seguimos sin tener clientes y cada segundo que pasa acumulamos deudas, sueldos, finiquitos, antigüedad e impuestos”, explica Beccar.
A la extensa lista de gastos, se deben sumar servicios básicos, entre otros, haciendo que cada día los montos por pagar se acumulen, mientras que los ingresos, desde hace tres meses, no solo que han mermado, sino que se han reducido a cero en la mayoría de los casos.
Según información de la Cámara Hotelera de Tarija, ya suman seis los hoteles que decidieron cerrar sus puertas hasta nuevo aviso, aunque no descartan que la cifra sea mayor, pues no todos reportan sus actividades a la cámara.

“En La Paz prácticamente estamos con tres hoteles funcionando”, lamenta Carlos Rodríguez, quien es presidente de la Cámara Hotelera de La Paz, quien explica que la determinación del cierre de estos hospedajes hasta enero, responde a la necesidad de reducir sus costos al mínimo.
Sector hotelero pierda cerca de 29 millones de dólares en don meses
En la ciudad de La Paz, de los 115 asociados de la cámara, 20 están realizando un cierre parcial hasta enero, mientras que uno de ellos anunció el cierre definitivo. Los demás, aún están a la espera de ver qué sucede en las próximas semanas.
Como respuesta, los empresarios a nivel nacional crearon el Sector Privado de Turismo (Septur), un ente que aglutina a la Cámara Hotelera Nacional, operadores de turismo y agencias de viajes.
Según explica Carlos Rodríguez, la Septur ha mantenido reuniones con el Ministerio de Desarrollo Productivo y el Viceministerio de Turismo, con el fin de plantear las necesidades del sector para sobrevivir a la pandemia.
Luego de un análisis exhaustivo, llegaron a la conclusión de que se necesitaría un monto de $52 millones, para el rescate del sector.
“La idea desde nuestro sector (de este apoyo económico) es un apoyo desde el Gobierno, con notas de crédito en término de planilla laboral, préstamos de fácil acceso y condiciones flexibles para el futuro de las operaciones”, explica Carlos Rodríguez.
Según datos de la Cámara Hotelera Nacional, un 70% de los hoteles de La Paz y Santa Cruz no pudieron acceder a los créditos para pago de salarios anunciados por el Gobierno Nacional, ya que por la falta de flujo, estos no clasificaban para el préstamo en las entidades bancarias.
Daniel Beccar, de la Cámara Hotelera de Tarija, asegura que en el sur del país el sector afronta el mismo contratiempo a la hora de solicitar los créditos, lo que agudizó la crisis.
Por otra parte, los hoteleros denuncian que los últimos dos meses, les cobraron por servicios eléctricos y de agua realizando un promedio de los últimos seis meses, por lo que las facturas fueron elevadas y afectaron su flujo, a pesar de que estuvieron cerrados.
Los préstamos bancarios
Aunque el Senado sancionó en marzo una ley para el diferimiento de pago de créditos, existen empresarios que ya deben empezar a cumplir con este compromiso con el banco, sin tener los recursos para cubrir sus créditos, por lo que estarían expuestos a sufrir remates por impago total.
Ante esta situación, Carlos Rodríguez asegura que están encarando negociaciones con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero, así como con las entidades bancarias, para la flexibilización de los pagos.
“Algunos bancos están pidiendo el pago en cuotas, tanto de intereses como de capital desde este mes, pero al estar cerrados es imposible realizarlos”, acota.
Un futuro incierto
La Cámara Hotelera Nacional asegura que el futuro del sector es incierto y lamenta que el Gobierno Nacional no “saque” los números de las proyecciones respecto al número de contagios que tendrá el país a futuro, lo que dificulta la posibilidad de hacer un plan a mediano y largo plazo, para la reactivación del sector.
“No hay visibilidad; es lo que más nos molesta”, asegura Rodríguez, quien insiste en que les preocupa la inexistencia de un plan para afrontar la pandemia.
Emprendedores: adaptarse o morir

Mercedes Bluske
