“Son como un taxi”. Así describe a las ambulancias del municipio de Cercado Paola Iñiguez Cortez, responsable departamental del Centro Coordinador de Emergencias en Salud Departamental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), deben existir cuatro ambulancias por cada 100 mil habitantes.
Tarija, con más de 250 mil habitantes, cuenta con 10 ambulancias, según informa el médico Wilson Muriel, coordinador de la Red de Salud de Cercado, manteniéndose aparentemente dentro de los parámetros establecidos por la OMS, aunque los números no reflejan la realidad del servicio.
Pese a contar con 10 unidades de transporte sanitario en Cercado, ninguna de ellas posee el equipamiento básico para brindar asistencia de transporte simple, que es el tipo más esencial, según la Norma Nacional de Ambulancias Terrestres.
Así, su rol se reduce al de un medio de transporte tan corriente como podría ser un taxi, explica la médica Paola Iñiguez.
“Es muy complicado decir que Tarija cuenta con un sistema de ambulancias, porque si no cumplen con los requisitos mínimos para estar funcionando, entonces estamos simplemente hablando de vehículos”, agrega.
Iñiguez conoce el sector de ambulancias a cabalidad, pues no solo se graduó el año 2015 con excelencia académica con el mejor promedio de su promoción, sino que junto a los médicos Paul Castellanos Zamora y Fabricio Arzabe, fue pionera en la creación del Servicio de Emergencias Médicas Autónomo de Tarija (SEMAT).
El SEMAT fue creado el año 2016 en la gestión de Adrián Oliva Alcázar, luego de que el Gobierno nacional, que encabezaba Evo Morales Ayma, hiciera entrega de ambulancias en todo el país el año 2013, otorgando 13 en el departamento de Tarija, de las cuales dos fueron recibidas en Cercado.
Las ambulancias estuvieron dos años guardadas en el Palacio del Deporte por falta de recursos económicos para su operación, por lo que la Alcaldía decidió transferirlas a la Gobernación y a su vez, al Servicio Departamental de Salud (Sedes).
Ya en manos del Sedes, ambas ambulancias fueron utilizadas para dar paso a la creación del SEMAT.
“Les hicimos mantenimiento, compramos otros equipos y estas ambulancias de terapia intensiva, que eran dos, eran las únicas que oficialmente estaban habilitadas por el Sedes, porque tenían absolutamente todo”, relata Paola Iñiguez.
Durante los aproximadamente cinco años que duró el programa, el SEMAT brindó más de 8 mil atenciones; alrededor de 4 o 5 por día.
Las ambulancias fueron transferidas en septiembre de 2022 nuevamente a la Alcaldía, con el argumento de que la Gobernación, ya bajo la administración de Oscar Montes Barzón, no contaba con los recursos para continuar su apoyo al programa, al margen de que no era de su competencia.
Según la norma de caracterización del Sistema Nacional de Emergencias en Salud (SNES), el transporte sanitario depende administrativamente de las direcciones de salud de los gobiernos autónomos municipales, mismos que deben incluir en sus presupuestos (POA) los recursos suficientes para el funcionamiento o implementación de estos servicios “en todos sus componentes”.
Desde entonces, las únicas dos ambulancias de Cercado que contaban con todos los equipos técnicos y humanos para funcionar de manera “idónea”, según explica Iñiguez, quedaron sin operar porque la Alcaldía aún no dispone de recursos humanos ni presupuesto para su funcionamiento, según argumenta la gestión de Johnny Torres Terzo.
“Teníamos un médico, un paramédico y un chofer paramédico para cada una de las ambulancias”, explica Paola Iñiguez, quien insiste en que aquel es el equipo idóneo para un servicio óptimo en asistencia pre-hospitalaria.
Sin embargo, esa no es la realidad de las 10 ambulancias con las que cuenta Cercado.
No es solo que ninguna ambulancia tiene los equipos técnicos necesarios, sino que tampoco se cuenta con los recursos humanos adecuados.
Según explica la especialista, esta situación hace que solo la mitad de las ambulancias estén funcionando, aunque el médico Wilson Muriel asegura que todas se encuentran “operativas”.
Consultada por el equipo de Verdad con Tinta, la directora de Salud Pública de la Alcaldía Dhanitza Caro Rodríguez asegura que realizaron las gestiones ante el Sedes y la Gobernación para recuperar las ambulancias en cuestión.
“Actualmente estamos a la espera de que los ítems ministeriales sean transferidos para así dar funcionamiento y continuidad al servicio de ambulancias”, argumenta.
La funcionaria municipal explica que la legalización la transferencia del Ministerio de Salud al Gobierno Autónomo Municipal de Tarija se encuentra en “proceso de legalización”, porque no se contaba con la documentación en regla, pese a que fueron entregadas hace diez años.
“Una vez concretada la legalización de transferencia, dichas ambulancias serán parte de los bienes del Gobierno Autónomo Municipal y brindarán el servicio en beneficio de la población que más lo necesita”, concluye la funcionaria.
Más allá de las contradicciones, uno de los problemas es que las ambulancias en servicio tienen horario de trabajo de 7:00 a 13:00, como si las emergencias podrían encasillarse en aquella reducida jornada laboral de seis horas.
