Amigos de la Responsabilidad Social, más conocida como “Amigarse”, es una organización sin fines de lucro que nació hace 17 años, con el fin de promover un modelo de gestión cuyos principios estén basados en la responsabilidad social.
“En aquel entonces empezamos a promover este concepto y sobretodo la visión de la institución en lo que implica la responsabilidad social”, explica Heiver Andrade Franco, director de la fundación Amigarse.
Con el tiempo, empezaron a incluir otros conceptos, como el de negocios inclusivos y finalmente, en la cadena de reciclaje.
Esta fundación ha llegado a convertir el reciclaje en parte importante de su agenda, por su impacto ambiental, pero también por su impacto social.
Así, Amigarse no solo ha impartido formación, para que los nuevos profesionales incluyan el reciclaje y la responsabilidad social en las empresas en las que trabajan y trabajarán, sino que ha decidido dar un paso adelante, para conocer la realidad del país en cuanto al manejo de residuos.
“¿Qué está sucediendo en Bolivia con el reciclaje?”, se cuestiona Andrade. Lo cierto es que según datos de Amigarse, en el país solo se recicla el 5% de los deshechos.
En el país se reciclan el 5% de los deshechos
En el caso de Santa Cruz, donde el porcentaje de reciclaje alcanza el 6%, diariamente se recolectan cerca de 2000 toneladas de residuos, pero son solo 120 toneladas las que se llegan a reciclar.
El problema identificado desde la fundación fue que, aunque existían personas que querían reciclar, no sabían dónde llevar o qué hacer con los materiales reciclados. Fue así que nació la aplicación Yo Reciclo Bolivia, que conecta a recicladores con recolectores.
“La lanzamos el 10 de julio, pensando que debería ser el Uber del reciclaje”, asegura Heiver Andrade, quien explica que los usuarios, al subir la foto de los materiales que reciclaron a la aplicación, generan una alerta en el teléfono celular del recolector más cercano a su ubicación, para ser recogidos en el día y hora que ambos acuerden.
Una vez recogidos, los residuos son llevados a los centros de acopio de diferentes asociaciones de recolectores, que se encargan de revisarlos, separarlos y trabajarlos, o llevarlos a empresas que reciben estos materiales. “Todo el residuo que se recolecta tiene mercado”, acota.
Aunque la participación de la sociedad es importante, Andrade insiste en la importancia de que, para lograr un impacto a través del reciclaje, es necesario que se involucren autoridades, las empresas y la academia, pues la participación de todos estos entes puede lograr un mayor impacto.
La aplicación está disponible en dispositivos Android y en Apple, es de descarga gratuita. Aunque de momento solo funciona en la ciudad de Santa Cruz, esperan cerrar acuerdos para llevarla a otras capitales del país.
“Solo necesitamos a alguna persona u organización que se quiera hacer responsable de la administración de la aplicación en su ciudad”, agrega Andrade.