Su valor nutricional y su fama como antiséptico natural, hizo que cientos de ciudadanos consuman el ajo; por su puesto, ello ha ocasionado que esta raíz bulbosa prácticamente se acabe en el departamento.
“Hemos vendido todo el ajo, gracias a Dios”, cuenta a Verdad con Tinta el presidente de la Asociación de Comercializadores de Ajo de Tarija, Ronald Aramayo.
Con una producción de 413 tonelada de ajo durante la campaña agrícola 2018– 2019, Tarija ocupaba el cuarto lugar como departamento productor de ajo en Bolivia.
De acuerdo a cifras de la Subgobernación de El Puente, la mayor producción se registra en ese municipio y el segundo lugar lo ocupa Yunchará.
Los comercializadores locales han llegado hasta la zona alta del departamento buscando este alimento, pero se encontraron con la misma respuesta en cada puerta que tocaban: “no tenemos ajo”.
Aramayo, indica a Verdad con Tinta, que la cosecha del 2019 fue “exitosa”, porque han logrado vender cada quintal de ajo a un precio racional, lo que recompensa el “esfuerzo” que pone el agricultor para lograr obtener este bulbillo.
Según estimaciones de la Asociación de Comercializadores de Ajo de Tarija, esta última temporada lograron cosechar 65000 quintales en el caso del municipio El Puente, mientras que en Yunchará se habla de 2500 quintales.
Los mercados
Aramayo explica que el principal mercado del ajo fue el de Perú, logrando vender más del 40% del total de su producción.
El restante porcentaje fue comercializo en Santa Cruz, Cochabamba y Tarija. En el caso del mercado tarijeño se reservó una baja cantidad de ajo, porque el anterior año hubo “poca demanda”.
“Hicimos muchas gestiones para mandar el ajo al Perú, gran parte de la producción se fue ahí”, dice.
Según Aramayo, al conocerse que los productores de ajo tuvieron “éxito” en sus ventas, familias que habían migrado a la ciudad han retornado a sus hogares para formar parte de la nueva temporada de cosecha.
La temporada
La temporada de ajo 2020-2021 en El Puente inició el 20 de julio, al igual que en Yunchará y Tupiza, este último del departamento de Potosí.
Son seis a siete meses aproximadamente que dura el proceso de crecimiento de la planta.
El ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre, posteriormente es realizada la “post cosecha”, que según dice Aramayo, consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol con un tiempo de uno a dos meses.
Ante la coyuntura de la pandemia, el subgobernador de El Puente, Bartolomé López, indicó que ya están alistando los protocolos de bioseguiridad para comercializar la próxima temporada de ajo.
“Esperemos que esta cosecha corra con la misma suerte que la de 2019”, augura el subgobernador.
En el caso de El Puente, son 14 comunidades que se dedican a la producción del ajo, siendo 2200 los productores en este municipio de la provincia Méndez.
¿Por qué escasea el ajo?
China es el mayor productor mundial de ajo con 28,3 toneladas por hectárea, que absorbía el mercado boliviano, al igual que el Perú.
Pero ahora con la pandemia y el cierre de fronteras, el gigante asiático exporta menos y ello ha favorecido a la producción local.
Los productores de ajo lograron vender el quintal entre Bs 900 a Bs 1200, dependiendo del tamaño del bulbo.