Las amazonas montadas a caballo y vestidas de rojo y blanco se asomaron después de las ocho de la noche como las primeras en pasar en el desfile navideño organizado el 20 de diciembre por la Alcaldía de Tarija, el cual congregó a 57 carrozas. El ímpetu de los personajes hizo olvidar en parte el retraso de casi dos horas del evento.
La cita estaba prevista para las 18.30, según había invitado la propia Alcaldía, pero el desfile empezó después de las 20.00, quedando cientos de niños cansados por la espera.
El alcalde Johnny Torres Terzo llegó en la primera carroza junto al personal municipal de la Secretaría de Desarrollo Productivo y de la Dirección de Despacho, cuyos funcionarios iban disfrazados de pollitos y duendes.
La avenida Integración congregó a miles de personas que esperaban las brillantes carrozas que recorrieron sus vías. Lo que comenzó como una fiesta llena de entusiasmo, se convirtió en una explosión de sorpresas y emociones, especialmente para los niños.
Desde el primer instante, el desfile deslumbró con su colorido despliegue, donde resaltó la picardía característica de los tarijeños, quienes le fueron dando un toque propio a la Navidad.
57 carrozas hicieron su paso por la avenida Integración, en un evento que culminó después de la medianoche.
Grupos de niños, instituciones educativas, organizaciones culturales y las diferentes dependencias municipales participaron del desfile con el armado de carrozas temáticas.
Personajes característicos de esta época hicieron su paso con la peculiaridad de la cultura tarijeña. El personaje del Grinch en motocicleta, los reyes magos lanzando regalos para los niños y hasta renos humanos elevados por una grúa que asomaban entre las multitudes, arrancaron aplausos del público.
La Unidad de Bomberos de la Policía Boliviana presentó una carroza con un Grinch gigante, de donde se lanzaban caramelos y diferentes regalos a las tribunas.
El trineo de Papá Noel jalado por los renos humanos fue la carroza que más llamó la atención de los espectadores, la cual fue armada por el personal de la Secretaría Municipal de Infraestructura y Servicios Públicos. En esta atractiva puesta en escena funcionarios vestidos de renos eran elevados al aire por un tractor, mientras movían sus cuerpos de manera armónica como si llevaran la carroza de Papá Noel.
La figura se hizo similar a la efectuada desde el año 2023 en el desfile navideño de la ciudad de Oruro.
En el desfile navideño de Tarija la cultura regional estuvo presente con la intervención de la escuela regional de música Pastor Achá, la cual llevó el canto de los tradicionales villancicos.
Las representaciones de comunidades rurales como Paicho resaltaron con las adoraciones y trenzadas al “Niño Dios”. También había carrozas con pesebres vivientes.
Colegios como el Alemán del Sud e institutos educativos prepararon también atractivas carrozas con Papá Noel como principal protagonista. Los niños fueron partícipes en diferentes presentaciones con disfraces o atractivos uniformes, tal es el caso del Coro Infantil de los Ángeles, donde sus integrantes iban con elegantes trajes.
Las educadoras urbanas o «cebritas» también se presentaron en el desfile, donde hicieron bailar al público.
La presentación de la Entidad Municipal de Aseo de Tarija (EMAT) resaltó por su carroza de material reciclable, especialmente de botellas plásticas. Otras instituciones públicas como la Gobernación también participaron con sus respectivas carrozas.
El desfile de carrozas navideñas de Tarija no estuvo exento de ciertos tropiezos. El evento estaba previsto para las 18:30, pero arrancó finalmente a las 20:15, lo que generó la impaciencia de los asistentes.
«¡Hora, hora!», gritaban algunos espectadores que miraban el reloj con creciente frustración. Una vez iniciado el desfile se registraron aglomeraciones de personas en la avenida, situación que complicó el paso de las carrozas. “Si no se sientan y se acomodan pararemos el desfile” advertía la presentadora Mayeni Ayarde, quien intentaba dar un poco de orden al evento.
Un lindo gesto, pero ante un reducido control, fue el lanzamiento de regalos, lo cual provocó más caos que sonrisas en algunos momentos. Niños y adolescentes se amontonaban cerca de las carrozas y se entremezclaban entre los bailarines para atrapar algún obsequio.
En medio de la aglomeración, una madre se llevó un susto al perder de vista a su niño. Después de llamarlo en reiteradas ocasiones desde el escenario central, el niño fue encontrado.
Otro problema se registró en los alrededores de la avenida Integración, donde había embotellamientos por la falta de salidas alternativas.
A pesar de los inconvenientes, la esencia de la Navidad brilló con fuerza. Las risas y los aplausos se convirtieron en la banda sonora de una noche mágica que, aunque comenzó tarde y con desorden, sacó sonrisas a los espectadores.
Un evento que, más allá de los contratiempos, resaltó por la creatividad y el espíritu festivo con una mezcla entre la influencia occidental, la religión y la cultura regional.