La identidad tarijeña no cabe en la postal del flojo a la sombra de un árbol ni en la risa fácil del borracho junto al río. El investigador Jesús Miguel Molina Gareca presentó el pasado 2 de mayo en la Casa de la Cultura Historias de la historia de Tarija, un libro que rompe con esos mitos y devuelve al tarijeño su voz, su memoria y su dignidad.
Con cada página, propone una mirada más honesta, profunda y digna “de lo que realmente somos”.

“Ustedes han visto todo esto y no han dicho nada”, reclama el autor, como quien nombra lo invisible. Con un lenguaje nada rebuscado “es breve, puedes acabar un texto estando en el micro o sentado en el baño”, dijo el autor entre risas.
Molina construye un libro que no busca entretener al turista, sino despertar al lector. Durante la presentación de la obra, aclaró que su intención no es simplemente contar historias, sino evitar que algún día las futuras generaciones reclamen por haber guardado silencio. Agregó que este libro no es una mera recopilación, sino un espejo y también una advertencia.
En sus páginas no hay mitos para adornar postales, sino relatos que incomodan y despiertan. Molina escribe con la certeza de que la identidad tarijeña ha sido maltratada, distorsionada, incluso por aquellos que debían defenderla.
Explica sin rodeos que hay una intención cultural, política y económica de reducir al chapaco -designación al habitante de Tarija, especialmente del área rural- a una “caricatura”. Un personaje “relajado, borracho, tranquilo”, con la cabeza agachada y domesticado para la fiesta.

“El propio chapaco se está orillando a su perdición”, advierte el autor con tristeza. Lamenta que al tarijeño se lo defina por el folklore que entretiene.
Critica que las autoridades celebren el jolgorio como si fuera patrimonio, orgullosas de promover un turismo que, en el fondo, “empobrece lo que somos”.
Frente a esta realidad, Historias de la historia de Tarija se vuelve un acto de resistencia. Un libro que se atreve a mirar atrás, a recoger las voces, las fechas, las huellas que aún no se han borrado.
En la presentación intervino el historiador Mario Barragán Vargas, quien resaltó que conservar y registrar la historia no es solo necesario, “es urgente”.
Mario Barragán felicitó a Molina por su obra, reconociendo que nadie mejor que él para atesorar “lo que somos”. “En tiempos de olvido, contar bien una historia es comenzar a salvarnos”.

Barragán indica que Tarija no necesita máscaras, sino memoria. El historiador resalta que este libro es una “puerta abierta” para comenzar a reencontrar esa memoria.
Miguel Molina ha presentado otros trabajos de investigación sobre la historia de esta región y el país: Bosquejo histórico del periodismo impreso y radial en Tarija del año 1998, Historias de la Academia Boliviana de la Historia en 1999; Tarija, apuntes históricos en 2016 e Instantáneas, noticias y relatos históricos de Tarija en 2019, entre otros.
El libro Historias de la historia de Tarija tiene un costo de Bs 30 y puede encontrarse con el mismo autor, aunque la mayoría de los ejemplares fueron vendidos el mismo día de la presentación.