A modo de ejemplo, Paola Iñiguez explica que ante un accidente en la zona de La Pintada, en el sur de Tarija, desde el Servicio Coordinador de Emergencias podría llamarse a la ambulancia de Santa Ana debido a la proximidad, pero su horario de operación es de 7:00 a 13:00 y el chofer, que está al llamado, vive en San Luis.
“¿Te imaginas la demora?”, cuestiona sobre el tiempo que pasaría entre el llamado de asistencia y la atención.
Al contar únicamente con el chofer, los pacientes no podrían ser atendidos en el trayecto; un aspecto fundamental en el servicio de emergencias de una ambulancia, lo que podría comprometer la salud de los pacientes por falta de una atención oportuna.
Las ambulancias
Según la Norma Nacional de Ambulancias Terrestres, estos vehículos de transporte de emergencia se dividen en tipo I, tipo II y tipo III, según las características de su equipamiento.
Según la norma, las ambulancias de tipo I, también llamadas de transporte simple, cuentan con un equipamiento mínimo compuesto por camilla telescópica con ruedas, plegable en sus dos ejes, con dos cinturones de seguridad mínimo, termómetro clínico, balón de oxígeno portátil con manómetro, equipo de oxigenoterapia portátil, juego collarín cervical adulto y pediátrico tensiómetro de adulto y pediátrico, oxímetro de pulso fonendoscopio doble campana, linterna frontal manos libres con baterías linterna de exploración física simple, artillo de percusión o exploración neurológica, equipo de aspiración portatil glucómetro capilar con diez tiras reactivas y diez lancetas, tabla espinal, inmovilizador cervical, bolsa mascarilla de reanimación completa y desfibrilador externo automático de manera opcional.
También debe contar con un set completo de parto y recién nacido, equipo de curación y sutura, medicamentos por vía oral, medicamentos por vía panteral, soluciones y antisépticos, entre otros.
Si se trata de una ambulancia tipo I de rescate, además debe tener otros equipos, como dopler fetal, aspirador de secreciones portable y juego de triaje, entre otros.
Las ambulancias de tipo II, también llamadas de soporte vital básico, además de los equipos con los que cuentan las de tipo I, deben tener balones de oxígeno fijos, bolsa mascarilla para RCP para adulto y fetal, desfibrilador, ventilador manual, tubos orotraqueales, cremas tópicas y un maletín de soporte vital básico.
Las ambulancias tipo III deben contar con todo lo anterior, más un equipo cardiológico, set de vía aérea y una larga lista de insumos, medicamentos, instrumental y equipamiento específico, que la convierte en la más completa y preparada para asustencias de emergencia.
En el caso de Tarija, ninguna de las 10 ambulancias de la red de Cercado cuenta con el equipamiento necesario para obtener siquiera la tipificación I.
Paola Iñiguez, acota que las únicas dos que tenían “más o menos” los equipos para cumplir con la norma, eran las que operaban con el programa SEMAT, cuyo destino sigue siendo incierto.
“Hemos visto de darles todo lo necesario para que ellos -Alcaldía- puedan crear un programa, tengan un POA (presupuesto) y brinden el servicio de atención prehospitalaria”.
La especialista resalta que al momento de entregar las ambulancias en septiembre de 2022, dejaron “todo” para que las autoridades inscribieran el programa en el POA y tuvieran 12 ambulancias funcionando de manera coordinada y con recursos humanos.
Centro de Coordinación de Emergencias de Salud – Departamental
Según establece la norma de caracterización SNES, el Centro de Coordinación de Emergencias de Salud es una instancia de operativa y de coordinación en la atención de urgencias, emergencias, catástrofes o desastres en cada departamento.
Su función es garantizar la atención prehospitalaria a los pacientes que solicitan los servicios de una ambulancia, refiriendo su admisión de manera oportuna en el establecimiento de salud de destino, en coordinación con los establecimientos de los cuatro niveles y con otras instancias concurrentes al evento, como la Unidad de Bomberos de la Policía, Policía Boliviana, Grupo de Salvamento y Rescate (Sar del Sur), Fuerzas Armadas y otros.
Así, el centro coordina los servicios de ambulancias de todos los subsectores involucrados, ya sea medicina tradicional, de privados con y sin fines de lucro, de la salud pública y de la seguridad social a corto plazo, haciéndose responsable de sus movilizaciones en todo el territorio departamental.
Cómo contactar a una ambulancia en Bolivia
A nivel nacional, Bolivia posee un número único de emergencias que es el 168.
Este número es para la atención de casos de emergencias y el traslado de pacientes en ambulancias terrestres, establecido en la Norma Nacional de Caracterización del Sistema Nacional de Emergencias.
Esta línea servirá para ubicar a la ambulancia o centro de salud más cercano, tomando en cuenta el lugar de la llamada realizada por la persona necesitada, y funciona a través de Centro Coordinador de Emergencias de Salud.
En síntesis, las ambulancias que están operando en el municipio de Tarija que sobrepasa los 250 mil habitantes, atienden prácticamente en horario de oficina y no cuentan con las mínimas condiciones para establecer un servicio básico en cualquier tipo de emergencia de salud.
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