En el primer congreso Cannabico de Bolivia realizado el pasado jueves 20 de abril, el cual fue organizado por el colectivo Papá Ganjah se visibilizó el uso medicinal de la marihuana en el país, donde personal de la Secretaría Municipal de Salud y Deportes de La Paz presentó una investigación sobre la efectividad de su aplicación en esa área.
Culminado el congreso, el alcalde paceño Iván Arias Duran propuso elaborar una normativa nacional para aprobar su uso terapéutico, argumentando que “puede aliviar el dolor crónico”; sin embargo, no fue la primera vez que él se pronunció sobre el tema, pues en 2021, habló sobre impulsar el debate en pro de una norma nacional.
Las declaraciones rápidamente generaron una batalla en las redes sociales, con voces a favor y en contra. Más allá de las pasiones personales, lo cierto es que el cannabis se utiliza de manera medicinal para tratar enfermedades como el glaucoma; una enfermedad caracterizada por el aumento en la presión del globo ocular que causa daños en la retina y hasta pérdida de la visión. El cannabis ha demostrado tener alta efectividad para reducir la presión, pero se utiliza también para una larga lista de enfermedades que producen dolores crónicos e inclusive convulsiones.
En Bolivia, la Ley 1008 del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, de 1988, prohibe la producción, posesión, comercialización y consumo de sustancias controladas, entre las que se encuentra el cannabis y su resina, junto con la cocaína, heroína, cetobem idona y desomorfina en la lista de estupefacientes.
Aunque la Ley 913 de 2017 prevé el uso de la marihuana como de otras sustancias controladas con fines científicos y medicinales en sus artículos 19 y 20, ésta aún no cuenta con reglamentación, por lo que no puede ser aplicada en el territorio nacional.
En el país hay antecedentes excepcionales del uso del cannabis con fines medicinales. En noviembre de 2022 la Agencia Estatal de Medicamentos (Agemed), dependiente del Ministerio de Salud y Deportes, autorizó el uso de cannabis por el plazo de tres meses, en una niña de 5 años con diagnóstico de parálisis cerebral y discapacidad severa, a través de la Resolución Administrativa L/446 emitida por la Agemed.
Mapa del cannabis medicinal en la región
Con diferentes matices, el cannabis se abrió paso en los últimos 20 años en la región, con diez países con legislación a favor de su uso. Mientras que en Mexico y Uruguay está permitido su uso recreativo tanto como medicinal, en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Ecuador,Panamá y más recientemente Costa Rica, está permitido su uso terapéutico.
Los contextos son diferentes y cada país opera bajo sus propias reglas.
Brasil: No está permitido su cultivo o uso medicinal como tal, pero en 2019 la Agencia Brasileña de Vigilancia Sanitaria aprobó una resolución para la importación y producción de sustancias derivadas del cannabis para condiciones médicas específicas.
Uruguay: La Cámara de representantes aprobó el proyecto en julio de 2013 luego de meses de debate. Finalmente, en diciembre del mismo año el Ejecutivo promulgó la Ley 19.172, que regula la producción, distribución y venta de cannabis. Según las autoridades locales, la ley está orientada a minimizar riesgos y reducir daños. Recién en 2015 cuando se aprobó el Decreto 46/015 para el uso medicinal del cannabis. En 2019 se aprobó la Ley 19.847, que establece un nuevo marco legal para la producción y el uso medicinal y terapéutico, cuya reglamentación fue aprobada en marzo de 2023.
Chile: En Chile, el Decreto Supremo N 84 de 2015, aprueba el uso medicinal de la marihuana, así como de resina, extractos y tinturas, bajo receta retenida. El país posee el mayor cultivo medicinal de cannabis de Latinoamérica en Quinamávida, comuna de Colbún, Región del Maule, inaugurado en 2016 con 6500 plantas.
Argentina: El país austral aprobó en 2017 la Ley 27.350 de cannabis medicinal, bajo el rótulo de “Investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados”.
El artículo 1 de dicha normativa, establece las bases para su estudio científico y uso medicinal, especificando: “La presente ley tiene por objeto establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud”.
Colombia: En el país caribeño el consumo adulto y cultivo de hasta 20 plantas es legal desde 1986, pero no está permitido comprar ni vender la sustancia. Se encuentra en debate la aprobación o rechazo de una ley que permita su compra y venta con finales recreacionales.
El presidente Iván Duque Márquez firmó en 2018 el Decreto Supremo 1844, que prohíbe el porte de marihuana u otras sustancias ilícitas, aún en dosis mínimas.
Posteriormente, en 2021, el gobierno aprobó el Decreto Supremo 811, que reglamenta el uso médico de la marihuana.
Perú: El uso terapéutico del cannabis y sus derivados está aprobado en este país desde 2017, cuando se aprobó la Ley 30681, reglamentada a través del Decreto Supremo 005-2019-SA, de 2019.
