Bajo el nombre de “Sin vergüenza”, los ocho capítulos del podcast lanzado por el Proyecto Fénix, buscan generar conciencia sobre la violencia sexual y romper los mitos que afectan a las víctimas y a sus familias, en la esperanza de evitar que otros jóvenes vivan lo que ellos vivieron.
El grupo Fénix tiene más de una año y medio y tiene una característica en particular: está formado por víctimas de violencia sexual, en su mayoría, los niños (ahora adultos) que fueron abusados por ex dirigentes del Grupo Scout de la ciudad de La Paz. Hombres y mujeres de entre 18 y 30 años.
Proyecto Fénix es una iniciativa al interior de Misión Internacional de Justicia, cuyo objetivo es “darle voz a los sobrevivientes”, según explica Juan Álvarez, coordinador del proyecto.
“Queremos que las personas que han pasado por violencia sexual tengan un espacio y se los escuche”, agrega.
El podcast denominado “Sin Vergüenza”, busca incidir en la sociedad y generar un cambio a partir de las voces, relatos y opiniones de los protagonistas.
A través de entrevistas a especialistas de diferentes sectores e instituciones, como la Red Previene, los jóvenes abordan dudas y mitos relacionados a la violencia sexual en base a su experiencia y a las inquietudes que tuvieron ellos en su camino.
El acompañamiento es una parte fundamental del proyecto que busca contener a las víctimas y alentar a quienes sufren en reserva, a romper con el silencio.
“Si ves las experiencias de violencia sexual y las razones por las que no se denuncia, es porque se sienten solos, sienten un montón de vergüenza o culpa”, dice Juan.
Un podcast es un archivo de audio que puede descargado o escuchado a través de internet.
Así, el Proyecto Fénix a través de su podcast, busca convertirse en la compañía y contención que tanta falta les hace.
José tiene 30 años y entre sus 12 y 14 años, fue víctima de abuso sexual. Ahora, desde el Proyecto Fénix, asume el compromiso para que otros jóvenes y niños puedan procesar esa carga de una mejor manera.
“Tiene sus fases”, explica José sobre el proceso que atraviesan las víctimas. “La primera es sobrellevar el hecho”, dice mientras explica que a él le ha servido hablar con otros amigos que también han sido víctimas. “La amistad nos ha hechos fuertes”, insiste.
Ahora, con la perspectiva que le da la adultez, cree que el empoderamiento es vital para que las víctimas puedan enfrentar a su agresor y romper el silencio. “El silencio es algo muy duro, porque jamás en mi vida había sentido tanta vergüenza o miedo de decir esto”, dice en contacto telefónico desde la ajetreada ciudad de La Paz.
Para él, el miedo se convierte en un silencio que se rompe de manera gradual y, a través del podcast, hablan no solo de la importancia de que las víctimas no callen, sino de que su círculo de confianza les crea y los contenga.
José explica que “muchas veces” las víctimas acuden a su entorno de confianza, pero estos no les creen.
En otros casos, si bien les creen, no les brindan el apoyo suficiente como para denunciar. “La primera vez que rompimos el silencio con las personas de confianza nos supuso decepción y dolor, porque esperábamos algo mejor de aquellas personas que te habían visto crecer”, dice sobre su experiencia y la de sus compañeros.
Sin embargo, una vez que se rompe el silencio, asegura que “ya nadie te puede callar”, y eso se traduce en una especie de liberación para desenmascarar al agresor, evitando que otras personas no pasen por lo mismo. “Esa es la verdadera liberación; que ya no pase más”.
A través del podcast, espera que se pueda seguir divulgando información, para que tanto las víctimas como las familias, puedan hablar sobre el tema y tengan las herramientas para hacerlo.
“Si hay algún niño de doce años que esté escuchando el proyecto, espero que le pueda servir de hoy en adelante”, agrega recordando al niño que un día fue.
“Un paso hacia la resiliencia”. Así es como Ana S. describe al proyecto, en el que asegura haber encontrado un apoyo en otras personas que han sido víctimas de violencia sexual.
“Tenemos apoyo psicológico y legal, me ha servido para fortalecerme a mí misma y a mi círculo”, asegura.
Ana quiere que al escuchar el podcast, otros jóvenes y niños sientan una seguridad que ella no ha sentido en su momento y que puedan eliminar las etiquetas y prejuicios, para que no se sientan diferentes ni culpables, porque no lo son.
Lejos del morbo y amarillismo con el que “muchas veces” cree que se abordan los casos de violencia sexual, Ana espera que “Sin Vergüenza” pueda sensibilizar desde lo emocional, así como generar un nexo con las víctimas, para que se sientan libres de contar su verdad sin miedo a sentirse solos o juzgados.
Los capítulos del podcast están alojados en la plataforma Sound Cloud y puedes acceder a ellos también desde su página de Facebook Proyecto Fénix.
Si eres víctima de abuso sexual, no te quedes callado. Denuncia. En el Proyecto Fénix encontrarás el apoyo y contención que necesitas.