Una cadena de protestas se vio en el país en torno a la solicitud de una canasta alimentaria para los escolares. Cientos de padres de familia se movilizaron desde agosto en La Paz, Oruro, Potosí, Tarija y recientemente en Cochabamba, para exigir la dotación de la canasta de alimentos con los recursos que se iban a usar del desayuno escolar, pero no se ejecutaron por la pandemia de la COVID-19. La última entrega fue en marzo.
En Tarija, los padres de familia iniciaron con esta petición a mediados de agosto, pero los precursores de la iniciativa recibieron poco apoyo; sin embargo, a medida que la situación económica se agudizaba se iban sumando nuevas voces a esta causa, llegando a convocar a una marcha masiva para el cinco de noviembre.
Ese viernes, cientos de padres de familia instalaron un vigila en las puertas del Concejo Municipal, logrando que el Gobierno Municipal pacte un acuerdo para instalar una mesa de diálogo.
El coliseo San Roque fue el escenario donde los padres de familia, el presidente del Concejo Municipal Valmoré Donoso Zambrana y el alcalde Alfonso Lema Grosz, acordaron un 14 de noviembre dar viabilidad al proyecto de ley municipal del paquete de alimentos para estudiantes beneficiarios del desayuno escolar.
Según el acuerdo firmado, la canasta alimentaria tendría un valor económico de Bs 344,20 por estudiante; sin embargo, la Alcaldía explicó que solo puede entregar en primera instancia el beneficio por un valor de Bs 253, porque esa era la actual “factibilidad económica”.
Los restantes Bs 91 serían entregados “luego”.
El presupuesto
De acuerdo al informe que hizo llegar el Órgano Ejecutivo al Concejo Municipal, el presupuesto previsto al inicio de gestión en el “Programa Alimentación Complementaria” fue de Bs 21.500.000,00. Es decir, el desayuno escolar.
El monto ejecutado fue de Bs 2.863.138,80 que se divide en Bs 1.889.574,9 en febrero y Bs 973.563,90 en marzo.
Según el alcalde se tuvo una “reducción” en los ingresos de la Alcaldía por el impuesto directo por hidrocarburos (IDH) que afectó a esta partida, quedando en cajas un total de Bs 13.715.154,03.
Según la Alcaldía, “alcanza” para entregar una canasta alimentaria a un valor de Bs 253 para 54.115 estudiantes.
Una vez que se definió el monto por estudiante, el Concejo Municipal identificó el pasado jueves otro problema para la entrega de este beneficio: el tiempo, pues un proceso de licitación para la compra de los productos lleva “como mínimo” tres meses, además que los costos de distribución afectan al monto económico que se había establecido para cada escolar.
En base a estas observaciones, es que la mayoría en el Concejo acordó analizar y buscar los mecanismos para entregar estos recursos en “efectivo” a los beneficiarios.
Esta tarea fue encomendada a la Dirección Jurídica de la Alcaldía para buscar los mecanismos que den viabilidad a la entrega del dinero.
Concejales y administrativos del Gobierno Municipal siguen analizando a cinco días de aquella última sesión, buscando algún tipo de normativa que sustente la entrega de este beneficio en efectivo.
Esos cinco días se suman a una espera que se prolonga por ocho meses. “El debate debe continuar”.