Ecuador: En el caso de Ecuador, su uso medicinal está permitido desde 2019 y posee un reglamento, cuya última reforma fue en 2021 a través del Acuerdo Ministerial 148. Este documento se encarga de normar la prescripción, dispensación y uso terapéutico de cannabis medicinal y productos farmacéuticos que contienen cannabinoides.
Panamá: El uso de cannabis con fines medicinales está permitido desde 2022, con la entrada en vigor del Decreto Ejecutivo 121, que reglamenta la Ley No. 242 del 13 de octubre de 2021.
Costa Rica: A través de la Ley 10.113, el Gobierno aprobó el uso, cultivo y comercialización de cannabis y sus derivados con fines medicinales, como una alternativa a la reactivación económica tras la pandemia de la covid-19, teniendo en cuenta el alto movimiento económico que genera el sector.
Mexico: En el caso de México el uso medicinal del cannabis está permitido desde 2017 y en 2020 se aprobó con fines recreativos. El año 2021, por su parte, se aprueba el reglamento de la Ley General de Salud en materia de control sanitario para la producción, investigación y uso medicinal de cannabis y sus derivados farmacológicos.
Según explica a Verdad con Tinta el analista político mexicano especializado en libertad de expresión y medios de comunicación, César Mendoza, la aprobación de la marihuana medicinal fue "bien recibida" y ha generado "muchos beneficios". Según relata, en la cadena de farmacias más grande de México se encuentran a la venta del público remedios como el Mariguanol, un ungüento para los dolores musculares, así como otros con base en el cannabis, que sirven para el dolor crónico. Inclusive hay a la venta gomitas dulces que sustituyen las pastillas para conciliar el sueño, jabones y shampoo, evidenciando el crecimiento de la industria a través de la amplia oferta.
Más allá del debate médico, el debate sobre la marihuana llegó a la esfera de lo político, pues uno de los mayores beneficiarios en la venta de derivados del cannabis es el ex presidente Vicente Fox (2000-2006), quien habría recibido al menos 63 licencias por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios -Cofepris, cinco días antes de que terminara el mandato del entonces presidente Enrique Peña Nieto, en 2018. Históricamente, Fox se ha mostrado a favor de la legalización de cannabis en dicho país.
Más recientemente, en 2020, Mexico también aprobó el uso recreativo del cannabis. La norma mexicana permite la posesión de hasta 4 plantas y portación de hasta 28 gramos para consumo personal. Sin embargo, prohibe fumar en espacios públicos o zonas no designadas, así como tampoco permite fumar delante de niños y adolescentes, aunque para el Mendoza, aún no está claro cómo controlarán esta última medida.
El potencial económico del mercado es evidente. "Un estudio realizado por los canadienses en México indica que hay un mercado potencial de 2.250 millones de dólares, sólo por la aprobación de la marihuana recreativa", explica el periodista, quien agrega que esto genera un movimiento económico importante y al ser legal, también genera mayor recaudación de impuestos. "La parte preocupante es que las comunidades que han sufrido más los muertos y la violencia (causados por el narcotráfico) no tienen claro cómo van a transitar hacia el mercado legal, y que las empresas integren lo que ellos siembran como agricultores", agrega resaltando el papel del pequeño agricultor en medio de las grandes empresas.
Para Mendoza, tampoco queda claro cuál será la participación del crimen organizado, pues un negocio otrora ilegal ahora está legalizado, y los sectores que actuaron durante décadas por fuera de la ley, ahora deberán seguir nuevas reglas.
Uruguay: la normativa más longeva y amplia de la región enfrenta nuevos desafíos
“Lo primero que hay que aclarar es que, a contramano de la experiencia internacional, en Uruguay la normativa específica sobre cannabis medicinal es posterior a la de uso recreativo”, explica en entrevista con Verdad con Tinta Nicolás Álvarez Rosas, abogado y politólogo uruguayo, quien a lo largo de su carrera ha trabajado en la evaluación de diferentes políticas sobre drogas en ese país.
Aunque Uruguay posee una de las normativas más avanzadas de la región, los desafíos son "múltiples", según analiza el experto. “En lo que hace al uso medicinal a nivel local, los grandes escollos continúan estando en el desarrollo de un sector productivo para venta local, los productos no regulados y la accesibilidad para los usuarios”.
Para Álvarez Rosas, es necesario reforzar el trabajo con la corporación médica, que es la que aconseja, o no, el uso de la marihuana, debido a las carencias de información denunciada por los médicos, así como la falta de respaldo institucional de los centros médicos.
La industria, aún incipiente en ese país, ha logrado un crecimiento exponencial en cuanto a exportaciones de cannabis medicinal, particularmente destinada al mercado europeo. “En promedio, estos últimos tres años, se han exportado cantidades por un valor de 10 millones de dólares anuales, aproximadamente”, señala.