Hace más de tres meses que Tarija, obligadamente, tuvo que vestirse de diferentes colores políticos. Hace más de tres meses que las banderas sacuden más que los árboles, las publicidades en las paredes opacan el arte en las calles y hace más de tres meses que los ciudadanos sienten que viven en un circo, y ya no en la “linda ciudad”.
Desde niños, hasta ancianos, encontramos en las esquinas de Tarija agitando banderas, regalando panfletos y gritando el nombre de un candidato como futuro gobernador.
Las canciones suenan todos los días por las avenidas, rimando esperanza, unidad, nuevos cambios, y mejoras para la ciudad. Los discursos de “salvación” nuevamente comenzaron a surgir y más ahora, en un tiempo donde el caos y la preocupación, reina en cada habitante.
Hubo caminatas para conocer a “su gente”, actos de solidaridad con los más necesitados, actividades en donde todos participaban y ganaban, momentos en donde los “líderes” demostraban que el corazón lo tenían lleno de bondad, en donde se detenía a escuchar y prometer ayudar a los que casi siempre, son olvidados…
¿Qué más?
Ocurrió la disputa por quién defendía más el medio ambiente, por quién “cuidaría” más nuestra flora y fauna y quién NO tocaría la Reserva de Tariquía. Todos sabemos los antecedentes que cada uno tiene; pero está cerca, el día en que ya no podremos juzgar simplemente creer, esperar y confiar.
Lo más gracioso es que, este tipo de acciones ocurrieron siempre, y así seguirá siendo si no ponemos un alto y cambiamos. La mayoría de los políticos acostumbraron a mostrarse cuando necesitan de “su pueblo” y eso solo pasa cada cinco años. Los cuatro años restantes “su pueblo”, queda en el olvido.
He oído hablar de la palabra CAMBIO, que ahora es irrelevante cuando sucede; hemos exigido y luchado para que surjan los “nuevos cambios”, pero llegado el momento de defenderlo, algunos retroceden, otros se quejan y la gran mayoría, guarda silencio.
He visto publicidad sobre la palabra UNIDAD, pero solo ocurre cuando la bomba está a un minuto de explotar; he escuchado tanto a cerca de LOS JÓVENES SON EL AHORA, LOS JÓVENES SON LO IMPORTANTE, LOS JÓVENES, LOS JÓVENES, LOS JÓVENES, y llegado el momento, los jóvenes son menospreciados por ser “tan jóvenes” y faltos de experiencia. No hay trabajo por falta de experiencia laboral, oportunidades es lo que menos tienen y durante cuatro años, ellos también son olvidados.
El tiempo de elecciones nos va a mostrar siempre la mejor cara, la mejor actitud, el más grande “amor” hacia su tierra; pero también veremos la traición, la avaricia, la maldad, el egoísmo y la deslealtad en persona.
No hay que defender ni a derecha ni a izquierda, se defiende la igualdad (en todos los sentidos) para cada uno de los ciudadanos tarijeños, se defiende la tierra chapaca que nos permite habitar en ella, se defiende a nuestra gente que trabaja por darnos el pan de cada día. A esa gente que madruga por mantener una ciudad limpia, gente que arriesga su vida salvando a otras y gente que da de sí para los demás. Se defiende la libertad y unidad para una prosperidad que a todos y, por último, se defiende a nuestra roja y blanco, para ya no verla en el circo en el que la metieron los colores políticos.