Sus números telefónicos resaltan en esa pancarta que se ha convertido en el único método de mercadotecnia que han logrado con los pocos recursos que tienen.
“La pandemia nos ha quitado nuestro trabajo. Necesitamos que nos compren por favor, también los cambiamos por víveres. Nosotras realizamos chulos, tapetes, chalinas. Ayúdenos”, se lee en ese pliegue de cartulina que es sostenido por el tronco de un árbol en plena plaza principal de la ciudad de Tarija.
Ahí está este grupo de 26 mujeres que han adecuado una banca pública para exhibir las prendas que han tejido en esta larga cuarentena.
Ellas, por iniciativa propia, han encaminado, la iniciativa denominada “Trueque por la vida” que consiste en impulsar el intercambio de los tejidos que elaboran por dinero o por productos alimenticios.
Se trata de un proyecto con el que buscan generarse ingresos que les permita sobrevivir la crisis que ha causado la pandemia de la COVID-19.
Con el trueque como base de su negocio, buscan intercambiar las prendas que tejen por alimentos o dinero.
Cada una tiene una historia detrás de ella, unas anteriormente se dedicaban a otra actividad y tuvieron que cerrar sus negocios, otras, fueron despedidas de sus fuentes de empleo y quedaron “desamparadas”, según nos cuentan.
La mayoría de ellas tiene hijos que cuidar y un hogar que sacar adelante, todas dicen que aprendieron a tejer “hace mucho tiempo” como una actividad más, pero ahora sus palillos se convierten en su principal instrumento de trabajo.
“Ya no hay ni ganas de andar, no tenemos plata ni para comprar comida y no estamos bien alimentadas. Ahora hacemos todo esto, tejemos a mano por la necesidad en la que nos ha puesto esta pandemia que nadie esperaba, pero nos ha quitado el trabajo”.
Lo testimonios de las mujeres coinciden con las proyecciones que hacía en abril el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre el impacto de la pandemia en América Latina y el Caribe.
“Para América Latina y el Caribe, estimamos que se podrían perder hasta 17 millones de empleos formales y el nivel de informalidad podría llegar a 62% en la región. Esto dependerá, sin embargo, de cómo evolucione la pandemia y de las medidas de mitigación adoptadas por los gobiernos”, indica el documento del BID.
De acuerdo a la tabla de la pérdida de empleos por el COVID del BID, para Bolivia se calculaba que, en una crisis de largo plazo, de 5.2 millones de empleos formales e informales, se perderían -5,2%; mientras que en una crisis de corto plazo se perdería -2,6% empleos.
Una de las mujeres que participa en el denominado “Trueque por la vida” es doña Eusebia Marca, quien cuenta que luego de haber perdido su trabajo, se siente “desmotivada” por la falta de recursos económicos para sustentar su hogar.
Tejen de todo un poco
Entre sus tejidos la gente puede encontrar gorritos, chompas, chalecos, manteles, todo hecho o también para hacer “a pedido”. Los precios son bastante accesibles que van desde los Bs 10.
“Si no es con dinero, cambiamos con víveres como aceite y otros. Por ejemplo, cambiamos un gorrito o cualquier prenda, dependiendo del precio para hacer el trueque”, explica Eusebia a Verdad con Tinta.
Eusebia refiere que por ahora el apoyo no ha sido el esperado.
Ayuda
Triste por la falta de compradores, Eusebia se mostró aún más decepcionada por la falta de apoyo de las autoridades, porque considera que ellas podrían pagar por algunas de sus prendas.
“Ellos nos pueden comprar, si no cuesta mucho, cuesta Bs 30, 40, 60, hasta 160, pero para ellos no es mucho”.
La gente que quiera sumarse y apoyar esta iniciativa puede llamar al número 68702080, de forma que conozca los modelos de tejidos hechos a mano. Incluso podrán tenerlos en la puerta de sus casas, porque ellas también ofrecen este servicio.